Felipe Zazurca: "Yo creo en los pactos, los fiscales no somos vengadores"

El fiscal jefe de Zaragoza aborda en una entrevista con HERALDO temas como la rebaja de penas tras ley del ‘solo sí es sí’, el repunte de los delitos violentos y las agresiones machistas.

Felipe Zazurca, fiscal jefe provincial de Zaragoza, esta semana, en la sede del TSJA.
Felipe Zazurca, fiscal jefe provincial de Zaragoza, esta semana, en la sede del TSJA.
José Miguel Marco

Felipe Zazurca González (Zaragoza, 1958) es fiscal jefe provincial de Zaragoza desde 2017, a donde llegó tras ejercer el mismo cargo en Huesca. Hace un año renovó su mandato, lo que le gustaría aprovechar para reforzar la plantilla del Ministerio Público en la capital aragonesa.

Hasta el fiscal jefe interviene ahora en los juicios. ¿Se ha quedado corta la plantilla?   

Nuestra oficina precisa de más funcionarios y de una mejor redistribución, pero también hacen falta más fiscales. Ahora estamos 39, lo que considero un número escaso. Necesitaríamos un mínimo de cuatro fiscales más y esa es la meta que me marco, porque la carga de trabajo es importante y hay apartados como la vigilancia penitenciaria que necesitan más atención. Y sí, es verdad que yo también estoy haciendo juicios. No es habitual que un fiscal jefe baje a sala, pero es una decisión propia. A nivel personal, creo que es bueno no oxidarse y no hay que tener miedo a que te vean.

Se muestra partidario de las conformidades, pero hay pactos que a veces sorprenden. ¿Por qué la Fiscalía pide tantos años para luego conformarse con tan pocos?

Creo en la conformidad; es una institución buena y válida para aligerar la Justicia y llegar a un equilibrio, sobre todo en determinados casos. He hablado con el decano del Colegio de Abogados de Zaragoza, Antonio Morán, para activar un protocolo de 2009. La conformidad debe ser algo pactado con tiempo y no precipitadamente instantes antes del juicio. Debe adecuarse a los límites de la ley, que las circunstancias que la permitan (reparación del daño, drogadicción...) estén acreditadas y no metidas con ligereza para rebajar la pena. Así, es buena.

¿Pero no cree que con los pactos a veces se fuerza demasiado?

Si alguna vez se ha forzado la ley, está mal hecho. Pero yo creo en los pactos, los fiscales no somos unos vengadores acusadores. Cuando te llega por primera vez el asunto, en instrucción, es cuando haces la ponderación. Como fiscal jefe pienso que no hay que acusar siempre; hay que valorar y no tener miedo a decir: aquí no tenemos nada. Asumo que algunas rebajas son difíciles de entender.

La leve condena a la banda DDP fue fruto de un acuerdo ¿Qué cara se le queda al fiscal cuando ve a los acusados riéndose y haciéndose fotos en el banquillo?

No estuve en ese juicio. Realmente es algo negativo. En un momento dado puedes pensar que te has equivocado. Debemos buscar ganarnos más el respeto de la gente. Puede significar falta de arrepentimiento o sensación de que has colado un gol. Por lo que sería bueno que la gente llegara al juicio manteniendo estos respetos.

La Fiscalía instó la apertura de una nueva causa contra un menor condenado por asesinato para intentar probar su vinculación a una banda latina. Un juez lo ha hecho, pero el fiscal no estuvo en el interrogatorio. ¿Por qué?

Es una decisión personal. Yo no sé qué razón hubo, a lo mejor tenía otro juicio o asunto. Pero considero que la actuación del fiscal en la fase de instrucción debe ser activa. Repito, en frío y con un criterio objetivo, puede parecer que lo mejor era que el fiscal estuviera allí, pero a veces no se puede llegar a todo.

Cuántas revisiones han llegado a la Fiscalía tras la entrada en vigor de la ley del ‘solo sí es sí’?

Nos han pasado 48 para informar, se han estimado 19 y hay 7 en las que no hay o no me consta resolución. Nosotros hemos seguido el criterio de la Fiscalía General del Estado con el principio de unidad de criterio en todo el territorio. Lo que nos dice el decreto es que si la pena cabe en la nueva ley, la postura es que se mantenga.

A estas alturas, cuando ya no quedan apenas sentencias que revisar ¿qué balance hace de todo lo ocurrido?

Como Fiscalía nos limitamos a cumplir la ley y las instrucciones del Fiscal General del Estado. Es un debate jurídico y no entramos a valorar. El balance es que hay una norma que hay que aplicar, y que la retroactividad de la ley más favorable es un principio del derecho penal, no es una cuestión que se pueda dejar al arbitrio de cada caso. No estamos aquí para opinar sobre la ley.

