Covid-19

Aragón prevé prohibir de nuevo el consumo en barras y reducir aforos ante el aumento de contagios de covid

El Ejecutivo autonómico baraja adelantar a la 1.00 el cierre del ocio nocturno. La incidencia entre los 20 y los 24 años se dispara hasta niveles de récord con más de 800 casos.

El café vuelve a las barras
Varios clientes en la barra de un bar de Zaragoza tras levantarse la prohibición la semana pasada
TONI GALAN

ACTUALIZACIÓN | Estas son las nuevas restricciones por el coronavirus en todo Aragón 

Aragón prevé adelantar el cierre del ocio nocturno a la 1.00 y el de cafeterías, bares y restaurantes a la medianoche para frenar el fuerte repunte de casos de la última semana. También prohibirá el consumo en barra y recortará aforos en pubs y discotecas. Frenará así su desescalada tras notificar 346 contagios en las últimas 24 horas, el dato más alto desde principios de mayo, y dispararse la incidencia acumulada entre los menores de 30.

El tramo de 20 a 24 años ha alcanzado los 805,7 casos por cada 100.000 habitantes a siete días y en estas próximas horas podría batir el récord de toda la pandemia, los 870,2 del 25 de octubre tras las no Fiestas del Pilar. También empeoran sus estadísticas los de 15 a 19, con 473 positivos por cada 100.000 habitantes, a más de 350 puntos de los 119 que marcan la media de la Comunidad.

El director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, se reunió este martes en la sede del Departamento de Sanidad con representantes de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón y empresarios del ocio nocturno para analizar la situación y trasladarles las medidas que se adoptarán en las próximas horas, que entrarán en vigor ya este fin de semana.

La intención, a falta de que Gobierno y comunidades autónomas debatan este miércoles otras posibles vías de actuación en el Consejo Interterritorial, sería bajar el aforo del 75% al 50% en pubs y discotecas e incluso llevar un control de los clientes, una opción que los empresarios ven "factible" y que facilitaría las labores de rastreo en caso de rebrote. Faltaría por saber si la reducción de aforo afectaría también al interior de bares y restaurantes. La correspondiente orden, según trasladaron desde el Departamento de Sanidad a los afectados, se publicará previsiblemente este jueves.

En las últimas horas, comunidades como Cataluña han anunciado el cierre de sus bares y discotecas para frenar la propagación del virus. El sector, no obstante, vuelve a sentirse "un chivo expiatorio". "No entiendo que los contagios se estén produciendo en los sitios vacacionales y lo acabemos pagando nosotros. Otra vez se nos vuelve a castigar sin tener la culpa. La reapertura ha sido modélica", afirmó el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza, Alberto Campuzano.

También lamentó que Sanidad no se reuniese con una representación oficial del sector. Fueron Braulio Cantera, de la sala Lo Intento, y David Martínez, de la Keeper, quienes se entrevistaron con el director general de Salud Pública. El primero criticó que estos negocios vuelvan a ser "los grandes ‘paganinis’ de esta historia" tras más de 400 días de cierre. "Es otro paso atrás. Apenas hemos estado abiertos tres semanas, ¿y ya hemos vuelto a ser el problema?", se preguntó.

Mayor riesgo de transmisión

Para Jesús Gómez Gardeñes, profesor titular en el Departamento de Física de la Universidad de Zaragoza, la situación actual obedece a tres motivos: una desescalada "tremendamente rápida", la reapertura del ocio nocturno y la "vertiginosa penetración" de la variante delta en el panorama nacional e internacional. "Hemos pasado del estado de alarma y el toque de queda a recuperar casi todas las actividades sociales prácticamente a pleno rendimiento en cuestión de dos meses. Antes llevábamos un coche en tercera y ahora vamos en quinta", dijo.

Pese a que los contagios no están provocando, por el momento, un mayor número de ingresos hospitalarios -en estos momentos hay 14 pacientes en uci y 61 en planta- recordó que gran parte de la población de 60 a 67 años tiene una sola dosis de Astrazeneca, con "una inmunidad lejos de lo deseable". El principal problema, según Gardeñes, es que hasta hace unos meses, cuando aparecían brotes "se decretaban cierres perimetrales, el ocio nocturno no estaba abierto y la movilidad estaba más comprometida". "Los contactos que se nos escapen pueden moverse a otros municipios y hacer que la propagación sea mucho mayor", dijo.

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