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"Voy a comprar libros por si acaso", el comentario de los lectores en las librerías

Las librerías de Zaragoza celebran la fidelidad de sus clientes, que priman la compra en comercios de proximidad antes que las plataformas digitales.

Encontrar a un librero libre es una misión un tanto complicada. No paran entre el "¿qué me recomiendas?" y el "vengo a buscar los libros que encargué". En las librerías de Zaragoza se aprecia movimiento -aunque sin agobio y respetando aforos-. Se trata de lectores hambrientos en busca de títulos y la mayoría salen del establecimiento con más de un ejemplar en la bolsa. Al otro lado del mostrador agradecen la respuesta de estos clientes, fieles ciudadanos que han regresado tras el confinamiento de la pasada primavera. Los libreros consultados no esconden su sentimiento: se sienten "apoyados" y "revalorizados".

Tras meses cerrados, con el personal en ERTE y haciendo frente a los gastos básicos, volvieron a la actividad. "La sociedad estaba deseando tener libros", confiesa César Muñío, de la Librería París, en el paseo de Fernando el Católico. "No han sido malos meses porque la gente estaba muy concienciada en que los libros son un valor seguro y que se necesitan tanto como otras cosas", coincide Julia Millán, de Antígona, en la calle de Pedro Cerbuna, junto al campus San Francisco de la Universidad de Zaragoza. "Las encuestas parecen decir que el índice de lectura ha subido en todos los países. Se ha convertido o bien en un refugio o en una manera de interpretar la realidad que estábamos viviendo -considera Paco Goyanes de Cálamo- una de las pocas cosas positivas".

"Con el rumor del confinamiento hay gente que ha venido a cargar libros"

La idea de un nuevo encierro asoma en las conversaciones de los ciudadanos que, por si acaso, parece que han comenzado a hacer acopio desde que se decretaron las restricciones de movilidad. "Estos días que se rumorea con otro confinamiento, hay gente que ha venido a cargar libros", analiza Muñío. "No hemos notado un incremento de las ventas, pero se han escuchado comentarios del tipo 'voy a comprar libros por si acaso", señala Goyanes. Un planteamiento similar al que ha percibido Irene López desde Fontibre: "La semana pasada fue muy buena y esta semana mira cómo estamos -comenta mientras señala la fila de su local en la calle de San Miguel-. Nos dicen que si nos confinan, que no les pille sin libros". En la Librería Vidal, en la calle de Baltasar Gracián, también han notado cierto aumento del interés. "Se nota que la gente viene a comprar por si acaso, para no aburrirse", sostiene Marcos Vidal, que ha recibido más libros de segunda mano tras las limpiezas en casas durante el confinamiento.

"Nos vamos concienciando de que detrás de un comercio local hay mucha lucha"

La librería Fontibre, en la calle de San Miguel de Zaragoza.
HA

Los libros de texto son un fuerte para Fontibre, pero este septiembre no ha sido bueno. A pesar de ello, se sienten agradecidas por el resto de meses. "Al principio cuando venían me emocionaba con lágrimas en los ojos y ahora sigo agradeciéndolo porque son muy buenos clientes y personas". Irene añade que algunos son habituales, mientras que también ha detectado nuevos clientes que apuestan por el comercio pequeño. "Compraban en grandes superficies y ahora vienen a las tiendas. Nos vamos concienciando de que detrás de un comercio local hay mucha lucha, muchas familias y mucho sacrificio", defiende López. Esa idea la apoya Muñío: "Mucha gente ha vuelto al comercio tradicional porque se ha dado cuenta de cómo serían las calles de Zaragoza sin tiendas". Desde el sector manifiestan que se les ha situado como "un ejemplo de comercio de proximidad". "Las librerías son un tipo de negocio que crean cohesión social y comunidad”, opina Goyanes.

La alcaldesa de París, la gaditana Anne Hidalgo, fue tajante el otro día: "No compren en Amazon porque es la muerte de nuestras librerías". "Me agrada mucho su atrevimiento y la osadía de decir las cosas claras -opinan en la Librería París-. Tenemos que intentar ser conscientes de que todo no se puede comprar a la misma empresa, porque al final vamos a terminar en el paro. Y los libros con más razón. El libro no es más caro, tiene un precio fijo".

Librería París, de Zaragoza, en una imagen de archivo.
Oliver Duch

En Francia, las librerías están cerradas por orden gubernamental, pero Hidalgo apuesta por su apertura. "Aquí en España sería tan viable como abrir otro tipo de establecimientos", dice Julia Millán desde Antígona. Esa apertura ya se planteó durante el anterior confinamiento, recuerdan, como un reducto cultural. En Vidal también lo ven posible, dado que las librerías "son lugares en los que es fácil mantener las distancias". Los libreros defienden que han llevado los protocolos "a rajatabla". "El sector se está portando bastante bien, en especial las librerías independientes. Hemos sido un modelo de buena gestión con un extremado cuidado en los aforos, ventilación...", opinan desde Cálamo, donde es necesario enfundarse guantes para entrar.

Librería Cálamo, de Zaragoza, en una imagen de archivo.
José Miguel Marco

Las ventas por internet

En una librería se pasea por los pasillos, se lee el resumen y se pregunta a los libreros. "La venta 'online' puede paliar la falta de librerías, pero no es lo mismo. La digitalización y el comercio electrónico no es la solución. Hay comercios que venden libros que yo no les llamo librerías, son expendedores", considera Muñío. Durante los meses que las librerías estuvieron con la persiana abajo, algunas recibieron pedidos por correo electrónico o a través de las redes sociales, aunque varios establecimientos decidieron que "no era responsable" exponer a repartidores para llevar libros. Por esta razón, ahora apuestan porque la venta tradicional conviva con la digital.

Ya se está sacando punta a los lapiceros para escribir la carta a los Reyes Magos. Los libreros creen que no habrá muchos títulos relacionados con la pandemia, tal vez más con la novela policiaca. Ellos ya saben lo que van a pedir para el año que viene: "Buen tiempo para el próximo Día del Libro y para la Feria y que se puedan celebrar".