Este es el cartel del Vive Latino Zaragoza 2024: los artistas, uno a uno

Los elegidos en esta tercera edición del festival conforman un cartel muy diverso, con Bomba Estéreo como grandes estrellas del otro lado del charco

La banda colombiana Bomba Estéreo encabeza el III Vive Latino de Zaragoza.
La banda colombiana Bomba Estéreo encabeza el III Vive Latino de Zaragoza.

La alineación del tercer Vive Latino zaragozano, que se celebrará el 6 y 7 de septiembre de 2024 en el recinto Expo de Ranillas, tiene menos estrellas de relumbrón en favor de un poso artístico variopinto, con fondo de armario y consistente con dos jornadas de viajes nutritivos entre los tres escenarios. Seis de la tierra (Niños del Brasil o Cuti Vericad entre los veteranos y Rosin de Palo, Elem, Chata Flores y Rada Mancy entre los talentos de nuevo cuño) y Bomba Estéreo como gran referente latino. Los abonos ya están a la venta en Ticketmaster, al precio de 99 euros más gastos.

Kiko Veneno, Ilegales y Hombres G forman el (muy diverso) contingente de históricos españoles, mientras que la realeza del indie nacional crece en representación con respecto a ediciones anteriores, y la representación femenina se mantiene (aunque claramente por debajo de sus colegas masculinos) con una decena de referentes en solitario o liderando sus proyectos colectivos.

Bándalos Chinos

Con Goyo Degano como cabeza visible, los argentinos cultivan una variante emo de pop electrónico que ha calado profundamente en su país y toda América, sobre todo en el último lustro. Con la banda han colaborado figuras consolidadas como Adanowsky, productor del último disco de Bunbury, o su compatriota Coti.

Bomba Estéreo

La gran sensación americana de este cartel. Los colombianos, con Li Saumet al frente, han redefinido la cumbia electrónica para llevarla a una dimensión planetaria. Himnos como ‘Fuego’, ‘Solo tú’, ‘Algo está cambiando’ o ‘Amanecer’ desatan la locura en cada una de sus presentaciones. Se va a gozar un mundo con ellos.

Chambao

Hace algo más de dos décadas pusieron cara al fenómeno del flamenco chill y ahora reivindican su vigencia. Música para soñar, bailar y viajar sin moverse del sitio gracias a la voz de Lamari y esa electrónica suave que matiza el duende con masajes en la sien. El festival es una ocasión para comprobar su asiento entre nuevos públicos.

Chata Flores

Desde Torrero al mundo. El ascenso meteórico de esta joven rapera zaragozana se fundamenta en una arrolladora presencia escénica: ni tiene pelos en la lengua ni pensó jamás en tenerlos. Rápida, mordaz, suelta directos al mentón con rimas afiladas y el apoyo en bases rotundas. La alumna aventajada de la nueva generación local.

Cuti Vericad

El aragonés acaba de cerrar su trilogía del samurai, la guinda a una carrera de tres décadas que quizá vive actualmente su momento álgido. El Van Morrison del Ebro (el Fito Páez también vale) sabe cómo sacar partido a sus virtudes en los directos, se rodea siempre de buenos músicos y sabrá cómo brillar en un minutaje más corto de lo habitual.

Dorian

Los catalanes son uno de los grupos que más ha pisado escenarios aragoneses en los últimos años. Con ‘A cualquier otra parte’, Marc y compañía robaron muchos corazones a ambos lados del Atlántico a finales de la primera década del milenio, y no fallan a la hora de tallar canciones pop redondas de aroma nostálgico y espíritu bailable.

El Columpio Asesino

Despedida diferida la de los navarros, una de las mejores bandas nacionales de este siglo. Hace nada llenaron la Oasis en el concierto de su adiós, pero llegaron llamadas de festivales y han decidido extender su carrera un año más, para cumplir las bodas de plata como proyecto subidos a las tablas. Trallazos sin fin al servicio de un estilo único.

Elem

La zaragozana encuentra en esta selección el espaldarazo que perseguía desde que hace un lustro comenzase a mostrar profesionalmente sus composiciones en público. Con la ayuda en la producción de Manuel Cabezalí, Laura Cebrián ha ido definiendo su sonido y puliendo sus directos, para hacer lucir su gran voz en contextos más osados.

Enjambre

Con los hermanos Navejas como columna vertebral, la banda mexicana asentada en Estados Unidos es una sensación en todo el hemisferio occidental gracias a canciones como ‘Dulce soledad’, ‘Visita’ o ‘Elemento’. El grupo ha dulcificado su sonido con los años, metiendo además folk tras unos inicios cercanos al punk y el grunge.

Ginebras

Aire fresco en el rock español. Tres acordes, un punto nostálgico del movimiento ‘riot grrl’, el desenfado suficiente para ponerse electrónicas cuando la canción lo pide. Ginebras es garantía de diversión en cada concierto y sus letras no tienen desperdicio. Más que cargas de profundidad, son ráfagas en la superficie.

