gastronomía
Estos son todos los restaurantes con soles Repsol de Huesca: de Anciles a Sardas
Un total de diez restaurantes de la provincia oscense cuentan con categoría, tanto en la ciudad como en pueblos del Pirineo.
Además del sol del cielo, en Aragón lucen un total de veintiuna de estas grandes estrellas. La provincia de Zaragoza es la que más distinciones de este tipo ostenta y en Teruel son dos. En Huesca brilla un total de siete.
En el corazón de los Pirineos, en Aínsa, se encuentra el Callizo, con Josetxo Souto y Ramón Aso al frente. Proponen "una cocina técnica y emocional de montaña", destaca la Guía Repsol. Estiman que está "muy pegada a las raíces, al río, a la huerta, a la tradición y al bosque" y, además, dan prioridad a los productos de entorno.
Desde la bodega, hasta la cocina y pasando por un comedor con “estupendas vistas” –valora la guía-. La Peña Montañesa y otros enclaves son los paisajes del Sobrarbe que acompañan la degustación.
En la capital oscense, Lillas Pastia ya es un clásico, en el edificio del Casino. Uno de los escenarios de los escenarios de la ópera 'Carmen' dan nombre a este lugar. "Su oferta gastronómica es coherente con el entorno en el que se disfruta, con platos de presentación cuidada basados en la rica despensa oscense", aplaude la publicación de referencia gastronómica.
Sin salir de la ciudad, se encuentra Tatau. Se presenta en la guía como un establecimiento de "alta cocina en formato tapa y desenfadada, alimentada con mucho producto de proximidad". El chef Tonino Valiente está al frente. "Triunfa con este local donde su debilidad son los bocados de mar y montaña -resalta la publicación-. En barra o en el comedor, creaciones muy apetecibles y una extensa selección de vinos de calidad".
En Barbastro está Trasiego, a los pies de la sede de la denominación de origen del Somontano, por lo que la variedad en la bodega es un pilar. De hecho, el término 'trasiego' se corresponde con el acto de "mudar un líquido de una vasija a otra o de beber en cantidad vino y licores", explican desde la Guía Repsol.
Con Javi Matinero y Natalia Gracia al frente, la Guía Repsol resaltan el tomate rosa de Barbastro, el ternasco de Aragón, las setas o los quesos oscenses. Uno de sus fuertes son los 'vinos y tapas', como anuncian. Existe la opción de menú, con propuestas como la tortilla cremosa de trompetillas, el jugo de cebolla de la denominación de origen de Fuentes y trufa negra. La parte más dulce llega con la ya icónica torrija.
Por otra parte, a nueve kilómetros de la frontera del Portalet en coche está Vidocq. Este restaurante de Formigal se destaca por la cocina de alta montaña que practica Diego Herrero, con "autenticidad al transmitir detalles de su ubicación". En el plato se encuentra la identidad del paisaje de la zona pero también de sus orígenes bilbaínos y sus viajes.
Es una apuesta por los productores locales, como el cerdo autóctono, el Latón de la Fueva, y otros alimentos cosechados o elaborados en localidades oscenses, como Fonz, Graus, Pomar de Cinca Loarre o Sallent de Gállego, destaca la Guía Repsol. También de La Puebla de Castro, Poleñino, Alcolea de Cinca, Oliván, Radiquero o Ascara, entre otros.
Además de Trasiego, en la última edición de la gala de los soles Repsol se premió a Casa Arcas. "Es un pequeño hotel restaurante familiar localizado en el valle de Benasque, muy cerca de la estación de esquí de Cerler -explica Repsol-, lo que brinda a su terraza unas magníficas vistas sobre la montaña". Además del paisaje, resaltan una antigua chimenea de piedra. El cocinero es David Beltrán, curtido junto a Martín Berasategui, quien ofrece "una visión de la gastronomía que se proyecta en platos de autor con vocación clásica, elaborados con producto local y una brillante capacidad técnica".
La lista la completa la Venta del Sotón, un "referente durante décadas de la gastronomía oscense". Ana Acín y Eduardo Salanova -actualmente al frente de la parte de restauración del Royal Hideaway Hotel de Canfranc- son sus responsables. "El chef ofrece cocina creativa, manteniendo la tradición de los fundadores", señalan en la Guía Repsol.
En la última edición de la gala de la Guía Repsol también se ha reconocido el trabajo de La Era de los Nogales, en la pequeña localidad de Sardas, a pocos kilómetros de Sabiñánigo. Toño Rodríguez lidera un equipo joven en este restaurante que el año pasado fue galardonado como el mejor de Aragón por la Academia Aragonesa de Gastronomía.
Otro de los últimos galardonados fue Ansisl, en el pueblo de Anciles. Los hermanos Bruno e Iris están al frente de este restaurante que durante cuatro décadas regentó su abuela. Con el recetario tradicional de la familia y mucha creatividad han abanderado una cocina divertida que les ha hecho un hueco en poco tiempo en el panorama nacional.
