economía

Al súper con los aragoneses en el extranjero: "Nunca habíamos notado una subida de los precios tan fuerte y en tan poco tiempo"

Paula Lázaro, profesora zaragozana que vive con su marido y dos hijas en Francia; David Velasco, joven en prácticas y Cecilia Gonzalo, erasmus, ambos en Alemania y Cristina Iranzo, estudiante en Italia, hablan de lo que se ha encarecido la cesta de la compra y las ayudas del Gobierno.

Aragoneses en Francia, Alemania e Italia.
Arriba, Paula Lázaro con su marido Cédric y sus hijas Alba y Olivia, en Francia y David Velasco (a la derecha) y Cecilia Gonzalo (abajo), en Alemania. Abajo, a la derecha, Cristina Iranzo y Gianluca Sasanelli.
H. A.

Llenar la nevera se ha encarecido en el último año no solo en España sino en toda Europa. Los aragoneses que viven en el extranjero han notado la escalada de los precios, sobre todo, de los alimentos, que ahora se empieza a controlar a fuerza del efecto de un año de subidas de los tipos de interés. En la zona euro la inflación se situó de media en el 4,3% en septiembre, pero un año antes llegó al 9,9%, según los datos de Eurostat, la agencia de estadísticas de la Comisión Europea. En noviembre de 2022 rebasó el 10%. En España ha bajado al 3,5% en octubre.

Sin embargo, al igual que en España, los alimentos siguen con aumentos muy superiores, haciendo que haya que gastar más dinero para comprar lo mismo. La subida de precio de la cesta de la compra se encuentra todavía en el 9,2% de media en septiembre, siendo del 10,5% en España. La pérdida de poder adquisitivo es menor en países con salarios más elevados como Francia y Alemania y en función de las medidas de apoyo de los Gobiernos.

La subida de los precios en la UE en septiembre

Francia: se encarece hasta la 'baguette'

Paula Lázaro, profesora zaragozana, con su familia en Francia.
Paula Lázaro, profesora zaragozana, con su familia en Francia.
H. A.

Paula Lázaro, profesora zaragozana de 44 años, lleva viviendo desde 2008 en Francia, donde está casada con Cédric, también profesor, y tiene dos hijas, Alba, de 6 años y Olivia, de 4. Esta zaragozana asegura: "Nunca habíamos notado una subida tan fuerte y en tan poco tiempo". Según los datos de Eurostat, los precios de la alimentación se han encarecido un 9,8% en septiembre en Francia, después de llegar al 15% en mayo. La inflación en general se encuentra en el 5,7%, por encima de la media europea del 4,3%.

Sitúa el inicio del encarecimiento de los precios cuando se produjo la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. "Llevamos desde que comenzó la guerra viendo la cesta de la compra aumentar", asegura. Una compra semanal para los cuatro les solía costar menos de 200 euros, pero ahora "la factura no baja de 250 euros semanales". 

"Al hacer la compra, hemos notado que productos como los congelados y los frescos se llevan la palma, según dicen, por la subida de la energía"

​"Hace un par de meses, la panadería en la que habitualmente compramos el pan nos anunciaba una subida de 15 céntimos en la 'baguette' debido a todos los gastos suplementarios que debían asumir (electricidad, aumento del precio de la harina, mantequilla o azúcar)"

La subida la nota en todo tipo de productos. Al igual que en España, en el aceite de oliva es donde más se refleja el aumento de la inflación, aunque allí no sea tan habitual su consumo como aquí y en él influyan este año muchos factores como la peor cosecha en la última campaña. "El litro también ronda los 10 euros y el de girasol los 7", cuenta. "Al hacer la compra, hemos notado que los congelados y los frescos se llevan la palma, según dicen, por la subida de la energía. La subida en el café o el arroz también ha sido importante", asegura. 

Sin embargo, donde viven a diario el incremento de precios es en el alimento que más se asocia con el país, la 'baguette'. "Hace un par de meses, la panadería en la que habitualmente compramos el pan anunciaba a sus clientes una subida de 15 céntimos en la 'baguette'  debido a todos los gastos suplementarios que debían asumir (electricidad, aumento del precio de la harina, mantequilla o azúcar)", detalla. Con el alza cuesta ahora 1,20 euros. Productos de bollería como el 'pain au chocolat' (napolitana) también se ha encarecido y ha pasado de 1,10 a 1,30 euros.

Confiesa que no ha cambiado sus hábitos a la hora de hacer la compra, pero sí que aplica más el 'busque y compare'. "Hacemos la compra más importante en los grandes supermercados (aprovechando las promociones y los programas de fidelidad) e intentamos comprar los productos frescos, de temporada y locales los días de mercado en la ciudad donde vivimos", explica. Residen en Pont-Audemer, en la región de Normandía.

