El estudio para datar el Torico y proyectar su restauración tardará "bastantes semanas"

El Museo Provincial de Teruel ha empezado a estudiar el Torico original con el objetivo de precisar su cronología y elaborar una propuesta para su restauración, después de que la emblemática escultura quedara hecha pedazos el pasado 19 de junio al derrumbarse la columna en la que se apoyaba. El centro expositivo ya ha advertido de que esta labor, que le ha sido encomendada por la Dirección General de Patrimonio del Gobierno aragonés, no tiene un plazo fijado, pero si se ha de medir en semanas, estas serán "bastantes".

El Ayuntamiento de Teruel, propietario de la obra, deberá decidir a continuación quién lleva a cabo la restauración y, antes de ello, determinar si la figura regresará en un futuro a su pedestal -desplazando a la copia en bronce que desde el pasado martes preside la plaza del Torico- o quedará guardada en un museo. Y es que la intervención será distinta si la escultura ha de estar a la intemperie y tiene que soportar alguna carga o si permanece en una vitrina.

La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, adelantó este jueves que la decisión sobre el uso futuro del Torico se tomará con el consenso del resto de la Corporación Municipal y teniendo en cuenta la opinión "de todos los turolenses". Matizó que "palpará" el sentimiento de la población a través de entidades como Interpeñas, asociaciones vecinales o el Consejo de Participación Ciudadana.

Los nueve fragmentos del Torico, que desde el accidente habían permanecido en una empresa de mestalistería de Zaragoza donde inicialmente iban a ser unidos, llegaron al museo de Teruel el pasado miércoles. La caja en la que viajaron fue este jueves desprecintada y abierta a la vista de los medios de comunicación.

"Hay pérdidas en el soporte y en la zona de las patas y habrá que ver si al encajar los cuernos, que están fracturados, faltan esquirlas", explicó la restauradora del museo turolense, Pilar Punter.

El primer paso que dará el museo será analizar la aleación de hierro con que está hecho el Torico, en un intento de datar la figura, hasta ahora de autor y fecha desconocidos, si bien se aceptaba 1858 como el año de su origen. El director del centro, Jaime Vicente Redón, afirmó que "lo lógico" es pensar que la obra pertenece "al momento en que se empieza a difundir el uso del hierro colado como elemento artístico", que en Teruel va de la mitad del siglo XIX a principios del siglo XX.

A falta de los datos que arroje el estudio, el museo intuye que el Torico pudo ser fabricado a principios del siglo XX, con el gran desarrollo que la forja artística modernista tuvo en Teruel. En los últimos días, el hallazgo por la bibliotecaria del centro, Ana Andrés, de un artículo de 1929 en el periódico ‘El Mañana’, vendría a reforzar esta tesis. La noticia habla del "bronceado" que alguien, al que se refiere como "embadurnador", le había dado al Torico para que pareciera de bronce y agradece al Ayuntamiento del momento que haya devuelto a la figura su aspecto anterior.

Para el diputado delegado de Cultura en la Diputación Provincial de Teruel -titular del museo-, Diego Piñeiro, el Torico ha quedado en manos "del mejor equipo de restauradores que hay en la provincia". El político resaltó que el trabajo que se lleve a cabo en el centro será "profesional".

Buj anunció la intención del Ayuntamiento de estudiar la restauración de todo el monumento del Torico, que incluye la fuente sobre la que se apoya la columna rematada por el simbólico astado. Uno de sus bolardos, que resultó dañado en el accidente al chocar contra él la columna derrumbada, ya ha comenzado a ser reparado por la empresa Mármoles Llorens.