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Real Zaragoza: la ruta final de Cordero

El director deportivo afronta el último mes de mercado con la hoja de trabajo bien definida: el regreso de Mollejo, el fichaje de un extremo y de un central, más dos operaciones finales, otro extremo (Bebé) y quizá un cuarto delantero.

Juan Carlos Cordero, teléfono en mano, dialoga con Escribá en las instalaciones de Pinatar Arena.
Juan Carlos Cordero, teléfono en mano, dialoga con Escribá en las instalaciones de Pinatar Arena.
Tino Gil/Real Zaragoza

El mercado de fichajes se adentra en su mes definitivo, con el Real Zaragoza ya estructurado desde una columna vertebral reconocible y media lista de tareas ya completada, pero con varias de ellas, casi la otra mitad, aún pendientes. Paso a paso, Juan Carlos Cordero ha ido dando los pespuntes necesarios para que la confección de la plantilla haya seguido una elaboración continúa y constante, segmentando y manejando las diferentes fases del mercado. Ese control de los tiempos, jerarquización de objetivos y organización del momento adecuado de cada tipo de operación (futbolistas en finalización de contrato, cesiones, traspasos, descartes de Primera...) está distinguiendo la metodología de Cordero.

Ahora, el director deportivo busca darle las costuras finales a ese proceso con un puñado de operaciones más: el regreso de Víctor Mollejo como atacante polivalente; el fichaje de dos extremos; la llegada de un central; y, si la masa salarial lo permite, un remate en forma de delantero. Es decir, hasta cinco incorporaciones pueden redondear el Real Zaragoza en este mes de agosto.

La ruta final está marcada. En mayo, la valoración y análisis de las plantilla vigente entonces y de los movimientos esperados estimó en una docena los fichajes a completar durante el mercado veraniego, siempre con la flexibilidad necesaria para adaptarse a otras circunstancias cambiantes en la evolución de estos meses: posibles traspasos no planificados, oportunidades que surjan, necesidades de última hora…

De momento, el Zaragoza ya va por siete refuerzos. Seis fichajes, más el retorno, tras su cesión en el FC Andorra, de Marc Aguado, a quien la dirección deportiva da naturaleza de incorporación, de rostro nuevo para mejorar la plantilla pasada. Al canterano, le han venido acompañando el centrocampista ofensivo Maikel Mesa (Albacete); el lateral izquierdo Quentin Lecoeuche (Valenciennes), el delantero centro Sinan Bakis (FC Andorra), el mediocentro Toni Moya (Alavés) y el delantero Sergi Enrich (Oviedo), todos ellos fichados libres, después de acabar el 30 de junio pasado sus respectivos contratos. A ellos, se les ha sumado el portero Gaetan Poussin (Girondins de Burdeos), primera operación efectuada mediante el mecanismo de un traspaso.

Ahora, el mapa de Cordero señala cinco puntos más. El primero es Víctor Mollejo. La llegada de extremos es el gran asunto pendiente. El director deportivo ha quemado casi todas las balas –le queda aún Andrés Martín (Rayo Vallecano)– de fichar extremos en propiedad, así que las cesiones son la fórmula mediante la que apuntan a venir los jugadores en esa demarcación del campo. Mollejo se perfila como la siguiente incorporación del verano en cuanto el Atlético dé luz verde a los planteamientos económicos ofrecidos por el Zaragoza.

De allí, también se trata de traer, con parecida fórmula de cesión, a Germán Valera, extremo de pie zurdo que se adapta a ambos costados y que tendría en el Zaragoza su encaje en la derecha. Cordero está intentando apurar las opciones de que el Atlético lo ceda en Segunda y con el jugador las posturas están muy próximas. Si no es él, el director deportivo puede intentar abordar otra opción compleja, Juan Cruz, con quien el Betis cuenta de momento, pero no se descarta que pueda salir cedido en el tramo final del mercado. Habrá que ver cuánto está dispuesto a esperar Cordero.

Otra vía trabajada es Andrés Martín, por quien se ha negociado con el Rayo Vallecano. Piden traspaso por el polivalente atacante andaluz, que acaba contrato el próximo año, y las condiciones de la operación se escapan de los planteamientos del Zaragoza. En todo caso, Andrés Martín seguirá siendo una opción hasta el final aunque se fichen extremos porque puede desempeñar, gracias a su versatilidad, el papel del delantero que cierre la posición. Este cuarto delantero de la plantilla (con Azón, Bakis y Enrich) debe reunir un perfil técnico y táctico muy concreto: juego al espacio, velocidad y capacidad de desmarque.

En principio, solo se abordará esta incorporación si hay masa salarial disponible y seduce algún atacante aún en el mercado, por lo que apunta a ser de las últimas operaciones del Real Zaragoza, en los días finales de agosto. Si no es así, el comodín esperado y deseado en esas funciones es Víctor Mollejo, que cumpliría rol como uno de los cuatro atacantes de banda y como uno de los cuatro delanteros.

Cordero busca, además, un extremo más. Su ilusión es Bebé y se le va a esperar lo necesario, hasta la bocina, hasta tener la certeza de si va a seguir en el Rayo Vallecano o no, por lo que sería una de esas incorporaciones finales en torno al 31 de agosto. Para entonces, al ser posible antes del 12 de agosto en el que empieza la competición, el Zaragoza quiere tener ya a Mollejo y, si todo sale en el mejor de los escenarios, a Germán Valera. Si no fructifica Bebé, se acudirán a otras alternativas posibles.

Mouriño, antes del inicio

Para esa semana del comienzo liguero, se espera también poder tener ya en plantilla a Santiago Mouriño. Es la prioridad para completar la línea de centrales. Su futuro se decidirá en torno al 5-6 de agosto, cuando el Atlético finalice la gira mundial de amistosos en la que ahora está participando el central uruguayo. Si se da luz verde a su cesión, como, en principio, se intuye en el Atlético y pronostica el Zaragoza; el club aragonés es el mejor colocado para su cesión.

De este modo, en resumen, Juan Carlos Cordero tratará esta próxima semana de amarrar a Mollejo y agotará sus opciones de conseguir la cesión de Germán Valera. Para la siguiente, el protagonismo sería para Santiago Mouriño. Y ya, la dos últimas semanas, el Zaragoza se dedicaría a los remates finales: otro extremo, con el nombre de Bebé marcando la agenda, y un otro delantero, con Andrés Martín (Rayo) en la recámara junto a otros descartes que puedan producirse en clubes de Primera.

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