De cara el invierno también les ha subido la factura de la energía, ya que aunque cuentan con una estufa de 'pellet', "el precio del saco lo pagamos cuatro veces más caro en septiembre de este año que el anterior". 

Evolución de la inflación de los alimentos en Europa

En la menor pérdida de poder adquisitivo han influido las ayudas por parte del Gobierno de Emmanuel Macron para paliar la pérdida de poder adquisitivo. Así, este mes los funcionarios, ambos lo son, han recibido una prima por la inflación que va de 300 a 800 euros para hacer frente a la subida de los precios. "Los docentes también hemos visto aumentar nuestro salario  desde el mes de septiembre entre 150 y 300 euros", calcula. Los trabajadores de media cuentan con unas nóminas más elevadas que los españoles, ya que el salario mínimo ronda los 1.700 euros al mes, frente a los 1.050 de nuetro país.

Además, a lo largo de estos meses el Ejecutivo galo ha hecho varios pagos por la subida de los suministros y la gasolina (el "chèque énergie" o el “chèque carburant”). Pese a ello, Paula confiesa que "aun con todo, cheques, aumentos de salarios y primas no consiguen paliar la subida del precio de la vida en general". 

"Estos días estamos escuchando que lo peor de la inflación ya ha pasado y que los precios han experimentado una ligera disminución, pero nosotros, de momento, no lo percibimos".

Alemania: botellas de aceite más baratas que en España

David Velasco, estudiante zaragozano en Stuttgart (Alemania).
David Velasco, estudiante zaragozano en Stuttgart (Alemania).
H. A.

El precio de los alimentos ha subido un 7,8% en Alemania en septiembre, pero ha llegado a crecer el triple en el pico de la escalada. La inflación media general se encuentra ahora en el 4,3%. 

"La subida la empecé a notar a mediados de 2022 diría, y ahora en los últimos dos meses ya se ha estabilizado bastante. Pero entre 2022 y 2023 se veía que cada vez que iba al supermercado habían subido 5 ó 10 céntimos los productos básicos", detalla David Velasco, joven zaragozano de 24 años que vive en los alrededores de Stuttgart, en el sur de Alemania. Lleva desde 2021 viviendo allí. El joven estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Zaragoza y se fue a Alemania para hacer un año Erasmus. "Nada más acabarlo conseguí unas prácticas en Planificación de Merchandising y me las prolongaron por seis meses más, que es lo que estoy haciendo ahora", explica. Trabaja en la sede de una firma de moda. 

"Lo que pensaba que en Alemania iba a ser el doble o triple de caro, no es así"

​"Ahora mismo puedes comprar una botella de aceite proveniente de España por 6,5 euros"

Lo que más le ha llamado la atención es que tras la comparación de productos. Una lista de productos básica en la misma cadena de supermercados en Stuttgart y en Zaragoza "lo que pensaba que en Alemania iba a ser el doble o triple de caro, no es así". De hecho, resultó ser "muy ligeramente superior a España, pero en gran cantidad de productos el precio es el mismo, e incluso a veces inferior". Pone como ejemplo que "ahora mismo puedes comprar una botella de aceite proveniente de España por 6,5 euros". Aunque el nivel de vida es más alto, con el precio de la vivienda como una de las preocupaciones de los jóvenes, el salario mínimo también supera ampliamente al español casi doblándolo.

Como estudiante que ha sido hasta hace poco, está acostumbrado a vivir con un presupuesto ajustado. Ni la inflación ni el paso a asalariado ha cambiado sus hábitos de compra. "Yo sinceramente no he cambiado mucho mis hábitos. Básicamente porque cuando llegué siendo estudiante tampoco tenía gran presupuesto y ahora que tengo salario mensual mantengo los mismos hábitos", confiesa.

Entre las ayudas aprobadas por el Gobierno se benefició cuando era estudiante del pago de 200 euros para pagar facturas de luz y gas. "También han creado el 'Deutschland Ticket' que cuesta 50 euros al mes y puedes usar todos los transportes regionales en el país", cuenta.

Cecilia Gonzalo, estudiante zaragozana en Alemania.
Cecilia Gonzalo, estudiante zaragozana en Alemania.
H. A.

