zaragoza

Bicicletas y patinetes de alquiler "copan" los aparcabicis públicos del Centro

La ordenanza municipal obliga a atar estos vehículos en un estacionamiento autorizado para evitar que obstruyan el tránsito peatonal. No obstante, la medida empieza a generar "problemas" de aparcamiento.

Bicicletas de alquiler en un aparcabicis del paseo de la Independencia.

Desde hace apróximadamente "una semana", usuarios de bici y patinete particulares que utilizan aparcabicis públicos en el Centro de Zaragoza se encuentran con una estampa diferente debido a la proliferación de vehículos de 'renting' que aparecen estacionados desde primera hora en estos puntos.

"Sucede en el eje de Gran Vía con Goya, en Sagasta o en Independencia, y es debido a que la furgoneta de la empresa privada que los gestiona los descarga y los deja ahí... lo cual en breves va a ocasionar más problemas de aparcamiento, porque ha empezado el despliegue ahora, pero se espera que haya muchas más", advierte Javier Tello, uno de los responsables de Zaragoza en Bici, entidad ciudadana que tiene como objetivo mejorar la experiencia de los ciclistas en la capital aragonesa.

Esta situación, que denuncian varios particulares, viene desencandenada por el nuevo pliego de condiciones que recoge la ordenanza municipal y que obliga a las empresas de explotación de bicicletas compartidas en Zaragoza a incorporar un anclaje físico para poderlas fijar al punto de estacionamiento. Así pues, a la vista de la experiencia de estos últimos años, en los que era habitual ver estos vehículos mal aparcados en aceras, calzadas y otros puntos bien dispares, la normativa municipal establece que no se podrán dejar las bicis en cualquier lugar, sino que deberán quedar atadas en un estacionamiento autorizado. "En ningún caso podrán dejarse obstruyendo el tránsito peatonal, los accesos a servicios o inmuebles o junto a la fachada de edificios", recuerdan fuentes municipales, al explicar que estas empresas -obligadas a utilizar el candado físico- han tenido un "plazo de adaptación", puesto que las compañías han necesitado geolocalizar todos los estacionamientos habilitados por el Ayuntamiento de Zaragoza.

En total, en la capital aragonesa, hay dos empresas de bici compartidas -mecánicas y eléctricas- autorizadas, que cuentan con una flota de 2.090 bicis desplegadas por la ciudad. "En Zaragoza tenemos 23.935 plazas para bicicletas. Se entiende entonces que las bicis compartidas de la foto están haciendo un uso correcto del estacionamiento y que quedan 21.845 plazas disponibles para el resto de usuarios", justifican desde el consistorio. 

En la práctica, sin embargo, varios usuarios consultados han tenido problemas de aparcamiento en puntos como Don Jaime (plaza de Ariño), Sagasta o Independencia para aparcar sus vehículos de movilidad personal en sus desplazamientos diarios a raíz de la proliferación de estas bicicletas y patinetes de alquiler que ahora tienen la obligación de anclarse a estos espacios. "Habría que reforzar el tema de los aparcamientos, y de hecho es uno de los puntos que vamos a tratar en dos semanas con el Ayuntamiento para impulsar la movilidad sostenible. Nos parece muy bien que haya empresas que puedan atar sus bicis en estos sitios, pero si llega la empresa a primera hora y te copa todos los aparcamientos de bicicleta que tienes en el Centro, y que al fin y al cabo pagamos todos, el que sale perdiendo es el usuario que no encuentra donde atar el suyo propio", señala Tello, que plantea como medida complementaria impulsar el proyecto de aparcabicis cerrados que se proyectó hace unos años para seguir fomentando el uso de este medio de transporte en los desplazamientos urbanos. 

La misma opinión comparte Arturo Sancho, miembro del Colectivo Pedalea, quien opina que esta situación plantea inconvenientes a los usuarios de bicis y patinetes particulares que se encuentran a primeras horas con estos aparcabicis públicos llenos. "Aquí se abre el siguiente debate, que es el de una empresa que está ganando dinero frente a un servicio que pone el Ayuntamiento para el usuario y las personas que utilizan sus propios vehículos, para los cuales esta proliferación de bicis de alquiler -sumada a la obligación de tener que anclarla a estos espacios- es un problema, y lo que tendría que hacer el Ayuntamiento es reforzar aquellos puntos donde más demanda hay, como es el Centro, o valorar que las empresas adjudicatarias de los servicios de movilidad compartida pagaran un canon, porque ese dinero podría servir para reforzar aquellos puntos congestionados de aparcabicis", plantea Sancho, quien recuerda además otros proyectos pendientes que han quedado "olvidados" y que supondrían una mejora en esta línea para el usuario. Entre ellos, crear una Oficina de la Bicicleta o reactivar el plan de los aparcabicis cerrados de uso mixto (residencial y de movimiento). "Si hubiera algún tipo de brigada, cuerpo o servicio que estuviera más pendiente de estas cosas, de la saturación de los aparcabicis en un momento dado o del mantenimiento de las infraestructuras ciclistas, cosas como estas se podrían solucionar más rápidamente. Los aparcabicis cerrados podría entrar también dentro de este plan. De hecho, el Ayuntamiento de Zaragoza tiene un local para este objetivo concreto en la calle Doctor Palomar, pero lleva tres años parado cuando podría estar dando un servicio tanto a gente que vive en el barrio como a aquellos que se desplazan a él. Todas estas cosas están ahí, pero ahí siguen, durmiendo el sueño de los justos...", lamenta este ciclista, miembro de Pedalea.

Por su parte, el Ayuntamiento destaca que se han creado "miles de plazas" en toda la ciudad de Zaragoza y aseguran que está previsto "seguir reforzando" este servicio, pero no ahora. "Actualmente tenemos plazas más que suficientes para atender la demanda, teniendo en cuenta que se va produciendo una rotación y movimiento de las bicis y de los patinetes", concluyen las mismas fuentes. 

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