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La eficacia del certificado para frenar el avance de la séptima ola en Aragón divide a los expertos

La evolución sigue al alza y se registran 134 casos, la mayor cifra en un domingo desde el 15 de agosto.

Pruebas PCR en el centro de salud del Arrabal
Pruebas PCR en el centro de salud del Arrabal
Francisco Jiménez

Los expertos mantienen opiniones contrapuestas sobre la eficacia que tendrá la solicitud del certificado covid en determinadas actividades para contener el avance de la séptima ola de contagios, que sigue su tendencia ascendente tras registrase 134 positivos, la mayor cifra correspondiente a un domingo desde el pasado 15 de agosto. Mientras que médicos y enfermeros consideran la decisión del Gobierno de Aragón como "acertada", el epidemiólogo Nacho de Blas se muestra precavido dado el escaso éxito que ha tenido esta medida en países como Francia. Todos coinciden en señalar que podría ayudar a incentivar la vacunación de los indecisos.

"El pasaporte es una forma de condicionar a buena parte de ese 10% sin inmunizar a hacerlo y basándonos en la contundencia del efecto de la vacunación es importante", defiende el presidente del Colegio de Médicos de Zaragoza, Javier García Tirado. Se muestra a favor de otras medidas "siempre que entren dentro de la razonable y sean, como hasta ahora, proporcionadas". Lo comparte Teresa Tolosana, presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza. No tiene "claro" qué otras restricciones se podrían aplicar para crear "entornos seguros" más allá de solicitar PCR negativas.

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"Es una herramienta útil desde el punto de vista sanitario", sostiene Inma Cuesta, secretaria de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas y miembro del grupo de trabajo que elabora la Estrategia de Vacunación del Ministerio de Sanidad, quien incide en que con ella se podrá impedir el acceso de personas no vacunados a espacios de mayor riesgo, "generalmente cerrados, en los que hay mucha gente y es difícil mantener la distancia interpersonal". Considera que podría incentivar la vacunación, que en Aragón se encuentra más reducida en la franja de entre 20 y 40 años.

Menos optimista se mostró De Blas, quien recuerda que se trata de un documento "fácilmente falsificable" y del que no se tiene constancia de su eficacia. En este escenario, considera mucho más útil modificar el sistema de trazabilidad de contactos para intentar dar con el foco del contagio. "En Cantabria y Asturias hacen este rastreo retrospectivo y se centran en lugares", explica. De este modo, añade, se identifican los sitios donde se están produciendo contagios masivos y, con este planteamiento, "sí que tendría sentido aplicar en ellos el pasaporte covid". Pese a todo, incide en que la solución es "volver a lo que estábamos haciendo y funcionaba", es decir, limitar horarios, aforos y aumentar la ventilación.

Para Jesús Gómez Gardeñes, profesor del Departamento de Física de la Universidad de Zaragoza, el uso del pasaporte "no es una medida perfecta", pero considera que añade "una capa más de protección intermedia antes de tener que clausurar actividades". Reconoce que, si la incidencia sigue al alza y con ella la demanda de los recursos sanitarios destinados a la covid, "se deberá retroceder".

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