Hombres G

Qué decir de la banda de David Summers que no se haya dicho ya en los últimos 40 años. Revividos en España en la última década, han mantenido en niveles elevadísimos su cuota de popularidad en América Latina, especialmente en México. Sus canciones-chicle están en la memoria colectiva de tres generaciones, y sumando.

Hombres G, el pasado mes de octubre, en Zaragoza.
Hombres G, el pasado mes de octubre, en Zaragoza.
Francisco Jiménez

Ilegales

Jorge Martínez ha sido, es y será un creador único e indefinible en el panorama de la música popular española. Sus Ilegales también llevan 40 años a cuestas, con diferentes encarnaciones y el mismo totémico líder al frente. Sus letras huelen a peligro, que diría Armando Manzanero, y sigue dando conciertos extraordinarios.

Jimena Amarillo

Metan en una batidora a Julieta Venegas, a Las Migas y a Natalia Lafourcade, sitúenlo en Lavapiés y el resultado recordará levemente a lo que Jimena Amarillo ha traído al cancionero español. Jovencísima y sobradamente preparada, le canta a la vida con la ternura más desafiante que se haya visto. Y funciona.

Kevin Kaarl

En este lado del Atlántico, ese fenómeno de masas llamado Kevin Kaarl no lo es. Serán cuestiones de flujos cósmicos, o de no haber hecho aún su asalto decidido al mercado español. Este chaval mexicano es una actualización del primer Robi Draco Rosa, el de ‘Vagabundo’, con acento en el aire folkie, un bardo buscando su playa.

Kiko Veneno

El hecho de ser historia de la música española no le quita un ápice de actualidad (¿verdad, Tangana?) al autor de ‘Échate un cantecito’, el más moderno de los veteranos, el rumbero rockero que le canta a las cosas pequeñas con el alma tan inmensa como los kilómetros que lleva a sus espadas: medio siglo de arte al servicio de canciones imborrables.

Kinky

La veterana banda mexicana vive una segunda juventud, después de inaugurar el siglo con su deriva funk y hedonista abriéndose camino en el atribulado mercado del país azteca. La MTV latina hizo piña con ellos para multiplicar el mensaje por todo el continente: hoy en día siguen siendo los mejores aliados para dar rienda suelta a la fiesta.

La Cabra Mecánica

Lichis estaba dejando de lado su encarnación caprina en los últimos tiempos, tentado por la posibilidad de redibujarse como 'crooner' castizo, pero la ocasión bien merece un revival de su proyecto, marcado por esa ‘Lista de la compra’ que gozó de la extinta María Jiménez como matiz, y una ‘Felicidad’ que sonará como un cañón junto al Ebro.

La Habitación Roja

Aunque no es un grupo aragonés, en Zaragoza se les siente como gente de casa. Jorge Martí, Pau Roca y compañía llevan un cuarto de siglo revistiendo de alegría las letras más tristes del mundo, y viceversa: son una máquina de hits poperos que apela a los sentimientos con precisión cirujana y una puesta en escena que no amarillea.

La Pegatina

No necesitan presentación entre los habituales de los festivales veraniegos, ni entre los amantes del ska, la rumba y la cumbia. Valga con recordar que llevan unos años recordándole a Mari Carmen que su hijo está en el afterhours, para que se prepare. El que no baile con los ‘pegatinos’ es que tiene pegamento en las suelas.

León Larregui

La voz de Zoé es un artista único. La bohemia encuentra a la decadencia, el ‘rockanlover’ azteca juega a las cartas con el cantor. Su repertorio en solitario nada tiene que envidiar al de su banda, pero el verdadero magneto de Larregui es él mismo, plantado en el escenario, marcando las reglas ante sus acólitos, haciendo grande cada canción.

Los Auténticos Decadentes

En la línea de Café Tacvba, esta banda argentina de larga trayectoria bebe del folclore para marcar un estilo que perfectamente podría animar el baile ‘Encantamiento bajo el mar’ de ‘Regreso al futuro’ antes de que McFly se pusiera en plan Chuck Berry. Un repertorio que encantaría a nuestros abuelos y engancha a nuestros hijos.

Los Planetas

Desde Granada con desdén hacia todo convencionalismo, 'indies' por decantación, dueños de un estilo propio que nadie ha podido copiar. Ininteligibles a veces, lorquianos otras, sus canciones han dejado una huella profunda entre quienes tienen ahora cuarenta y muchos o cincuenta y pocos. Cantaremos otra vez ‘Qué puedo hacer’, claro que sí.

Mikel Izal

Con la banda que llevaba su apellido finiquitada (¿de momento, para siempre?) el larguirucho navarro camina ahora en solitario, aunque lógicamente siga apoyando sus directos en los temazos que han jalonado la trayectoria de su banda. ‘Copacabana’ o ‘La mujer de verde’ se corearán a pulmón el próximo septiembre en Zaragoza.

Miranda!

Lo han oído, aunque quizá no ponían el nombre a la canción. Miranda!, con la exclamación al final, es lo más pegajoso, divertido y desprejuiciado que ha salido de la Argentina musical en las últimas décadas. Son petardeo total en un mundo Mattel aunque, cuidado, no hay tontipop: más bien sanísima mala leche revestida de colores pastel.

