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Un paseo de vértigo por la ruta de los estrechos del Ebrón

El sendero fluvial que une El Cuervo con Tormón ha sido destacado como uno de los diez más bonitos de España por la marca turística Vías Summum.

Pasarela sobre el río Ebrón.
Pasarela sobre el río Ebrón.
Allavamos.es

Antiguamente, para ir desde El Cuervo hasta Tormón no quedaba otra que recorrer la senda del río Ebrón, un afluente del Turia famoso por la limpieza y claridad de sus aguas. Siglos después, estas dos localidades turolenses, unidas ya por carretera, siguen estando conectadas por una senda fluvial que se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la zona.

Tanto es así que la marca turística Vías Summum ha destacado esta ruta por los estrechos del Ebrón como uno de los diez senderos más bonitos de España. A cualquiera que haya pasado por allí no le extrañará. Y es que esta senda fluvial está catalogada como enclave singular de flora y lugar de interés natural por su variedad paisajística, biológica y orográfica.

Si a ello se suma el punto de aventura y cierto riesgo, cruzando por pasarelas sin barandilla y puentes naturales sobre el agua, subiendo a alturas nada desdeñables para atravesar los cañones del río y salvando algunos tramos con pasos de vía ferrata, este sendero lo tiene todo para los amantes de las excursiones en la naturaleza.

Eso sí, la propuesta no es apta para todos los públicos. No se recomienda realizar esta marcha a quienes tengan vértigo, por la altura que se alcanza en algunos tramos de senda de media montaña, ni tampoco es muy recomendable para niños, debido a la extensión del recorrido y a algunos tramos un tanto delicados.

La cascada de Calicanto es uno de los puntos estrella del recorrido.
La cascada de Calicanto es uno de los puntos estrella del recorrido.
Senderos más bonitos

Ocho kilómetros con dos tramos muy diferenciados

Pertenecientes a la comarca Comunidad de Teruel, El Cuervo y Tormón se encuentran muy próximos a la capital de provincia, y este sendero se recoge dentro del programa comarcal Ándatela, que invita al visitante a conocer el entorno natural.

La ruta propuesta comienza en el merendero conocido como Pozo de la Hoya, en la localidad de El Cuervo, y llevará al senderista hasta el mismo núcleo de Tormón, en cuyas montañas nace el Ebrón. El río transcurre entre los Montes Universales y la sierra de Javalambre y, a lo largo de 21 kilómetros de extensión, se ha formado un paisaje singular, con paredes verticales estrechas, puentes naturales y riberas verdes.

La extensión de la ruta de los estrechos del Ebrón es de 8 kilómetros pero no es circular por lo que, para regresar, o bien se cuenta con transporte desde Tormón o habrá que desandar lo andado durante otros ocho kilómetros.

El recorrido se divide en dos partes diferenciadas. La primera, en el entorno de El Cuervo, es un sendero puramente fluvial que discurre junto al río. El caminante recorre la ribera atravesando puentes, algunos de ellos naturales, y avanzando por pasarelas entre paredes de piedra. En este primer tramo, la vegetación es la propia de ribera, paseando a la sombra de chopos y álamos blancos y rodeados de juncos.

Conforme el sendero se aproxima a Tormón, el paisaje cambia por completo. El segundo tramo de la ruta va ganando altura hasta transformarse en un sendero de media montaña que se asoma al fondo del cañón que el río, con la erosión del agua, ha ido escarbando en la roca. En esta parte más montañosa, las sabinas, algunas de ellas centenarias, y el pino negro son los protagonistas, junto con los matorrales de romero y aliaga que toman el relevo a los juntos de ribera.

En cuanto a la fauna, en la zona de los estrechos se pueden ver cangrejos de río caminando por el fondo de las aguas cristalinas del Ebrón. En la zona montañosa habitan zorros, jabalíes, jinetas y tejones. En el cielo es fácil ver el vuelo de rapaces como el búho real, el azor, el águila culebrera o el cernícalo.

Los principales enclaves del recorrido

Durante los ocho kilómetros del recorrido hay al menos tres puntos principales en los que merece la pena detenerse. Los estrechos del Cañamar es uno de estos enclaves que regala la ruta. Aparecen en el primer tramo, justo después de las pozas donde en verano suele haber gente bañándose. Es la parte de ribera más estrecha y hasta allí se accede por unos escalones metálicos para después avanzar a través de una pasarela junto a la pared y sobre el cauce del río.

Ya en el tramo montañoso, otro de los puntos más espectaculares del recorrido es el puente natural de la Fonseca. Creado hace miles de años, cuando el río Ebrón perforó los sedimentos que había dejado a su paso previamente, actualmente es el paso de estas características de mayores dimensiones de la ruta. La formación natural permite que el sendero cruce el río Ebrón en altura, atravesando un profundo barranco.

La guinda del sendero aparece casi llegando a Tormón. Se trata de la cascada de Calicanto, una formación de unos 20 metros de altura cubierta de vegetación y musgo. Este accidente se encuentra muy próximo al molino abandonado de Tormón, cruzando un puente de madera a la derecha del edificio en ruinas.

Advertencias para un sendero de vértigo

Quienes hacen esta ruta coinciden en que la experiencia no es apta para personas con vértigo y tampoco se puede realizar con bici. La altitud que toma el sendero en su segundo tramo no es nada desdeñable, pudiendo casi contemplar los estrechos a vista de pájaro.

Además, al estar atravesando un cañón, cabe la posibilidad de que el paso sea peligroso en época de lluvias, en caso de que se produjera una crecida del río. Por estas y otras circunstancias, se recomienda llevar ropa adecuada y calzado apto para lluvia, así como un bastón que pueda ayudar a salvar algunos pasos.

Pese a estas dificultades, por la ruta de los estrechos del Ebrón pasan anualmente más de 10.000 personas. Está cuidada y señalizada y en los últimos meses se han realizado mejoras para recuperar algunos tramos del sendero que se habían visto invadidos por la vegetación.

En julio se realizaron mejoras en los senderos de la comarca Comunidad de Teruel.
En julio se realizaron mejoras en los senderos de la comarca Comunidad de Teruel.
Heraldo

La comarca Comunidad de Teruel, con el apoyo de los ayuntamientos, se encarga del mantenimiento de este y otros 14 senderos, declarados de interés turístico por el Gobierno de Aragón. Con estas acciones se busca contribuir a su buen estado de conservación y, con ello, hacer posible que rutas como la de los estrechos del Ebrón, sean transitadas por más personas, especialmente ahora, cuando la demanda de actividades al aire libre va en aumento.

El de la Sierra de Palomera, en Torremocha; el del Carrascal, en Lidón; o el de Santa Coloma, en Pancrudo; son otros de los senderos de la zona reconocidos por su belleza. También se recomienda la ruta del nacimiento del río Mijares, en Cedrillas, o la de los Alcamines, entre las localidades de Alfambra y Galve.

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