La SD Huesca regresa a El Alcoraz más de cien días después

El fútbol regresa a El Alcoraz, aunque sin su afición. El estadio de la SD Huesca, allí donde más segura se siente y donde ha acumulado 38 de los 53 puntos que hasta el momento le valen para marchar cuarta, alberga este jueves a partir de las 19.30 su primer partido desde que el pasado 7 de marzo los azulgranas se impusieron al Fuenlabrada por 2-0. Ahora, 103 días después, enfrente se situará el Mirandés, uno de los conjuntos revelación de la temporada. Será un encuentro especial, no solo por el tiempo transcurrido y los puntos en juego, sino también por las circunstancias que condicionarán su desarrollo.

La vuelta a la competición de los de Míchel se produjo el jueves pasado a domicilio con una victoria por 1-3 sobre el Málaga por lo que ésta es la primera ocasión en la que el club será el responsable de que se cumpla con las estrictas medidas de seguridad que tratan de evitar cualquier posible contagio de covid-19. Con el acceso vetado al público en general, solo 200 personas, incluidos los jugadores y los cuerpos técnicos, accederán a la instalación. Los hinchas deberán de conformarse con verlo por televisión y, a este respecto, la propia entidad oscense les ha solicitado que se abstengan de realizar concentraciones cerca del campo con el fin de que no se comprometan las medidas de distanciamiento social.

Antes y durante el partido habrá varios actos de homenaje tanto a los afectados por la enfermedad como a los profesionales que se enfrentan a ella cara a cara. Se guardará un minuto de silencio, se emitirán aplausos a los veinte minutos, el capitán de la SD Huesca, previsiblemente Mikel Rico, portará un brazalete diseñado para la ocasión y en los videomarcadores se proyectarán mensajes como ‘Gracias valientes’.

El preparador de los locales, satisfecho con el rendimiento ofrecido por los suyos en la Costa del Sol, debe hacer frente a tres bajas relevantes, las de Pulido, Ferreiro y Juan Carlos; los tres se encuentran sancionados. Especialmente significativa es la del primero. El central solo se ha perdido hasta el momento dos jornadas y en las dos su equipo cayó derrotado con tres goles en contra. Así sucedió en el desplazamiento a Fuenlabrada (3-2) y en el Toralín con la Ponferradina (3-1).

De todos modos, el Huesca presume de fondo de armario y de hecho los cambios ante el Málaga resultaron decisivos por lo que el cuerpo técnico confía en el rendimiento que puedan dar sus sustitutos. Para acompañar a Sá en la zaga se postulan Insua o Datkovic, la ausencia de Juan Carlos en la medular podría ser cubierta por Eugeni y más alternativas hay en el ataque para el caso de Ferreiro con Sergio Gómez, Mboula, Mir, Cristo o Galán en la baraja. El calendario hasta completar las diez jornadas que restan en un mes va a ser frenético -el domingo sin ir más lejos espera el Albacete en el Carlos Belmonte- y buena parte del posible éxito final pasará por la gestión de los minutos y el esfuerzo.

Enfrente aparece un recién ascendido que en la Copa del Rey logró avanzar hasta las semifinales y que, tras su triunfo el domingo frente al Numancia (2-1), se colocó séptimo. Con 45 puntos acaricia la permanencia, su objetivo, y se permite el lujo de mirar hacia arriba. Fuerte como local, en Anduva el Huesca cayó por 2-0, a domicilio es el conjunto que más goles ha encajado, 31. Su técnico, Andoni Iraola, no podrá contar con el centrocampista francés Mickaël Masa, sancionado, y al lateral izquierdo Franquesa, lesionado.

Si el sueño de los burgaleses es alcanzar el ‘play off’, el de los oscenses se encuentra en el ascenso directo. Un triunfo, acompañado de un tropiezo del Cádiz, que visita al Numancia a la misma hora, les dejaría a un punto de la segunda plaza a menos de una semana de recibir a los gaditanos. Si lo que ocurra en Los Pajaritos no les sonríe, simplemente puntuar trae el premio de adelantar al Almería, que cayó el miércoles frente a Las Palmas (0-1), y hacerse con la tercera plaza.