La bailaora Sara Baras trae a Zaragoza su particular homenaje a Paco de Lucía
Todo queda entre gaditanos este viernes 12 de abril en la sala Mozart del Auditorio (21.00)
La bailaora y coreógrafa gaditana Sara Baras cumple 53 años de edad dentro de unos días, el 25 de abril. Su presentación de este viernes 12 de abril en Zaragoza (21.00) será, por tanto, antesala de celebración personal para una artista que lleva ya dos décadas largas en estado de gracia permanente; ha alcanzado un estatus que la distingue de sus pares.
Se podría decir que Sara dibuja con los pies, como si flotara a 10 centímetros del suelo… si no fuera porque taconea y pisa con garbo unas tablas que parecen añorarla cuando llevan un tiempo sin sentir su peso. Así le ocurre a las de la sala Mozart del Auditorio, lugar al que regresa tras dos años de ausencia. Las últimas entradas disponibles (anfiteatros superiores) están a 42 euros más gastos en Ibercaja.
Baras retorna con su particular homenaje a cierto paisano suyo conocido por domar las seis cuerdas de la guitarra con el famoso duende guiando los dedos: Paco de Lucía, maestro de la guitarra de alcance mundial. El algecireño murió hace 10 años en Playa del Carmen (México) y hace apenas unas semanas, la ciudad de Nueva York (con el apoyo financiero de la Junta de Andalucía) le rindió un homenaje coral en varios escenarios de la ciudad.
El tributo a Paco de Lucía en la ciudad que nunca duerme incluyó conciertos (especialmente uno en el Carnegie Hall, apoteósico, con 35 protagonistas de primera línea), charlas, talleres, exposiciones y actos sociales, con cierre en la sinagoga desacralizada de Ángel Orensanz, que alberga la Fundación del escultor altoaragonés.
Otro aniversario
Sara Baras recuerda al presentar esta apuesta escénica que su compañía cumple un cuarto de siglo en 2024. Por ello, ambas efemérides encuentran su razón de ser de un modo aún más claro. Sara y Paco se profesaban “respeto, cariño y amor”, dice la propia gaditana. Todo eso queda plasmado en su nuevo espectáculo, ‘Vuela’, articulado en 15 piezas únicas.
El espectáculo reparte estos 15 momentos en otras tantas palabras, enmarcadas en cuatro actos: Madera (alusión a la fuerza de la raíz y la calidez del ser), Mar (que invita a navegar en la pasión y ser como el agua, frase esta última que identifica a Paco y al gran Camarón), Muerte (exploración de las emociones humanas desde lo más profundo) y Volar, la única forma de huir sin correr, de dejarse llevar por la celebración y la alegría.
‘Alma’, una maravilla
La crítica de HERALDO Carmen de la Figuera se deshizo en elogios hacia Sara Baras en su última visita a Zaragoza, hace dos años, con el espectáculo ‘Alma'. “Es el homenaje artístico a su padre, fallecido recientemente. La hija lo recuerda mucho en su pasión hacia los boleros y por ello los fusiona con el flamenco. Hay boleros que enseguida se diluyen en el arreglo musical y otros que, al contrario, siguen hasta el final de la variación flamenca, tocados por una excelente y muy completa orquesta y con dos buenos cantaores”.
La especialista en danza comentaba igualmente sobre el arte de Sara Baras que “desde su primera aparición, su zapateado te cautiva: tiene un sonido muy claro y muy potente. Sus poses en ‘Alma’ son especiales, adaptadas a esa fusión, a esa mezcla de soleá con bulerías, de garrotín, seguiriyas... El vestuario es perfecto y bonito en su estilo, y bajo unas luces cambiantes magníficas”.
El elogio sostenido acaba de encenderse con las frases de remate de la experta de HERALDO. “La Baras sigue demostrando su sentido estético y escénico, como cuando atraviesa el escenario abriendo suavemente la cortina y arrastrándola poco a poco, pero... ¡ay! Los pies de Sara, ¡qué decir de ellos! Son alucinantes, tienen tal belleza de sonido, tal técnica... son embriagadores, únicos. En los años 50 se decía del inolvidable Fred Astaire que por pies tenía una batería; pues Sara Baras, también”.
