viaje a vietnam

La zaragozana accidentada: "Si me hubieran operado en el hospital de Vietnam, no sé si podría contarlo"

Noelia Traid y María Valverde, las dos zaragozanas accidentadas en Vietnam, relatan su periplo por los hospitales de los países asiáticos hasta conseguir la operación de cadera de Noelia.

Noelia Traid y María Valverde, las zaragozanas accidentadas en Vietnam, a su vuelta a ka capital aragonesa

No era el primer viaje juntas para María Valderde y Noelia Traid, sin embargo, estas amigas zaragozanas recordarán el de Vietnam durante mucho tiempo. Dicen que ha sido "inolvidable". El pasado 11 de febrero sufrieron un accidente en moto cuando estaban haciendo una excursión por el país asiático y desde entonces han vivido un "infierno" por los hospitales vietnamitas. Este lunes llegaron a Zaragoza, donde ha terminado el periplo de estas enfermeras de 22 años.

Un día después de su llegada, ¿cómo ven la aventura?

María: Tengo una sensación muy rara.

Noelia: A mí no me ha dado tiempo a recapacitar todavía. Llegamos y fuimos directas al hospital donde nos hicieron pruebas. No soy consciente de estar ya en casa.

Han tenido en vilo a Aragón y se han hecho eco en toda España. ¿Muchas muestras de ánimo?

N: Nos llegaban muchos mensajes, pero estábamos en una burbuja, aisladas del mundo. Ayer cuando llegué al hospital y les dije que presentaba dolor de cadera y rodilla me preguntaron: "¿No serás la de Vietnam?".

M: Allí no éramos conscientes de la repercusión que estábamos teniendo. Hemos llegado aquí y todo el mundo nos conocía.

El detonante fueron las redes sociales.

N: Cuando lo subimos a Instagram, no teníamos muchas esperanzas. Nos lo aconsejó una abogada.

M: Fue entonces cuando comprobamos el poder de las redes sociales.

¿Qué hubieran hecho sin redes sociales?

N: Si me hubieran operado en el hospital público de Vietnam, no sé si podría contarlo. Se me ponen los pelos de punta cada vez que lo recuerdo, pero una noche llamé a mis padres casi despidiéndome. Asumía que si me operaban en ese hospital de Vietnam se acababa. (Se emociona).

¿Cómo era la realidad de esos hospitales?

N: No había higiene. Preguntabas cómo iba a ser la operación y lo desconocían. No sabían si iba a necesitar sangre y contestaban que lo sabrían cuando estuviera en el quirófano, pero no me preguntaron ni mi grupo sanguíneo.

M: En la rodilla le cosieron la herida abierta y le pusieron clavos para la tracción. Es lo que más problema le está dando, porque todavía tiene la infección de Vietnam. Supuraba pus y decían que no había infección, pero tenía 39º de fiebre. Bueno, le tomaban la temperatura poniendo la mano en la frente.

¿Cuál fue el peor momento?

N: El periplo por los hospitales. Estuvimos en cinco centros sanitarios diferentes y en ninguno se hacían cargo, no querían asistirme. En ninguno, excepto en el que no queríamos que me operasen, en ese estaban seguros de la intervención.

M: En este hospital retienen a la gente. Nos dijeron que habíamos conseguido salir de allí porque éramos españolas, pero que casi nadie puede salir de allí, que es como una cárcel.

N: De hecho, el médico vietnamita de una clínica privada nos pidió que contásemos lo que pasa dentro de ese hospital. Los vietnamitas saben cuándo entran, pero no cuándo salen.

¿Y qué se ve?

N: La primera noche me llevaron a hacer un escáner en una camilla y había gasas con sangre, tablas, agujas, bisturís... Además, te movía cualquiera, fueran enfermeros o no. Las camas estaban encajonadas y tenía miedo a que la paciente de al lado me arrancase la vía.

M: La gente dormía en el suelo de los rellanos. No se podía ni pasar cuando iba al supermercado a comprar comida, porque no había manutención.

¿En España estaban pendientes?

N: Desde el Hospital Miguel Servet nos ayudaron muchísimo porque veían las radiografías y hablaban con los médicos del seguro para decirles que hicieron caso a la situación. A mí en esos hospitales no me tenían en cuenta, se dirigían solo a María.

M: Y mientras tanto, yendo y viniendo a la comisaría de policía, porque nos chantajearon. Nos dijeron que si queríamos estar juntas dijéramos que había sido culpa de las dos partes. Hasta que no firmé el acuerdo, no me dejaron salir de la comisaría.

¿Cómo recibieron la noticia de que el médico español residente en Vietnam Sergio Arellano iba a colaborar?

M: Me agregó un chico a Facebook que era español y que vivía en Ho Chi Minh. Empezamos a hablar y a través de conocidos llegó la noticia hasta Sergio. Además, como había estudiado en Zaragoza, también se enteró por la noticia de HERALDO. Nos ayudó para viajar a Bangkok.

¿Quién pagó ese traslado?

M: Estuvimos toda la semana preguntándole cuánto costaba. Y nos decía que no nos preocupásemos por el dinero, que lo pagaría el seguro, pero sabíamos que no iba ser así, que era lo único que la póliza no nos cubría. El sábado por la tarde nos pidieron 25.000 euros y teníamos horas para recaudarlo. Es cierto que la clínica de Sergio pagó, pero cuando teníamos el comprobante con las transferencias.

¿De ahí el 'crowdfunding'?

M: Ya nos lo habían dicho los amigos desde España. Nos estaban viendo 35.000 personas por Instagram y si cada uno pudiera un euro podíamos llegar para pagarlo.

N: Tuvimos la suerte de que mi tío también nos lo adelantó de primeras, pero se lo tenemos que devolver.

¿Y con lo sobrante?

M: Serán unos 6.000 euros. La página (Leetchi) con la que hicimos el 'crowfunding' reembolsa proporcionalmente a cada persona según lo que han aportado. Nos pareció que era bastante justo.

¿Qué ha pagado Mapfre?

N: Hemos terminado mejor que empezamos porque al principio nos sentimos poco amparadas.

¿Cuánto les ha abonado?

M: Todavía nos tienen que pagar cosas, pero en principio todo porque nos entraban 75.000 euros por atención médica. No ha llegado, se habrá quedado en unos 60.000 euros. El problema fue que Mapfre no tenía sede en Vietnam.

N: También pagaron el viaje de mi madre, que lo organizaron. Cuando nos sacamos el seguro dijimos la frase: "Vamos a cogerlo bueno, que si me rompo una cadera quiero que me operen en España". Lo que no entraba era el viaje en avión medicalizado hasta Tailandia.

¿Qué secuelas puede tener esta fractura?

N: Dentro de unos años ya sé que me tendré que volver a operar y ponerme una prótesis de cadera. No obstante, lo que más me preocupa ahora es la infección de la rodilla.

No terminaron el viaje por Vietnam, ¿para cuándo el final?

N: No, no cruzo la frontera de ese país nunca más.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión