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Modernos, clásicos o a la fresca: ruta por los mejores desayunos de Zaragoza

En la capital aragonesa conviven las cafeterías 'cuquis' o las terrazas a la fresca donde dar cuenta de sofisticadas tartas o tostadas con opciones más clásicas: esas barras con minis o pinchos de tortilla...

En verano, el desayuno puede convertirse en un momento especial.
En verano, el desayuno puede convertirse en un momento especial.
Soraia Ejea

El verano invita a empezar el día con calma. En la capital capital aragonesa proliferan  las cafeterías cuquis o las terrazas a la fresca donde degustar sofisticadas tartas o tostadas, que conviven con opciones más clásicas, de apetitosas barras rebosantes de minibocadillos o pinchos de tortilla. Estos son solo algunos ejemplos donde elegir.

Café de especialidad, 'red velvet' o 'brunch': el desayuno rico y moderno

Tostadas de aguacate, tartas con nombre en inglés, boles de cereales, decoraciones cuidadas... Zaragoza abrazó hace años la moda de los 'cafés cuquis', un término que alude con cierta sorna a una fórmula que, sin embargo, llegó para quedarse. ¿Porque a quién no le gusta, aunque sea de vez en cuando, tomarse un desayuno de campeones en un entorno bonito?

En la capital aragonesa nadie puede disputar al Café Botánico su calidad de pionero en este campo. Sus fundadores apostaron por el Pasaje del Ciclón, que la cafetería ayudó a animar y a poner en el mapa. Ahora, sigue siendo un referente del desayuno relajado y con estilo. De paso, también fue el primer café en traer a orillas del Ebro el encanto de las tartas de nuevo cuño, tan sofisticadas como deliciosas.

Dentro de esta moda, hay otras. La última en recalar ha sido la del café de especialidad. De su mano se ha abierto un interesante abanico de propuestas que acompañan la estimulante bebida con desayunos muy atractivos. Una de las últimas incorporaciones es Elio & Coco (San Lorenzo, 8), que basa su oferta en los productos de temporada y de kilómetro cero. El pan que se sirve, por ejemplo, es de la panadería Barrios de Alagón. Y todo lo demás es casero: las mermeladas, las salsas o uno de sus platos estrella, los brioches de pastrami. En verano, además del café no descuidan otras bebidas. Alberto y Noelia, los dueños, destacan sus batidos de açay (una fruta brasileña), su falsa horchata que ellos mismos hacen con nueces y dátiles, o la 'chocolatada', a base de cacao de Madagascar y Tanzania y leche vegetal.

Muy cerca, en la calle San Andrés, 9, está La Clandestina, que, por derecho propio, ya se ha convertido en un referente del 'brunch' en Zaragoza. Se sirve de martes a domingo, pero además, actualmente los comensales encontrarán siempre la cocina abierta, con lo que se puede elegir esta fórmula a cualquier hora, junto a las sugerencias fuera de carta o los postres caseros.

Té y tarta de Mi Habitación Favorita.
Té y tarta de Mi Habitación Favorita.
Jose Miguel Marco

Sin salir del Casco Histórico tenemos Mi Habitación Favorita, la cafetería del Hotel Sauce (Espoz y Mina, 33) que ha hecho de sus espectaculares tartas caseras y sus mermeladas su santo y seña. También ofrece brunch y una amplia carta de dulce y salado. Recientemente, además, forman parte de la ruta de café de especialidad con su propia marca: Papa Largo.

Otro templo del 'brunch' es Garbo Gentlebar (Plaza de los Sitios, 18). Allí bordan un clásico de este desayuno-comida que no es fácil de encontrar en Zaragoza: los huevos benedictine (también los sirven, por cierto, en Elio & Coco).

A tiro de piedra, en el 12 de la calle de Zurita, está el Mercado del Ric. Tomarse un café y alguna de sus delicatessen mirando por la cristalera de su amplio local es una delicia.

Un desayuno de Doña Hipólita.
Un desayuno de Doña Hipólita.
Doña Hipólita

El mercado de tartas 'glamurosas' es ya muy amplio en Zaragoza y en él destacan otros dos referentes. A un lado del Ebro, las de la Cocina de Keyla ( Gregorio García Arista, 19), que además son aptas para celiacos. Al otro, Doña Hipólita (también especialista en el brunch), que además de su precioso local con sabor 'vintage' de la plaza de San Felipe, y en El Taller de Doña Hipólita, en la calle Arzobispo Morcillo. Estas cafeterías ofrecen además de dulce una amplia variedad de tostadas, bagels, batidos...

Desayuno 'british' de Puffin's Kitchen.
Desayuno 'british' de Puffin's Kitchen.
Puffin's Kitchen

Por último, para los que busquen sabores internacionales y con guiños nórdicos o asiáticos, en la calle Moneva  está Puffin's Kitchen. Allí pueden probarse clásicos de la cocina británica, como sus desayunos con huevos, bacon y tostadas, 'porridges' con sirope de arce, boles de granola y yogur, tortitas, además de otras modernas 'tradiciones', como las tostadas de aguacate.

Para aquellos a los que, además de a lo gastronómico, le den importancia a la decoración, particularmente indicados son el Café Nolasco (en la plaza del mismo nombre) y la cafetería del recientemente inaugurado hotel Innside Zaragoza (antiguo hotel Corona de Aragón, en la avenida César Augusto).

Algo más que panaderías

La creciente sofisticación, variedad y calidad de sus productos ha convertido a lo que antes se conocía como panaderías en 'bakerys'. Dejando aparte la terminología inglesa, lo cierto es que en Zaragoza ya hay varias tahonas en las que se puede desayunar bien rico. Una es, por ejemplo, Simón, con origen en la plaza de la Magdalena pero que con renovados bríos ha plantado otras dos picas en la Almozara y en la calle Asín y Palacios. No hay que perderse tampoco Masa Madre, en Lagasca, 17, con una variedad mareante de repostería y panes.

Oasis en la ciudad

Estos días de verano las terrazas son el Shangri-La del urbanita. Recomendamos aquí cuatro especialmente indicadas para desayunar a la fresca. Una es Matisse Rivera Café, enclavada en pleno paseo de la Ribera (número 7). Muy animada casi todo el día, por la mañana resulta un rincón privilegiado para degustar la variada oferta de tartas o tostadas. Cruzando el río, un oasis casi secreto es la cafetería del Museo Diocesano, cuya terraza se encuentra en el coqueto patio de la entrada, en la plaza de la Seo.

Cerca está también otra opción tranquila, el Palmaria. 

La tostada de aguacate y huevo del Restaurante Antonio.
La tostada de aguacate y huevo del Restaurante Antonio.
Restaurante Antonio

Cerquísima, en la calle Refugio, también acaba de echar andar la nueva sede de Dídola, que se ha trasladado desde el Actur al centro. Con doble entrada, por Don Jaime y por Refugio, en esta última calle este negocio cuenta con una recogida terraza en la que por la mañana se ofrecen desayunos a precios especiales: por entre 2 y 3 euros hay combinaciones de café con croissants, churros, bizcochos caseros, 'cookies', bagels (de salmón, pavo y guacamole, pesto y mozzarella, atún y tomate seco) o pinchos de tortilla. Para beber, capuccinos, frappés, tés ayurvédicos, batidos de helado...

Minis a gogó (y a buen precio)

La del café con mini (o tostada dulce o salada) es una de las fórmulas de desayuno más española y extendidas. En Zaragoza, la oferta es ingente, pero aquí van algunas sugerencias, la mayoría, por no más de dos euros. Nuevo Olé es una cafetería veterana en el chaflán del 3 de la calle de San Ignacio de Loyola, que tiene otro local en la calle Zurita, junto al Tíbet (otra interesante opción para el desayuno). Cerca, en la calle de Cádiz, está La Cafetería, con una amplísima oferta de minis que se calientan en la plancha justo antes de servir. Muy ricos son también los del restaurante Flor, la famosa crepería que ahora abre por las mañanas en la plaza de San Felipe; los del Sinatra (que se pueden tomar en su local de diseño o en la terraza de Cesáreo Alierta, sin recargo en la cuenta) o los del Classic, donde los minis se hacen en el acto y también tienen terraza (Cesáreo Alierta, 113 ). En el Más Gas, el bar de moteros del 6 de la calle de Puente Virrey, se regala una tostada de tomate con el café.

Mi reino por una tortilla

Para los que desayunan salado y su subespecie especializada en tortillas de patata (sean concebollistas o sincebollistas) la lista es casi tan larga y variada como las recetas de este tradicional plato español. Merece la pena la del Petit Rincón, en la calle Hermanos Argensola; la del Morrete en la plaza de San Pedro Nolasco, y, cómo no, la del Circo (Blancas, 4). La oferta es inabarcable y, clicando aquí, hay más sugerencias.

Con sabor literario

Desayunar leyendo un libro o la prensa es uno de los mejores placeres que hay. En dos cafeterías de Zaragoza, Momo (Santa Teresa de Jesús, 28) y La Ventana de Amélie (Manuel Lasala, 40), además, se pueden hacer rodeado de libros. En la primera destacan sus bizcochos y pasteles caseros y su variedad de tostadas. En la segunda, su tortilla de patata.

Chocolate con churros

En esta ruta del desayuno no puede faltar un clásico español: el chocolate con churros. Entre las paradas más populares de Zaragoza están, entre otras, las churrerías La Fama (Prudencio, 25), San Miguel (San Miguel, 14), Lalmolda (Méndez Núñez, 12) y Valor (Plaza Sas, 7).

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