economía

Las ayudas que caducan a final de año y que harán más dura la cuesta de enero

El 31 de diciembre finalizan algunas de las medidas puestas en marcha por el Gobierno central para actuar como 'escudo social' ante el covid y los efectos económicos de la guerra de Ucrania. 

Un tren de Cercanías, a su llegada a la estación de Goya, la segunda más utilizada de la línea.
Un tren de Cercanías, a su llegada a la estación de Goya, la segunda más utilizada de la línea.
Toni Galán

El Gobierno central aprobó desde finales de 2022 un serie de ayudas y descuentos para paliar la subida de los gastos de las familias debido a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania, con la escalada de la inflación y la subida de los tipos de interés para controlar los precios y con ella de las hipotecas. Estas se han ido prorrogando este año, pero llega la hora de su fin. Muchas de estas rebajas tienen fecha de caducidad: 31 de diciembre de 2023.

El actual Ejecutivo, todavía en funciones desde que el pasado 23 de julio se celebraron elecciones generales, no ha sacado adelante más prórrogas a partir de final de año. Estas no se han contemplado en su Plan Presupuestario para 2024, pero desde el Ejecutivo han venido señalando que no quiere decir que no se puedan prorrogar. 

1. Adiós a los bonobuses y bonos de tren gratis

En diciembre del año pasado el Gobierno encabezado por Pedro Sánchez aprobó medidas como la gratuidad de los servicios de Cercanías, Rodalies y Media Distancia convencional y de las líneas de autobús de titularidad estatal para viajeros habituales, así como los descuentos del 50% de los abonos Avant, durante 2023 impulsados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

De momento, lo único que ha aprobado este martes el Consejo de Ministros es prorrogar hasta finales de enero los nuevos servicios Avant para viajeros recurrentes como los que se dan entre Zaragoza y Huesca.

En la red de Cercanías de Zaragoza, con una única línea, la que une el barrio rural de Casetas y la estación de Miraflores, el precio del billete sencillo ha sido de 1,80 euros este año. El bono es gratuito hasta final de año, previo pago de una fianza de 10 euros que se recupera (se debe solicitar) si se ha viajado un mínimo de 16 trayectos por cuatrimestre. Renfe recuerda en su página web que la gratuidad está en vigor hasta el 31 de diciembre.

Desde varios colectivos de consumidores se ha pedido que se mantengan estas rebajas, como las Asociaciones de Usuarios Recurrentes de las modalidades de servicio público de ferrocarril de Media Distancia y Altas Prestaciones de Aragón, Castilla y León, Castilla la Mancha y Galicia. Desde el verano vienen reclamando una prórroga porque consideran que la situación económica no ha mejorado. "A la vista están los datos y perspectivas proyectadas en todos los organismos para indicadores clave como precio de los alimentos, combustibles y tipos de interés que dificultan nuestra economía", han señalado.

Para no generar competencia desleal en el transporte terrestre se aprobó también la gratuidad de los abonos y títulos multiviaje a las líneas de autobús de titularidad estatal. En diciembre finaliza la bonificación del 100% del precio del billete, que necesitaba que se cumplieran una serie de requisitos como hacer como mínimo, 16 viajes al cuatrimestre, entre el 1 de mayo y el 31 de diciembre.

En el caso del autobús urbano, los viajeros se tendrán que despedir con las campanadas de los bonobuses con un 50% de descuento (30% del Gobierno central y 20% del ayuntamiento). En la ciudad de Zaragoza, los abonos de 30 días cuestan ahora 21,50 euros (sin el descuento más de 40 euros) y los de 90 días se venden a 56,45. Donde hay más diferencia es en los de 365 días, que han pasado de 380 euros a 193,55. El billete sencillo se ha mantenido en su precio anterior a los descuentos, 1,50 euros.

2. Fin de los descuentos ampliados en el bono social eléctrico y los impuestos de la factura

Factura de la luz, en una imagen de archivo.
Factura de la luz, en una imagen de archivo.
H. A.

Las primeras consecuencias económicas de la guerra en Ucrania se notaron en el precio de la factura de la luz. La electricidad se encontraba al alza tras la salida del parón del coronavirus, pero se encareció más con las tensiones con Rusia, productor de gas. Una de las decisiones del Gobierno central fue elevar los descuentos que existían para familias con pocos recursos en el recibo de la electricidad a través del bono social. Así, los consumidores vulnerables que se beneficiaban de un 25% en la factura han pasado a tener una rebaja del 65% y los vulnerables severos que tenían el 40% la han elevado a un 80%. 

En enero, si no hay cambios, estos porcentajes volverán a ser los iniciales y desaparecerá una nueva categoría que se creó para hogares con bajos ingresos particularmente afectados por la crisis energética con el llamado bono social de justicia energética. Desde organizaciones que asesoran en pobreza energética como Ecodes han alertado del fin de estos descuentos ampliados y han pedido una moratoria porque los precios siguen elevados. Ecodes presentó recientemente el informe de los diez años del programa 'Ni un hogar sin energía'. En él se destaca la importancia del llamado 'escudo social' del Gobierno para que las cifras de pobreza energética no hayan sido peores en el último año.

La subida en los recibos la notarán todos los consumidores porque finalizan también con el año las rebajas fiscales aprobadas en la factura. En enero, cuando dejen de aplicarse los tipos reducidos de los impuestos que aparecen en el recibo, los expertos calculan que se producirá una subida del 20% del coste de la electricidad. El Gobierno bajó el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) de la factura de la luz, del tipo máximo del 21% al reducido del 5% para consumidores domésticos, y el Impuesto sobre la electricidad pasó del 5,1127% al 0,5%. 

3. El IVA de los alimentos volverá al 4% y 10%

Con el año terminarán también las rebajas de impuestos que se aplican a la alimentación. Estas se aprobaron ante la escalada de los precios y se prorrogaron en junio hasta diciembre. El Gobierno calculó que los hogares se ahorrarían 1.320 millones de euros en este ejercicio por la bajada de tributos indirectos. Así, las medidas han supuesto dejar al 0% el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que se aplica a los productos de primera necesidad (pan, harina, leche, queso, huevo, frutas, verduras y legumbres, entre otros), que volverá a ser del 4% si no hay cambios. También pasará del 5% al 10% el IVA de otros productos básicos. En este último grupo se encuentran alimentos que siguen marcando máximos de precios como el aceite de oliva

La inflación ha ido descendiendo desde el año pasado, cuando hubo picos por encima del 10% en verano, hasta el actual 3,5% de media en el dato nacional de octubre adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pese a ello, el precio de los alimentos sigue registrando incrementos de dos dígitos, con un alza del 10% en la cesta de la compra, que suma ya todos los incrementos anteriores. El fin de las medidas anticrisis augura una cuesta de enero más pronunciada para muchos hogares.

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