Es tendencia
Exprimir la primavera con zumos, batidos, 'smoothies'... y dónde tomarlos en Zaragoza
Estas bebidas forman parte del amplio abanico de refrescantes opciones que cada vez se ven en más cartas.
El tiempo agradable y más horas de sol con el inminente cambio de hora invitan a alzar la copa con bebidas como los zumos, los batidos o los ‘smoothies’, entre otros muchos. Aptos para todas las edades, normalmente más sanos que otras refrescantes propuestas y más libres de alergias. En resumen, ideales opciones para exprimir la primavera desde el inicio.
Su sabor se suele relacionar en la memoria con momentos especiales. Tomar una de estas propuestas puede recordar esa primera tarde de pubertad que se salió solo con los amigos, sin padres. O a la cita con ese noviete o novieta de adolescencia. El "tomar algo" después de una boda ya en la juventud o el "zumo y tortita" que se repite con la siguiente generación en el carro. Esa, que comparte terraza con un grupo de jubilados que se ponen al día mientras absorben con la pajita el mismo zumo que hace unas décadas.
Aunque pasen desapercibidas estas bebidas forman parte de la vida de las personas. Además, a cualquier hora, porque puede ser desayuno, almuerzo, merienda...
En la actualidad es habitual leer "zumos naturales" o "batidos" en las pizarras. Esto, que es una opción para algunos establecimientos, se convirtió en la pulpa de Jugolandia, en un local de Residencial Paraíso de Zaragoza, ese mismo que más tarde se convertiría en Frutolandia. "Tenemos la misma carta desde que se fundó, en los años 80", celebran.
En el ‘top 4’ de su lista destacan el San Francisco, elaborado con cinco frutas, pero que resulta suave. También gusta Superfresa –que es una conjunción de fresa, frambuesa, mora y naranja– y Brasil –elaborado en base a mango, papaya y maracuyá–. Otro que acapara piropos es el Mar Caribe, que solo contiene fresa y naranja, pero su curiosa mezcla invita a buscar cada uno de estos ingredientes sin encontrar el límite entre ambos.
"El secreto es el toque de cariño, pero hay que poner fruta", ríe Calina Pop, que conoce la carta de Furtolandia como la palma de su mano. "Hay trucos para que no se noten las pepitas y poner mucha cantidad de fruta, que es el principal producto, con un poco de hielo y azúcar", añade Pop. "Que la pajita se mantenga erguida es una señal de la calidad del producto", analizan en Frutolandia, con una de sus características copas sobre la mesa. Su afrutada identidad se combina con los batidos, cuando se les añade leche.
El producto era atractivo, pero solo con zumos no era viable, por lo que sumaron sólidos, como tortitas, crepes o sandwiches. En la actualidad, además del local del centro, Frutolandia –cuyo origen inicial se sitúa en una zumería barcelonesa– está en Aragonia, Puerto Venecia y Grancasa, a las que se suma otra en Valencia.
En el panorama actual irrumpen otras ideas que cautivan en el paladar y en las redes sociales. Es el caso de Churrísimo, que abrió hace poco más de un año. En este local de la calle Mayor de la capital aragonesa ofrecen una amplia carta que incluso reta a los más lamineros, ya que las combinaciones son muy dulces.
Además de los churros –que no abandonan ni en verano–, se observan tres pilares: los cremosos frapés, ‘smoothies’ y ‘milkshakes’ (batidos). Los frapés suelen contener café –puede ser sin cafeína–, que se combina con caramelo, galleta Lotus, chocolate blanco u Oreo –el que más triunfa–. Dentro del capítulo de los ‘smoothies’ persuade el de naranja con zanahoria, frutos rojos y coco con piña. No todo es el sabor, la textura también cobra protagonismo. "Agregamos helado o cereales, por ejemplo", ejemplifican Edith Stead y José María Álvarez, al frente de Churrísimo.
Es un sinfín de posibilidades, entre las que los más atrevidos incluyen verduras. "Contiene manzana, piña y espinacas", enumera Enrique Hernández, a la vez que pone un vaso sobre la mesa de Kachonwaa, en la plaza de San Felipe de Zaragoza. A pesar de tener una carta, se ajustan a las preferencias de los clientes. Ofrecen azaí, pitaya o frutas más conocidas, pero siempre con lo saludable por bandera. Igual que los sabores, las recetas son infinitas; incluso, hay establecimientos que añaden compuestos de proteínas.
Estos solo son algunos ejemplos de la rica carta que se encuentra en cafeterías y bares de Aragón, donde –aunque se consuman todo el año– se escuchará más el brindis estos meses, los llamen batidos o ‘milkshakes’.