Niños del Brasil

Lo más oscuro del tecnopop aragonés, con el punky Rex al frente, lleva casi cuatro décadas de singladura entre el oeste y los viernes, reivindicados para la causa por la banda sonora de ‘Las niñas’ y activos, aunque sea a cuentagotas, en una trayectoria que tuvo sus momentos clave en los primeros 90. A bailar.

Porter

México es una factoría inagotable de bandas con un punto místico, como si una gran nube de nostalgia empapara los corazones creativos en todo su vasto territorio. Ya sin Juan Son en sus filas, Porter ha reconducido una carrera guadianesca en clave emotiva, cercana a la psicodelia y la corriente progresiva de los 70, pero con sello propio.

Rada Mancy

La joven venezolana afincada en Zaragoza representa el lado más emocional y tierno del trap y el reguetón, esquemas en los que se explaya a gusto gracias a una sensibilidad extrema, letras sencillas pero bien armadas y una voz que se halla por encima de la media en dichos géneros. Sus temas gozan además de una producción limpia y detallista.

Rayden

Otro que andaba de despedida y hará acto de presencia en Zaragoza como un guiño (¿postrero?) a sus fans locales. El rapero es un poeta plural, alejado del hardcore y proclive al ejercicio de tocar los corazones con puños de seda. ‘Haz de luz’ o ‘A mi yo de ayer’ son buenas muestras de expresión para un artista inquieto y siempre osado.

Arriba, Rada Mancy, Trueno y León Larregui. Abajo, Ginebras.
Arriba, Rada Mancy, Trueno y León Larregui. Abajo, Ginebras.
H. A.

Rosin de Palo

Son dos chavales, de Zaragoza, virtuosos de sus instrumentos, formación clásica, despeine absoluto, producción tendente siempre a la locura; juguetones, salvajes, feroces, tiernos. La lían en cada escenario y dejan al personal picueto, una vez superado el susto del “¿esto que es?” que inmortalizara Matías Prats en cierto telediario caótico.

Rufus T. Firefly

Los madrileños viven en su propio universo. Capas y más capas de sonido que, de pronto, caen al suelo para mostrar la desnudez de unas canciones hechas desde el alma. Podrían ser la banda de cabecera del malvado Ming en ‘Flash Gordon’ o un grupo de ángeles caídos tocando en una mansión de Hollywood imaginada por Easton Ellis.

El dúo aragonés Rosin de Palo.
El dúo aragonés Rosin de Palo.
H. A.

SFDK

Las ciudades del rap español son Zaragoza y Sevilla. Luego están las demás, Madrid incluida. Y SFDK son los papás de la matica en la capital andaluza, los que han marcado un camino seguido después por muchos otros: tan vigentes como sus colegas de VdV, sin barbecho, Acción Sánchez y los suyos siguen a la cabeza.

Siddhartha

Miembro puntual de Zoé, el mexicano maneja las cifras apabullantes de cualquier artista de su tierra que logra eco notable. En la línea de Larregui, Siddharta se mueve en una clave más ecuménica, de asiento natural en un mercado español en el que aún no ha aterrizado con fuerza, aunque haya colaborado con Leiva. Lo suyo es la ternura exenta de ñoñería,

Standstill

Pocos regresos musicales habrán resultado tan ilusionantes como el de la banda catalana, que reúne en sus filas a dos genios como Ricky Falkner y Enric Montefusco. Hace un tiempo que inventaron su plan para escapar hacia adelante, y aquí están, reunidos, recordando una vez más a Bonaparte y a lo único importante. Liturgia habemus (y allá estaremus).

Travis Birds

Tras una década larga de carrera profesional, la cantautora madrileña ha consolidado su discurso: historias de perdedores, polvo en las botas, rabia contenida y dulzura soterrada que aflora cuando la canción rompe las costuras. Un secreto a voces que en este entorno de masas conquistará nuevos corazones al primer acorde, o al tercero.

Triangulo de Amor Bizarro

Los gallegos acaban de hollar Zaragoza para recordar a los iniciados en su repertorio que lo más fiero del indie deudor de los 90 tiene sitio tres décadas más tarde. Hijos del Inquilino Comunista o Los Planetas, llevan un buen tiempo reivindicando con grandes discos y conciertos su sitial en el olimpo independiente.

Trueno

Salido de las batallas de gallos porteñas, el jovencísimo rapero argentino está subido en la cresta de la ola. Esa ‘Mamichula’ con Nicky Nicole suena por doquier. Ora rap, ora trap, haciendo liga con Bizarrap y respetuoso con la ‘old school’, ha conseguido una voz propia cimentada en las horas de escucha que se le adivinan y un desparpajo imbatible.

Varry Brava

Desde Murcia con amor. La banda nació para poner patas arriba las pistas de baile y en ello siguen, con audiencias crecientes gracias a un lenguaje sonoro que sirve de pértiga para los saltos generacionales. Ni han inventado la cocacola ni lo pretenden, pero ese ‘Raffaella’ no deja pie ni rodilla quieta de aquí a Estambul.

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