La sucesión de festivos del puente de la Constitución ha ralentizado el rastreo de contagios y dilatado la espera para hacerse una PCR. Las plantillas de los centros de salud trabajan a máximo rendimiento, pero la falta de efectivos –"especialmente evidente" en fechas como estas, según denuncian los sanitarios consultados– hace que muchos ambulatorios no den abasto y tengan trabajo atrasado tanto en la realización de pruebas como en las llamadas a los contactos estrechos.

Todo esto se produce en plena séptima ola de contagios, con municipios como Jaca o Alcañiz por encima de los mil casos por cada 100.000 habitantes a una semana. Estos últimos días se están dado casos como el de María (nombre ficticio), que el pasado viernes dio positivo y comunicó sus contactos estrechos. El problema es que el grueso aún no han recibido la llamada del rastreador, y quienes lo han hecho no tienen hora para la PCR hasta mañana.

David, por su parte, se enteró este fin de semana de que la compañera de su hija había dado positivo. Su primera reacción fue llamar al Salud, donde le confirmaron que la menor era contacto estrecho y tenía que guardar cuarentena. Desde el centro de salud se pusieron en contacto con la familia ayer, pero no será hasta mañana cuando la pequeña, aislada en su domicilio, pueda hacerse la prueba pertinente.

En ambulatorios como el de Torre Ramona van "bastante mal", según confirmaron ayer sus propios trabajadores. "En las últimas horas hemos ido hasta arriba, con multitud de PCR y test de antígenos. Con los festivos se está retrasando todo mucho, pero no podemos hacer más. Estamos muchos menos que en otras olas", dijo uno de ellos.

Aunque ambulatorios como el Actur Norte o el del Arrabal aseguran ir al día con las PCR, la carga de trabajo ha aumentado prácticamente en todos, obligando incluso a alargar la jornada laboral.

El centro de salud de Sagasta, por ejemplo, tuvo que incrementar ayer por la tarde tanto el horario de rastreo como el de realización de test de antígenos con el objetivo de que no se acumularan por el puente. Mientras, el de La Almozara se reforzó la semana pasada con más enfermeros y trabajadores sociales, y aunque el rastreo continúa, este pasado fin de semana y los días festivos solo se ha estado llamando a los positivos. "A los contactos se les llama los días hábiles", indicaron.

El problema, en todo caso, no es exclusivo de Zaragoza capital. En Ejea de los Caballeros se hicieron ayer unas 120 pruebas entre PCR y test de antígenos, y de cara a mañana –hoy no se harán por ser festivo– había previstas 35 más. "Están saliendo multitud de positivos, sobre todo en escolares. Estamos híper saturados. En las últimas horas se ha acumulado el trabajo del sábado, el domingo y el lunes, y esto ha terminado afectando al rastreo. Estamos aprovechando las guardias para quitar trabajo", apuntó la coordinadora del centro, Raquel Llera.

El único aspecto positivo de este retraso, explicaron los propios sanitarios, es que puede ayudar a que haya menos falsos negativos, ya que el periodo de incubación de la covid-19 es de dos a diez días. En este sentido, desde centros como el de Torre Ramona instaron a la población a desconfiar de los síntomas catarrales, dado que la mayor parte de los nuevos casos son leves y tienden a confundirse con un resfriado. "Ante la duda, lo mejor es hacerse un test rápido en la farmacia para descartar el contagio", agregaron.