SEMANA SANTA

Cofrades de plastilina y procesiones de pasillo

Esta extraña Semana Santa, las secciones infantiles de las cofradías tiran de imaginación, goma eva y mucha destreza a la hora de hacer manualidades.

Quizá no hayan aprendido aún ni a abrocharse un botón, pero ya dibujan capirotes y tambores con destreza. La savia nueva de las cofradías aragonesas ha vivido también una extraña Semana Santa sin poder salir a la calle. Eso sí, desde casa, los niños han demostrado que imaginación no les falta y que el aprobado en dibujo, manualidades y pretecnología lo tienen más que garantizado. Lo que más dolió a los pequeños fue la suspensión de la exaltación de instrumentos (estaban citados hasta 600 chavales el pasado 21 de marzo) y también no poder lucir sus palmas el Domingo de Ramos repletas de caramelos. No obstante, con redobles de tambor en los balcones o, incluso, procesiones de pasillo, han conseguido mantener vivo el espíritu infantil en estos días de Pascua.

¿Cómo han entretenido el tiempo los jóvenes cofrades confinados? Por ejemplo, en los integrantes del grupo de catequesis de la Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud tiraron de ingenio y goma eva para confeccionar unas coloridas palmas formadas con las siluetas de sus manos. Los zaragozanos pajes de la Dolorosa tuvieron que dejar la gola en el cajón para emplearse en labores manuales: con el mismo desparpajo que cogen las baquetas, se armaron de lápices para pintar arcoíris de apoyo a los miembros de la hermandad –sobre todo, sanitarios y policías–, que estos días luchan en primera línea contra el coronavirus. "El Domingo de Ramos también hicieron palmas de papel que compartimos con el resto de hermanos", comenta Teresa Izquierdo, vocal de pajes, en contacto continuo con los niños y sus familias. Un gesto que también se ha repetido en otras congregaciones como en la Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción y Llegada de Jesús al Calvario.

"Hemos mandado recortables de cofrades para los niños y también se están haciendo procesiones con muñecos de Lego", apunta Ana María Gutiérrez, una de las responsables de la sección infantil de los tambores de la Humildad, que maneja estos días decenas de vídeos de toques por el grupo de Whatsapp que tienen los padres de los cofrades. Esta también es la vía de comunicación para las familias de la Piedad. "Desde que estamos confinados hablamos por Skype y cada día de esta semana les invitamos a realizar un gesto diferente, como manualidades o que cuenten qué significa la Semana Santa o la cofradía para ellos", indica Francisco Leciñena, responsable de los aspirantes, como se llama a los niños de la Piedad.

Estas actividades han hecho que los niños se animen entre ellos y participen más, tal y como relata Virginia Román que, junto a Lorena Giménez, es la responsable de la sección infantil de la Cofradía de Jesús Nazareno de la capital aragonesa. Sus 'nazapeques', como les llaman cariñosamente, han respondido a las propuestas que se planteaban en el grupo de Whatsapp, como pintar los pasos titulares de cada día o hacer procesiones con muñecos. "Algunos de ellos salían a tocar los instrumentos junto al resto de la familia después de los aplausos en el balcón", concluye Román. 

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