SD Huesca

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Cuenta atrás para la salvación

La SD Huesca visita al Levante, otro equipo metido de lleno en la lucha por la permanencia, con la obligación imperiosa de sumar los tres puntos.

Moi Gómez se fotografía con varios jóvenes aficionados antes de partir hacia Valencia.
Pablo Segura

Fue la primera vez en toda la temporada en la que los jugadores emplearon la palabra final. Corría la jornada 13 y el Levante visitaba El Alcoraz, ya habían pasado cuatro encuentros con Francisco a los mandos de la SD Huesca y el equipo seguía sin conseguir la victoria más allá del 1-2 del debut en Éibar. Desde entonces se han sucedido 18 encuentros, ahora le toca a los oscenses desplazarse a Valencia y la importancia que se le otorga al partido es dos o tres grados mayor. Si ya el choque del miércoles pasado con el Celta se consideró de a todo o nada, después de haber cosechado solo un punto, el de este domingo lo es aún más. Quedan ocho compromisos hasta el final del curso y la distancia con la permanencia en Primera División sigue siendo de siete puntos. En el horizonte, la próxima semana, llega a la capital oscense, el Barcelona, el líder.

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Como se ve, los altoaragoneses están más que acostumbrados a jugar ‘finales’. Quizá al principio emplear ese término contenía una connotación de corte más motivacional. Sin embargo, con el paso de los partidos ha ido tomando un cariz más cercano a lo que realmente hace referencia, un non plus ultra. En la hoja de ruta del último tramo de la temporada, la semana que ahora se cierra estaba marcada como una gran oportunidad para quedarse muy cerca de la orilla de la salvación. No tanto por la visita al Real Madrid con la que se iniciaba, sino por los encuentros posteriores con otros dos conjuntos que chapotean por no hundirse en la Segunda División. Se escaparon las tablas en el Santiago Bernabéu en el último minuto (3-2) y volaron también dos puntos con los gallegos casi al final (3-3), para que las cuentas sigan teniendo base realista con los granotas no cabe otra que un marcador positivo.

Aunque a Francisco no le gusta realizar proyecciones ni mirar más allá de la siguiente cita, en el vestuario, como es lógico, se han hecho cuentas. Lo dijo Ferreiro el jueves, la salvación la estiman en cinco victorias más. Tras el Levante y el Barcelona, quedarán los cruces con el Rayo Vallecano, el Eibar, el Villarreal, el Valencia, el Betis y el Leganés.

A pesar de los dos últimos varapalos, el equipo y el cuerpo técnico se mantienen fuertes, no es la primera vez que les sucede. Son conscientes de que se ha de jugar con más tranquilidad los últimos tramos de los partidos y de que se han hecho muchas cosas bien. También se reconocen errores, como la gran distancia entre la línea defensiva y el centro del campo, y se hace propósito de enmienda.

Con tanto partido concentrado en pocos días, una de las circunstancias que va a condicionar el once titular por el que opte Francisco va a ser el estado físico de los futbolistas. También estudia variar el esquema táctico. El almeriense quiere un conjunto más valiente y eso podría pasar por abandonar el dibujo con tres centrales. Ya se hizo sobre la marcha contra el Celta y los suyos remontaron un 0-2 en contra. A favor de ello jugaría las piezas disponibles y las bajas, concentradas en la defensa.

Etxeita está sancionado, a Luisinho, a pesar de haber empezado a entrenar con sus compañeros una vez superada su rotura de ligamentos, aún le queda tiempo para poder volver a los terrenos de juego, y Akapo, Miramón e Insua, éste para todo lo que resta de curso, están lesionados. Así para armar la muralla que proteja a Santamaría, la misma que ha encajado nueve goles en las últimas tres jornadas, quedan disponibles los centrales Mantovani, Pulido y Diéguez, que podría regresar a la titularidad tras dos suplencias, y el lateral izquierdo Javi Galán. Para la banda derecha el abanico de opciones incluye a Yangel Herrera, el elegido de entrada en el Bernabéu y con los vigueses, Ferreiro y Pulido.

En el centro del campo, Moi Gómez y Rivera parecen inamovibles y arriba podría haber cambios. Chimy Ávila y Cucho Hernández han sido los elegidos las dos últimas ocasiones, pero no habría que descartar la vuelta de Enric Gallego en detrimento del colombiano, que bien podría ocupar el extremo derecho si Francisco se decide por una posibilidad netamente ofensiva.

La SD Huesca solo ha sumado un punto de los últimos doce posibles. La pesca puede parecer exigua, pero no es muy diferente a la conseguida por el resto de sus rivales directos. El Levante, sin ir más lejos, solo ha sacado adelante dos de sus anteriores 16 actuaciones. El pánico y el nerviosismo empieza a cundir en plazas como las del Valladolid, el Villarreal, el Celta y la de los propios granotas que, con un escaso colchón de tres puntos sobre el descenso, han otorgado igualmente al careo una importancia máxima.

Los valencianos se presentarán con los ánimos encendidos tras su último tropiezo con el Athletic (3-2) en el que se sintieron perjudicados por el árbitro y, especialmente por el VAR, y reclamando que a lo largo del curso se les han escamoteado puntos que les harían estar ahora en una situación mucho más cómoda. Curiosamente, en el duelo de ida los que se mostraron agraviados fueron los oscenses. Después de que los locales se hubiesen adelantado en dos ocasiones, en un partido en el que realizaron 32 lanzamientos, Boateng estableció el definitivo 2-2. Anteriormente, el línea había levantado el banderín y los defensas juraron y perjuraron que habían oído un silbato que les hizo detenerse. El videoarbitraje entró a revisar y dio por bueno el tanto.

Ahora, su técnico Paco López deberá lidiar con las bajas por sanción de los defensas Erick Cabaco y Rubén Vezo, además de con las ausencia del lesionado Cheick Doukouré. Por contra, regresa el macedonio Enis Bardhi, lo que le permitirá formar su centro del campo habitual. Aunque en San Mamés varió su esquema, el Levante acostumbra a jugar con tres centrales y dos jugadores en punta. Aprovecha bien los espacios y cuenta con el peligro que genera la velocidad de Morales.

La misión para la SD Huesca está clara ganar o ganar. Los tres puntos otorgarán un margen amplio para la esperanza.