Cecilia Gonzalo, de 21 años, estudiante de 4º de Físicas de la Universidad de Zaragoza, está cursando un año de Erasmus en Oldenburg, ciudad del norte del país. Reconoce que "antes no iba tanto a comprar ni me fijaba tanto en los precios". En su primera experiencia viviendo sola se ha convertido en una experta en saber las diferencias de precios entre unos supermercados y otros. "A fecha de 2 de octubre el aceite de oliva estaba a 9,33 euros el litro y a día de hoy está a 10,65 euros", comenta, sobre el súper donde suele comprar. "Según a qué supermercado vayas, los precios varían mucho", reconoce. No ha encontrado las 'gangas' de David con el litro a 6,5 euros.

Alimentos económicos como la carne de pollo tendrían un precio "bastante más alto que en España", asegura. Ha encontrado cadenas donde se pueden comprar frutas y verduras "a un precio más razonable". Cuando busca ofertas recurre a marcas blancas de algunas cadenas. 

"Algo que me ha llamado la atención es que hay muchos productos bio en todos los supermercados alemanes, y que además los precios de estos no difieren tanto con los que no lo son"

​"Los Erasmus, al ser estudiantes de la universidad, podemos comer a muy buen precio allí, ya que la comida en muchas ocasiones es más barata que comprala por nuestra cuenta"

"Algo que me ha llamado la atención es que hay muchos productos bio en todos los supermercados alemanes, y que además los precios de estos no difieren tanto de los que no lo son", añade. 

Su gasto en alimentación se ve reducido porque en las cafeterías de la universidad los precios son más asequibles. "Los erasmus, al ser estudiantes de la universidad, podemos comer a muy buen precio allí, ya que la comida en muchas ocasiones no sale más barata que comprarla por nuestra cuenta", asegura. Así, el precio de una comida completa puede costar unos 3 o 4 euros, según los platos que se elijan. "Conozco gente que prefiere comer la carne en la universidad y no tenerla que comprar en el supermercado, ya que le sale más barato así", pone como ejemplo.

Italia: la "shrinkflation" para mantener precios

Cristina Iranzo, zaragozana en Italia.
Cristina Iranzo, co su pareja, Gianluca Sasanelli y su perro Blas, que se ha llevado de España a Italia.
H. A.

Cristina Iranzo es aragonesa y Gianluca Sasanelli italiano. Ambos han estudiado Físicas, pero ella en la Universidad de Zaragoza y él en la de Nápoles. Un master en Granada para especializarse les unió, aunque ella lo hizo en Física médica y él en Astrofísica, y ahora los jóvenes, de 23 años, residen en Terracina, un municipio entre Roma y Nápoles, desde el que buscan dónde estudiar el doctorado.

Están atentos a las subidas de precios. En Italia la alimentación se ha encarecido un 8,9% en septiembre y lo ha hecho este año algunos meses por encima del 10%. De media, la inflación total se encuentra en el 5,6%, más de un punto por encima de la media europea. 

"Nuestra cesta de la compra sí que ha aumentado en comparación con lo que estábamos acostumbrados en España"

"Todos los productos alimenticios han aumentado, desde el pan hasta los quesos, las frutas (que además varias vienen de España) y las verduras en particular"​

"Nuestra cesta de la compra sí que ha aumentado en comparación con lo que estábamos acostumbrados en España", asegura Cristina. Ella no lleva viviendo mucho tiempo pero asegura que su pareja y su familia, que vive en Nápoles, "sí que han notado que todos los productos alimenticios han aumentado, desde el pan hasta los quesos, las frutas (que además varias vienen de España) y las verduras en particular".

El aceite de oliva también ha aumentado. "Nosotros compramos aceite biológico y ha aumentado un 20% en dos años", calcula. Reconoce que no han cambiado mucho los hábitos, pero comparan precios. "Aquí cerca tenemos dos supermercados, uno es más barato que el otro e intentamos buscar las ofertas y vamos allí si tenemos que hacer una compra grande, pero sobre todo para los productos frescos priorizamos la calidad", detalla.

Entre las ayudas del Gobierno, apuntan que desde hace algunos meses, con el inicio de la inflación y la guerra en Ucrania "eliminó algunos gastos sobre las facturas de la electricidad y el gas, pero ahora han sido reintegrados y las facturas han vuelto a aumentar".

Desde octubre se ha puesto en marcha el llamado "trimestre antinflación" por el que se ha conseguido definir una cesta básica de productos cuyos precios se controlan. "Los supermercados, a solicitud del Gobierno, han seleccionado algunos productos alimenticios que no aumentarán de precio durante 3 meses", explica.

Entre las subidas de precios que más preocupan, además de la cesta de la compra se encuentra la del carburante. "La gasolina aquí ha subido mucho. En verano llegó a los 2 euros por litro y ahora ha disminuido un poquito, está como a 1,8 euros", cuenta.

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