turismo en aragón

Los campings aragoneses, "ilusionados" y con un 40% de reservas para agosto

El sector espera que el turismo extranjero, que aún no ha dado "señales de vida", se reactive en otoño.

Bungalows del Camping Aneto en la localidad oscense de Benasque.
Bungalows del Camping Aneto en la localidad oscense de Benasque.
C. Aneto

Como si dieran el pistoletazo de salida en una carrera de Fórmula 1. Así describe el presidente de la Asociación de Campings de Aragón, José Manuel Ferrero, el bum de reservas que están experimentando para este verano una vez decayó el estado de alarma en España a principios de mayo. "Pasamos de 0 a 100 en tres segundos. Desde el primer día empezaron a multiplicarse sobre todo a partir del 15 de julio y agosto. Todavía no estamos a nivel de un año normal, pero creemos que si no hay retrocesos ni sustos de última hora (en referencia al coronaviruspodemos hacer un excelente verano", apunta.

Ferrero -que también es el propietario y director del Camping Lake Caspe- señala que los responsables de este tipo de alojamientos turísticos están "ilusionados" y con "muchas ganas". No obstante, advierte de que lo que más caracteriza la apertura es la necesidad. "Necesitamos abrir y trabajar porque si no va a ser complicado aguantar mucho. La mayoría abrieron en agosto de 2020, aunque fue una ventana que les permitió trabajar de 20 a 40 días. Después tuvieron que cerrar", afirma el presidente de la entidad, con 24 campings asociados (que representan el 60% de las plazas que hay en la Comunidad). En su caso, la apertura está prevista para el 17 de julio tras 16 meses de inactividad.

Según avanza Ferrero, entre el 30%-40% de las plazas ya están reservadas para este verano. "Sobre todo bungalows en agosto. Esperamos una reactivación para mitad de julio y hacer el mes siguiente muy bien, con lo cual sería una campaña prepandemia. Me refiero a 40-50 días muy buenos sobre todo en el Pirineo oscense, el resto de la región nos va a costar un poco más. Competir con Ordesa, el valle de Benasque o Sierra de Guara se antoja complicado", sostiene, al tiempo que resalta que lo "importante" es que hubiera continuidad en otoño e invierno. 

En el Camping Aneto -en el municipio oscense de Benasquecerca del 80% de los alojamientos (20 bungalows, otras 20 plazas en el albergue y otro tipo de habitaciones) están ya reservados para julio y agosto. Tal y como explica María Segura, su directora, la gente no quiere quedarse sin vacaciones en un destino "con mucho tirón". "Si todo va bien y la normativa no cambia trabajaremos bien este verano. Donde no solemos tener problemas de ocupación es con las parcelas (200)", detalla.

Este establecimiento -situado entre montañas a 1.220 metros de altura- cuenta también con restaurante, supermercado y dos piscinas climatizadas, entre otros servicios. Y excepto los duros meses de confinamiento, tras la irrupción del virus, ha estado abierto al público en todo momento. "Hemos hecho un gran esfuerzo por adaptarnos a la covid. Hemos colocado mámparas de protección por todo el camping, geles hidroalcohólicos, carteles informativos... El pasado verano contratamos a dos  personas más para el control de aforos y el tema de los desinfectantes", informa María.

Turismo español y familiar

Este verano los clientes de Camping Aneto serán ante todo nacionales (un porcentaje alto suele ser de Aragón) frente al 20% de extranjeros de otros años, principalmente holandeses. Su directora explica que desde hace dos décadas vienen participando en ferias del sector en Utrecht. "Ahora no llegamos a un 5% de turistas de fuera", dice.

Por su parte, José Manuel Ferrero asegura que los clientes extranjeros todavía no han dado "señales de vida" y recuerda que cuando uno sale de una situación complicada tiende a quedarse cerca de casa. "La caída de restricciones que ha habido en España no es la misma en el resto de Europa. Francia, que es nuestro gran proveedor de clientes, está empezando. Creo que si todo va bien y nos dejamos de tonterías probablemente en otoño el turismo extranjero se reactive. El turismo huye de los problemas y en España hay de muchos tipos", destaca el presidente de la Asociación de Campings de Aragón, que también explica que es un tipo de alojamiento diseñado para disfrutar en familia.

Mientras, Raquel León, propietaria del Camping Boltaña, hace hincapié en la falta de clientes extranjeros. "Todo el mundo va a llenar para el verano; nosotros tenemos ya reservados todos los bungalows. Pero si no hay mercado extranjero volveremos a cerrar; ese es el gran problema que tiene Aragón, que cuenta con grandes profesionales. Sin campañas de primavera y otoño, que las hace el turismo de fuera, no se puede mantener al personal. Es el que da la estabilidad de poder resistir", asegura.

Uno de los establecimientos con un alto porcentaje de clientes europeos es Camping Alquézar. Tal y como informa su administrador, Lluis Rabionet, el 55% de los clientes son franceses y un 8%, holandeses, alemanes e ingleses. "Es gente mayor que se desplaza en esta época del año a hacer barrancos y ahora no viene. Está costando empezar; no hay extranjeros. Los franceses son los reyes de los barrancos: vienen hasta de París y Bretaña", dice.

Lo que sí tienen completo son las plazas de bungalows del 20 de julio al 25 de agosto y confían que este verano sea mejor que el de 2020 (tuvieron una ocupación del 80%). "Deseamos que, conforme haya más gente vacunada, se empiece a llenar el camping", indica Rabionet, que añade: "Esperanza tenemos, pero no estamos seguros de nada".

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