La repostería es una de las ramas de la gastronomía que tiene mucho de matemáticas, puesto que hay que respetar las cantidades al máximo y seguir la receta paso a paso si queremos conseguir el mejor y más delicioso resultado. Sin embargo, el esfuerzo merece la pena, ya que nadie puede resistirse al pase dulce de la comida. Eso sí, debemos armarnos de paciencia para dar con el punto exacto de algunas elaboraciones ya que unas claras mal montadas o una temperatura excesiva pueden echar a perder cualquier plato.

Esos son solo algunos de los errores que cometemos a la hora de preparar tartas, pasteles y hasta un bizcocho clásico y que, por consiguiente, arruinan todo nuestro trabajo en la cocina. Claro que, otro de los aspectos culinarios donde más nos equivocamos (y que peor resultado conlleva) es a la hora de elaborar una masa homogénea, con todos los ingredientes integrados y bien aireada, para que el resultado no sea un engrudo incomible. ¿La solución? Dedicar mucho tiempo a hacerlo de forma manual o apostar, de una vez por todas, por una amasadora que nos ahorre tiempo.

Para disfrutar de una de calidad, cabe destacar que no hay que invertir mucho dinero. Sirva de ejemplo este modelo firmado por Taurus, una de las marcas de electrodomésticos más populares, que, por poco más de 50 euros, ofrece todas las prestaciones reposteras que necesitamos para culminar con éxito cualquier comida. Potencia de 500 W, un vaso con capacidad para 2,5 litros, cinco velocidades, una función turbo (para que no quede ningún grumo) y dos varillas específicas (para batir y amasar) son las más destacables. ¿Quieres saber qué tartas mejorarán si incluyes una en tu cocina?

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Tres postres que salen mejor con amasadora

De queso al horno

Es uno de los postres a los que pocos pueden resistirse, pues, pues, por un lado tiene el toque dulce de la mermelada casera y, por otro, las notas saladas que solo el queso crema puede aportar. Por ello, es importante que, durante el proceso, echemos mano de una amasadora que nos ayude a dar aire a la mezcla al tiempo que evita los grumos. De este modo (y controlando bien los tiempos de horno y refrigerado), conseguiremos que el interior quede cremoso y con todos los ingredientes bien integrados.

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De limón

Fresquita, sencilla y muy sabrosa, la tarta de limón es la indicada cuando queremos triunfar con el postre sin echar mano del horno. Sin embargo, a la hora de preparar la crema, cometer errores es mucho más fácil de lo que uno cree. Por un lado, hay que utilizar una amasadora (o una batidora muy potente) para conseguir que la nata con la crema de queso, la leche y el azúcar creen una masa homogénea y, también, al añadir la gelatina, para lograr que se integre bien.

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Una red velvet

Esta es una de las recetas por las que estamos agradecidos de que la cocina americana haya llegado hasta nosotros. La textura aterciopelada y el inconfundible sabor del queso la convierten en un imprescindible en nuestro recetario más dulce. Para conseguir ese bizcocho tan característico y esponjoso, la amasadora nos ayudará a integrar todos los elementos y simplificará el proceso, ya que hay que añadir ingredientes secos y líquidos alternativamente para conseguir el mejor resultado.

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