hostelería

Los pasajes de Zaragoza se quedan sin veladores

Una interpretación más estricta de la norma de Sanidad obliga a los hosteleros a retirar las terrazas que durante las últimas semanas han podido utilizar sin problema.

El antes y el después del pasaje Argensola, con y sin veladores.
El antes y el después del pasaje Argensola, con y sin veladores.
C. P. B.

Hasta el lunes pudieron utilizarlas pero el martes, por orden de Sanidad, los hosteleros que tenían veladores en los pasajes zaragozanos se han visto obligados a retirarlos. Las mesas que antes se veían en el interior del Ciclón, del pasaje Argensola o en los bajos cubiertos de Puerta Cinegia han desaparecido de la noche a la mañana, por lo que hoy es más difícil que antes tomarse un café a resguardo.

Los responsables de los bares están sorprendidos porque en los últimos quince días no habían tenido ningún tipo de problema y, de hecho, cuentan que hasta se acercaban policías fuera de servicio a tomar refrigerios. Sin embargo, la tarde del lunes se acercaron técnicos de Sanidad que advirtieron de que este tipo de veladores se consideran espacios cerrados y, por tanto, contradicen las normativas implementadas por el Gobierno de Aragón para combatir los contagios del coronavirus. 

Desde la Asociación de Empresarios de Cafés y Bares de Zaragoza confirman que varios socios se han dirigido a ellos para denunciar esta nueva restricción y lamentan que "llueve sobre mojado" en lo que consideran una estigmatización de la hostelería. "La normativa dice que será terraza el espacio cubierto, como máximo, por dos paramentos, esté o no techado", explican, al tiempo que argumentan que "el problema, como siempre, es que no existe una interpretación unívoca de esa norma, lo que genera nuevamente una gran inseguridad jurídica". Desde el área de Sanidad de la DGA señalan que, efectivamente, los pasajes no se consideran espacios al aire libre y argumentan que el decreto del pasado 5 de noviembre lo establece a las claras. El apartado 3 de la letra a) del artículo 29 queda redactada del siguiente modo: "El aforo máximo en las terrazas será el 50% del máximo autorizado. Se considerarán terrazas a los efectos de este decreto-ley las dispuestas en el exterior del establecimiento al aire libre, con o sin cubierta superior, y con un máximo de hasta dos paramentos laterales".

En el pasaje Argensola, por ejemplo, la cafetería Tíbet tenía colocadas media docena de mesas que ayer tuvieron que recoger para poder hacer solo uso de una pequeña terraza exterior ganada a plazas de aparcamiento en la calle de Zurita. Explican los trabajadores que "por ventilación no será" porque dentro del pasaje suele haber bastante corriente que hace que se vuelven las servilletas y hasta los cubiertos. 

Hace unas semanas la interpretación más estricta de la norma de Sanidad obligó también a decenas de bares y restaurantes a renunciar a las mesas que habían colocado en sus fachadas retranqueadas. El argumento, el mismo: se consideran espacios cerrados por tener más de dos paramentos, aunque uno de ellos sea la puerta de acceso al local. El temor de muchos hosteleros es que la DGA pueda actuar de igual modo con las terrazas entoldadas de muchas calles, que generalmente están cubiertas por más de dos paredes. En este caso, es cierto que muchas de las carpas y de los elementos que se colocaron hace una década -la mayoría son de 2011 para sortear la ley antitabaco-  son desmontables, con lo que bastaría con recoger uno de los plásticos que hacen las veces de paravientos para poder hacer uso de la terraza.

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