Pero no todas las leyes generan el mismo ‘ruido’.

El Código Penal es de 1995 y ha habido muchas revisiones. A veces puede haber algunas modificaciones erráticas y eso es lo que influye en la opinión pública.

Como fiscal, ¿corresponde a la realidad esa sensación de que ha habido cientos de violadores que se han ido a la calle?

La interpretación de los casos es muy subjetiva. Ha habido algunos pero, según como miras las cosas, parece que tres son catorce y a veces el modo de expresar las situaciones en el cumplimiento de una pena no es exacto. Las penas se cumplen, pero a veces el lenguaje de la calle es llano y no entra en matices. Estas cuestiones necesitan un debate sereno.

¿Le preocupa el aumento de las violaciones en Zaragoza? Pasaron de 29 a 43 en 2022.

Me preocupa más la respuesta adecuada a este problema. No me atrevo a analizar a qué se debe. Igual es porque estamos en una sociedad más conflictiva o porque la gente está más concienciada a la hora de denunciar y denuncia más.

¿Se ha hecho más difícil para los fiscales valorar si hay consentimiento en una agresión sexual?

La declaración de la víctima siempre se ha tenido en cuenta. A veces tienes la duda porque no hay prueba directa, pero se trata de prepararnos bien y acusamos cuando vemos que hay base probatoria.

La Fiscalía suele mantener la acusación inicial en aquellos juicios donde parecen existir dudas.

Creo que si se ha llegado hasta un juicio oral es porque hay un mínimo de prueba. Tú muestras tus cartas ante el tribunal y al final es este quien decide.

La Fiscalía ha advertido a Interior de que informar a las víctimas de violencia de género de los antecedentes de su maltratador puede colisionar con el derecho a la protección de datos de él.

En el tema de violencia contra la mujer se han puesto más medios. En Zaragoza hay cinco fiscales dedicados a esto, se estudia cada caso, hay protección policial y, aún así y con todo, sigue habiendo un grave problema: muertes de mujeres y una frecuencia de agresiones notable. Pero hay que ponderar la colisión del derecho de la víctima a ser informada de una situación grave y el de la protección de datos. No tendría una respuesta y no sé si llegar hasta allí iba dar un resultado positivo.

¿Hay que hacer algo diferente a lo que se está haciendo?

Creo que hay que seguir trabajando. Cada parte tiene que valorar y repasar cómo desempeña su función . Todos tenemos que analizar cómo enfocamos el problema y si hay que rectificar, algo se rectifica. Intervienen muchos sectores juntos, pero no revueltos. Igual cabe analizar, y ya no es cuestión jurídica, desde un punto de vista social y filosófico cómo se llega a esto. Por qué en una sociedad que poco a poco evoluciona positivamente hacia la igualdad sigue sucediendo esto.

La violencia sexual no es la única que repunta. También los homicidios, las agresiones...

Yo dejaría a los sociólogos valorar si cabe hablar de que la pandemia ha causado una situación conflictiva, aunque no todo sean delitos graves. Abogados matrimonialistas alertan de que han aumentado los casos y son mucho más conflictivos que antes. No tengo conocimientos para decir si esto es causa de la pandemia, la crisis, desigualdad social... No me atrevo a pronunciarme.

"Conducir drogado parece tan o más grave que vender cocaína"

Las muertes de tráfico repuntaron de forma considerable en 2022. Algunas tuvieron una gran contestación social, por entenderse que quizás no habían sido meros accidentes. Y lo cierto es que por primera vez en Zaragoza los padres de un joven han conseguido que un atropello sea juzgado por homicidio doloso ante un jurado.

«Yo intervine en el juicio del doble atropello mortal de la discoteca Manhatan, ocurrido en 2007 en Huesca. Y ya entendí entonces que había dolo eventual, por haberse podido representar el conductor las consecuencias, pero la Sala no lo vio igual y lo condenó a cuatro años. Recurrí ante el  Supremo, pero confirmó el fallo. Ahora una acusación particular ha planteado el Jurado para un atropello mortal y la Audiencia ha dicho que para adelante. Vamos a ver qué se decide, pero no es nada fácil», señala Felipe Zazurca. 

¿Podríamos ver a la Fiscalía alineada con esa acusación particular? «Podríamos verla y no verla, es pronto para decirlo. Pero el Ministerio Público ya ha acusado en Aragón a un conductor por homicidio doloso. El dolo eventual y la culpa consciente son conceptos jurídicos muy sutiles, es muy difícil probar la intención», contesta. «Lo que habría que encontrar es la forma de castigar conductas que son francamente graves –añade–. Y conducir ebrio o drogado parece tan o más grave que vender una papelina de cocaína en la calle».

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