CONSUMO

La inflación llena la cesta de la compra con productos más baratos y menos frescos

El cambio en los hábitos de consumo convierte a España en líder europeo de la marca blanca, que ya pesa un 43% en la despensa de las familias.

La cesta de la compra se ha encarecido un 11%.
La cesta de la compra.
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Comparar ofertas y supermercados, mejor pollo y huevos para suplir las proteínas de otros alimentos más caros como carnes y pescado y, sobre todo, mayor peso -más que nunca en la historia- de los productos de marca blanca en la cesta de la compra. La subida de precios experimentada en el último año ha modificado por completo los hábitos de consumo de los españoles. Una tendencia que parece haber llegado para quedarse, a pesar de que el alza de la inflación ha comenzado a moderarse desde el pico del 10,8% alcanzado en julio de 2022 al 3,5% en el que el indicador despidió septiembre.

Este lunes se conoce el IPC adelantado de octubre, que previsiblemente seguirá tensionado por la subida del precio de la energía. Y también de los alimentos, que acumulan 17 meses consecutivos creciendo a doble dígito en tasa interanual.

Con el encarecimiento de las hipotecas, la factura de la luz, el gas y el textil, a las familias no les ha quedado otro remedio que ajustar sus estrategias de compra para afrontar la subida de productos básicos alimentarios como el aceite o el azúcar. Difícil encontrar un lineal en el que el litro del oro amarillo no baje de los 8 euros. "Estamos en más del 20% de caída del consumo en el aceite, pero no hay un trasvase a otros de calidad diferente, más baratos", explica Ignacio Silva, presidente de Deoleo. "Lo que se hace es consumir menos", indica.

Para adaptarse a su nuevo poder adquisitivo, los clientes también han pasado de la proteína más cara a otras como la del pollo, "cambiando marcas de fabricante por distribución, de menor precio por kilo", explicó Javier Campo, presidente de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), durante el congreso que la asociación que agrupa a más de 3.000 empresas del sector celebró esta semana en Zaragoza.

El cambio de hábitos del consumidor hacia productos "cada vez más baratos" ha sido "muy brusco", indican, alertando que el proceso inflacionista seguirá en los próximos meses, por lo que "esta situación se va a quedar con nosotros un largo tiempo". De hecho, recuerdan que aunque se ha moderado, el precio de las materias primas necesarias para la fabricación de alimentos sigue en niveles muy superiores a los de antes de la pandemia, siendo un 30% más caro que a inicios de 2019. Y la reciente sequía y las pérdidas de las cosechas amenazan con seguir presionando al alza.

Ante este escenario, y según un reciente estudio de Aegon, un 45% de los españoles declara haber dejado de consumir algún alimento por la subida de precios. El pescado (52,5%) se encuentra en primer lugar seguido de la carne (34,9%) y la fruta (18,1%). "Es decir, muchos han eliminado de su cesta de la compra alimentos básicos, llenos de nutrientes que deberían de incluirse de manera habitual en la dieta diaria y que, por este motivo, son sustituidos por alimentos procesados y menos frescos", advierten desde la aseguradora.

No es de extrañar que en este entorno la marca blanca se haya convertido en la gran vencedora de la crisis. Nunca antes este tipo de productos había ocupado tanto peso en la cesta de la compra nacional. De hecho, España se ha convertido ya en el país de la zona euro donde más peso tienen las marcas blancas, más de un 43% sobre el total, superando así a Alemania y a Reino Unido, que ostentaban el liderazgo hasta hace poco. "La marca blanca acelera porque los salarios no acompañan y la gente hace este tipo de arbitrajes con productos más baratos", explica Javier Roza, director general de Mantequerías Arias.

La empresa, muy afectada como el resto de la industria por el alza del precio de la leche, observa no obstante que este fenómeno se está ralentizando, insistiendo en que los productos más premium y diferenciales siguen creciendo en ventas. "Los productos más caros se compran más, aunque la razón puede ser que una familia decide quedarse en casa en vez de salir a un restaurante, optando por esos productos premium".

El reto de aportar valor

En el mismo sentido se manifiesta Pilar Damborenea, directora general de General Mills Iberia. "Hay un hueco para las marcas blancas, pero tenemos que hacer el esfuerzo de conocer al consumidor y explicarles el valor que podemos aportar".

Durante su participación en el congreso organizado por Aecoc, insistió en que "ahora hay consumidores que buscan precio, pero también hay otros que quieren quedarse en casa o juntarse con sus amigos y disfrutan preparando una cena con buen producto". "Hablamos mucho del precio y lo que tenemos que hacer es animar a que haya momentos de consumo de nuestras marcas; lo importante es conocer lo que el consumidor está dispuesto a pagar y dárselo", insiste. Y apunta directamente a los más jóvenes: "Estamos ante un nuevo consumidor que mira las etiquetas, que busca productos saludables que ayuden a reducir el tiempo cocinando".

Tras unos duros ejercicios con caídas de márgenes por el descenso del poder adquisitivo de sus clientes, los empresarios del sector confían en que la campaña de Navidad ayude a terminar bien el año. "Es una época en la que a la gente le gusta comer bien", apuntan.

No obstante, un 76% de las empresas que forman parte de Aecoc considera que el consumidor seguirá sufriendo en los próximos meses el 'efecto carcoma' de la inflación en sus bolsillos.

La leche más cara de Europa

La reciente moderación de los precios de la leche, que según datos del INE ha caído desde principios de año un 0,5% en el caso de la entera y un 2% en la desnatada, no parece suficiente para la industria del sector lácteo, que lleva tiempo denunciando la pérdida de competitividad al seguir pagando los precios más altos de la materia prima en origen. Es decir, los descensos de este año no están siendo tan significativos como en otros países. Es más, las estadísticas reflejan cómo, si se compara con septiembre de 2022, los precios de la leche entera siguen subiendo un 13%, mientras que los de la desnatada lo hacen en un 11,3%.

Esto supone un problema para los fabricantes, tal y como denuncia Javier Roza, director general de uno de los grandes grupos nacionales del sector.

Costes al alza

Durante su participación en el 38 Congreso Aecoc de Gran Consumo celebrado esta semana en Zaragoza, recordó que el 80% de sus costes viene, precisamente, de la materia prima (la leche), lo que provoca un incremento del déficit comercial en las empresas que, por tanto, se acaba trasladando a la subida de precios los lineales. El precio de la mantequilla se ha encarecido un 11,1% en los últimos doce meses. Y el de los quesos y yogures, un 9,2% y un 7,8%, respectivamente, según los datos del INE. "El precio de la leche de vaca en España ha sido tradicionalmente bajo; en 2019 se pagaba de media a 32 céntimos el litro al productor, frente a la media europea que rondaba los 35", explican desde el sector. "A partir de la crisis inflacionista se llegó a máximos de 65 céntimos, y ahora se pagan alrededor de 52 céntimos en España; pero en Europa ha bajado a 45", añaden.

Es decir, de ser uno de los países más baratos se ha pasado a ser el más caro. "Eso no es bueno, porque si fabricar un producto en Alemania es más barato, una decisión lógica sería trasladar la producción a otro país", advierten en la industria.

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