Los médicos del servicio de Urgencias del hospital Obispo Polanco de Teruel reclaman un refuerzo de la plantilla para poder hacer frente al notable aumento de trabajo sobrevenido por efecto de la pandemia de covid-19, la cual, si bien ya remite, todavía sigue generando un incremento de pacientes en el ámbito sanitario.

Según el presidente de la Junta de Personal del Obispo Polanco –elegido por votación entre los distintos representantes sindicales que integran este comité– y a su vez médico de Urgencias, Jesús Martínez Burgui, este servicio atendió durante el pasado mes de noviembre a casi mil pacientes más que en el mismo periodo correspondiente a años inmediatamente anteriores a la llegada de la pandemia. Mientras cada mes, por término medio, acuden a Urgencias en Teruel alrededor de 2.500 personas, en noviembre de 2021 han sido casi 3.500 los casos que han pasado por el servicio.

Para Martínez Burgui, el aumento de la actividad se deriva del “colapso” que sufren los centros de salud de Atención Primaria, una saturación en la que también influye la covid y que genera, a la postre, que muchos ciudadanos acudan directamente a Urgencias. A ello se añade el mayor número de enfermos que ha ocasionado la pandemia, muchos de los cuales recalan en la unidad de urgencias hospitalaria.

El aluvión de pacientes ha pillado al equipo médico de Urgencias en Teruel con huecos en sus filas, especialmente los fines de semana y las tardes, que es cuando más demanda registra el servicio. Según explica Jesús Martínez Burgui, de los 17 facultativos que había en la unidad hace pocos años, dos se fueron y en su lugar no llegó nadie. Otro profesional trabaja a media jornada y otro está de baja. Además, dos médicos ya no hacen guardias al tener más de 55 años de edad. Así las cosas, para organizar actualmente los turnos de fin de semana, tardes y noches –con tres profesionales en cada tanda–, quedan solo 11 médicos más uno a media jornada.

Desde el Departamento de Sanidad del Gobierno aragonés destacan que la plantilla estructural del servicio de Urgencias del Obispo Polanco está fijada en 12 profesionales, si bien hay otros tres médicos contratados por encima de plantilla, lo que hace que la unidad esté atendida por 15 facultativos.

“Hay médicos a los que les toca trabajar tres fines de semana seguidos y eso es una barbaridad”, denuncia Martínez-Burgui. El presidente de la Junta de Personal del Obispo Polanco destaca que los profesionales están “cansados”, pues “el trabajo sale adelante con el esfuerzo personal de cada uno”. Según relata, hay facultativos que aún no han podido disfrutar por completo de las vacaciones de verano.