Por qué no se debe comprar la fruta ya cortada

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha explicado por qué no elegir en el supermercado la fruta a mitades. 

Frutas.
Frutas.
AlexRaths, vía: canva.es

En la mayoría de supermercados de España nos encontramos, cada vez más, fruta ya cortada: piña a rodajas, uvas sueltas, mitades de sandía... Y, a muchas personas les parece buena idea decantarse por estos productos, ya que es muy cómodo al estar pelados y cortados. O bien, debido a su gran tamaño (como el caso de las sandías y melones), es más atractivo comprar menos cantidad para asegurarse que se consume a tiempo. No obstante, esto puede ocasionar una alerta alimentaria

¿Es realmente esto saludable? La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), por su parte, ha elaborado un informe en el que se centra en las condiciones óptimas de conservación de la sandia, el melón, la papaya y la piña, y ha comprobado si la fruta cortada en mitades es o no una buena alternativa.

Su conclusión es que "las frutas grandes cortadas pueden mantenerse a temperatura ambiente (20-25 °C) durante un tiempo máximo de tres horas después de realizar el corte, en un lugar suficientemente ventilado y preservado de luz solar"

¿Es seguro comprar frutas en mitades?

Además, como recoge la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en este informe, la fruta vendida en mitades "tiene una menor vida útil" y mantenerla así supone "más riesgo de crecimiento de microorganismos patógenos", como Salmonella, Escherichia coli verotoxigénico o Listeria monocytogenes.

Por otro lado, no todas las frutas tienen las mismas propiedades para su conservación. "Cuanto más ácidas sean y más maduras estén, mayor es el riesgo de deterioro y contaminación", añaden. Por otro lado, la fruta en mitades que se vende en supermercados puede permanecer solo tres horas a temperatura ambiente sin que suponga un riesgo para la salud, siempre y cuando se cumplan estas condiciones: (las mismas que la Aesan)

  • La temperatura ambiente no supere los 25º C.
  • El lugar esté ventilado y protegido de la luz solar.
  • Tras la compra, la fruta se refrigere de forma inmediata (a menos de 5º C).

En resumen, la OCU recuerda que una buena conservación es fundamental para garantizar la seguridad de estos productos. Con todo, a la luz de las conclusiones del estudio, es posible hacer unas recomendaciones tanto a los comerciantes o establecimientos, como a los consumidores.

  • Los consumidores harán bien evitando coger piezas muy maduras.
  • Deben recortar todo lo posible el tiempo que pasa desde la compra hasta que meten la fruta en la nevera de casa.
  • Hacer sitio en el frigorífico para colocarlas: deben mantenerse en refrigeración hasta que se vayan a consumir.
  • Si no se consume todo el trozo, volver a meter en la nevera el resto cuanto antes, protegiéndolo con papel film o metiéndolo en un recipiente con tapa para evitar que se contamine. Aun así, es mejor no demorarse demasiado en consumirlo.
  • Como siempre, al cortar la fruta hay que lavarse bien las manos y asegurarse de que los cuchillos y las tablas de corte estén limpias, para evitar contaminaciones cruzadas.
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