La Borda Chaca, el restaurante de Aragón con la brasa más sabrosa en un pueblo de 30 habitantes

La borda se sitúa en las faldas de la Peña Oroel y lleva 5 años ofreciendo especialidades culinarias muy aragonesas en un entorno idílico.

Borda Chaca
Terraza de la Borda Chaca
Borda Chaca

La Borda Chaca es una pequeña fantasía en la falda de la peña Oroel en pleno Pre-pirineo de Aragón. Un joven clásico de la cocina rural, con especialidades de sello aragonés, que cumple lo que promete y reparte alegría, sobre todo a la brasa, que es como mejor sabe. Este negocio familia tiene a Tania como cabeza visible y a María Jiménez en la coordinación. Está a 5 kilómetros del centro de Jaca, en la pedanía de Ulle, y normalmente abre de viernes a domingos, además de puentes completos, festivos sueltos, navidades (enteras, de Nochebuena a Reyes) y vacaciones de verano: en julio y agosto no fallan un solo día.

María gasta buen humor cuando alguien pone cara de hacerle una broma con su nombre y apellido. “No me molesta lo de folklórica, al revés, aunque lo mío no es ese negociado. Trabajar aquí es un placer. La Borda Chaca forma parte de una inversión familiar en Ulle: la idea inicial era el turismo rural, pero finalmente surgió lo del restaurante hace ahora cinco años”. 

La idea estaba clara desde el principio. “Comida típica de la zona, bien servida, y aprovechar al máximo el sitio tan bonito en el que estamos”. Funcionó bien desde el principio, y además del aplauso de la gente llegaron los reconocimientos: el principal, un Solete Repsol.

“La brasa -explica María- es lo que nos caracteriza. Tenemos cuatro menús: el aragonés permite elegir entre 8 primeros y 8 segundos. Servimos rabo de toro, callos y jarretes estofados; lo demás es a la brasa, desde conejo a costillas de cordero, churrasco, pollo y chuletón de vaca, con patatas o guarnición de ensalada”.

Asador Borda Chaca
Asador Borda Chaca
Borda Chaca

Entre los primeros destacan las migas, pero también se piden muchas pochas. Se ofrece igualmente revuelto de boletus y gambas, ensalada completa, espárragos a la vinagreta... en invierno también hay garbanzos con bacalao, que en verano se cambian por ensaladilla y melón con jamón”.

La olla jacetana

Varios establecimientos de la zona tienen como opción la llamada olla jacetana, una delicia de guiso que la mayoría de ellos sirve en ollas de barro hechas por un artesano de Santa Cruz de la Serós. En el menú Oroel la elección se centra en los primeros: de segundo, chuletón. Por último, el menú infantil lleva los clásicos: macarrones, sopa, pechuga o hamburguesa. La carne a la brasa, eso sí. Los menús incluyen vino, pero el café va aparte.

María insiste en que “el ambiente es precioso. El boca a boca ha ayudado al negocio, desde luego, y lo normal es que la gente reserve previamente. Hemos renovado la terraza y tenemos un jardín muy chulo, donde también se puede comer de primavera en adelante. Ulle es pequeño, no tiene más de 30 habitantes, pero sí encanto y va incorporando negocios y población. Hay una granja ecológica de gallinas visitable, Ulleco: nuestros huevos son de ahí. También hay una escuela bosque, casa rural y un parque muy bonito.

La Borda Chaca abre mediodías y cenas, “aunque por la noche viene menos gente y si no hay reservas previas, no abrimos”. El teléfono de reservas es 664 196 232.

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