Arquitectura
Las viviendas fragmentadas en cubos se adueñan de la arquitectura de Zaragoza
El 'Bauhaus', un movimiento artístico alemán del siglo XX, ha influido en los diseños de las unifamiliares de la capital aragonesa, junto con otras corrientes arquitectónicas para desarrollar casas en diferentes volúmenes.
La sobriedad y la sencillez. Bajo esta premisa nació el movimiento artístico alemán 'Bauhaus' en el siglo pasado y sus influencias (y derivados) ya comienzan a adueñarse del paisaje urbanístico de Zaragoza, con un toque contemporáneo que acabará formando un nuevo estilo. Como si jugaran al famoso Tetris, los arquitectos diseñan proyectos de viviendas unifamiliares fragmentando cubos, normalmente blancos, de una manera simple pero atractiva y funcional en su esencia.
Aunque no solo es el 'bauhaus' (cuyo significado es casa en construcción en alemán) lo que ha alimentado a esta corriente artística y arquitectónica. Se ha convertido en una mezcla de la construcción por módulos, muy en auge en los últimos tiempos, junto con la moda de dejar de lado elementos como los ornamentos para centrarse en lo que se considera arquitectura, como la luz, la geometría o los espacios. Esta manera de construir, cada vez más demandada, tiene también inspiraciones japonesas.
"La gran revolución de la arquitectura contemporánea se produce en la primera mitad del siglo XX, con el llamado movimiento moderno o también conocido como estilo internacional, propulsada por organismos como la Escuela Bauhaus, y algunos arquitectos como Walter Gropius (el fundador de dicha escuela)", precisan Nacho Calvo, Álvaro Bermudo y Ainhoa Iglesias, socios fundadores de DANA Arquitectos, despacho de arquitectura zaragozano. Ellos tienen varios proyectos con estas premisas que, además, han sido reconocidos por prestigiosas revistas de arquitectura y han recibido galardones.
"Este nuevo estilo rompía con los planteamientos clásicos de la arquitectura (la simetría perfecta, el clásico orden arquitectónico griego de columnas con volutas), y proponía una arquitectura muy sobria y de líneas muy minimalistas", detallan estos mismos expertos. Así surge esta tendencia "radical", de planteamientos con formas "muy básicas" como cubos blancos. De hecho, la propia Escuela Bauhaus, situada en Weimar, está construida con sencillez.
Esta "depuración" de las formas consiste, principalmente, en que se considera un 'accesorio' lo que son los ornamentos, y se le da mucha más importancia a otros elementos como la luz, el espacio o las geometrías de la vivienda. Este germen del minimalismo, añaden los arquitectos de DANA, es lo que ha inspirado la arquitectura de las décadas posteriores hasta la fecha, "en busca de una arquitectura mínima".
La presencia de estos cubos que se asemejan a los Lego (DANA tiene un proyecto con este nombre) está presente por muchas parcelas de Zaragoza. Principalmente, son viviendas unifamiliares, con diseño personalizado, que a veces tienen un propósito más allá de hacer formas simples. Por ejemplo, este estudio desarrolla un inmueble en un pueblecito de la provincia zaragozana con aspecto de cajas apiladas unas encima de otras. "Hace que parezca un Lego con el objetivo de definir los siguientes espacios: Un volumen de altura superior para la estancia de salón-comedor, otro ligeramente más pequeño para la zona de cocina, uno en planta superior para las habitaciones y por último uno más bajo para el garaje", aseveran.
Muchos volúmenes para contar una historia
El arquitecto jefe de Cronotopos, Álex Lezcano, definiría este tipo de inmuebles como viviendas "con volúmenes estatificados". "Al final lo que intentan es, en vez de ser una única vivienda, ser como varias en una, al menos formalmente. Todo eso tiene que ver con muchas tendencias actuales que están relacionadas con otras anteriores, como es la fenomenología. Es decir, viviendas que no se ven de una sola tacada, sino que van teniendo una experiencia, intentan generar una experiencia en el huésped y en el habitante que vaya generando un interés sobre la misma y que vaya mostrando sus diferentes caracteres", añade. Es decir, que una casa no es una fachada por un lado y por otro, sino que engloba muchas más características disfrutables.
"Los diferentes volúmenes (cubos, en este caso) lo que generan son diferentes compresiones y expansiones en relación con los lindes de las viviendas. De esa manera, vas generando 'microestancias' de lo que antes sería un jardín de toda la vida, que puede ser la piscina o un sitio para jugar...", argumenta Álex Lezcano. De allí nace esta moda, que ahora evoluciona y no se queda tan solo en los cubos o volúmenes estatificados de color blanco. "Los hay de diferentes estilos, en función de su procedencia. Se pueden hacer de ladrillo, si estamos en un entorno más de cerámica, o de hormigón si estamos en un entorno más de ciudad", añade este arquitecto. En definitiva, que cada volumen se integre y cuente una historia. Un estilo contemporáneo, que recibirá un nombre en un futuro, como ocurrió con el Bauhaus.
Lezcano opina que la arquitectura modernista de occidente tiene fuertes influencias de la japonesa. "Es una arquitectura que tiene una brillantez especial en el mundo, porque tienen esa vanguardia de la vivienda habitacional, de las diferentes características y tienen un problema primordial que es el espacio. Generan arquitecturas insólitas en el resto del mundo, como pueden ser hogares separados volumétricamente", expresa. Así, nacen viviendas que están, literalmente, separadas en diferentes cubos, donde se distribuyen distintas estancias. Hay que salir de uno de ellos para ir a la cocina, por ejemplo. Hay que pisar la calle en el trayecto.
El auge de la construcción por módulos ha facilitado que las nuevas viviendas tomen las formas ya mencionadas. Existen estudios de arquitectura en Zaragoza destinados, solamente, a construir esta tipología de inmuebles, como Metro 7. En su caso, el proyecto Minimal recoge todas las premisas anteriormente citadas: eliminando "elementos sobrantes" para reducirlo todo a lo "esencial". Así, elaboraron un hogar en Pinseque de tan solo 14 metros cuadrados que dispone de una tele, un escritorio para poder trabajar y un sofá cama, frente a una piscina. Al ser modular, se le podrían añadir más módulos para hacer de ella una casa más grande. Encajar piezas, como si se jugase al Tetris con ellas.
