Aragón

El precio del pescado fresco se dispara entre un 20% y un 50% por los temporales marítimos

Cada familia aragonesa gastará entre 675 y 680 euros esta Navidad y destinará a la alimentación un 29%. La cotización del ternasco de Aragón y de las aves se mantiene a un coste similar al del año pasado.

Las compras navideñas de última hora y los encargos llenan estos días el Mercado Central de Zaragoza.
Raquel Labodía

Una familia aragonesa gastará de media estas fiestas navideñas entre 675 y 680 euros, según un estudio de la Unión de Consumidores de Aragón. Se estima que de este presupuesto un 29% se destina a alimentación y que en estas próximas citas a la mesa de Nochebuena y Navidad el coste del menú conjunto para cada comensal oscilará entre los 30 y 35 euros. Eso los que hayan sido previsores en las compras de pescado fresco, porque el mal tiempo en el mar y el aumento de la demanda propio de estas fechas se han aliado para que la escalada de precio se note en la práctica totalidad de las especies.

«El temporal que está afectando al Atlántico norte y al Cantábrico, toda la zona de pesca de la Comunidad Europea, ha reducido la entrada de producto a una cuarta parte de lo habitual. Estos días se están produciendo accidentes en la costa gallega», apunta Félix Escobar, presidente de la Asociación de Mayoristas de Pescado de Mercazaragoza. Ante la subida de los precios, Escobar recomienda a los clientes que «confíen» en su pescatero habitual y se dejen recomendar por un profesional para encontrar «una alternativa de calidad y asequible» a esa especie que no se puede permitir el bolsillo.

En lo que va de diciembre, la merluza y el besugo, dos de los pescados que más gozan del interés de los compradores, han visto subir su cotización un 27,7% y un 20,2%, respectivamente. A principios de mes el kilo de merluza de Galicia se podía encontrar en el puesto de José Luis López del Mercado Central de Zaragoza a 14,80 euros y este pasado viernes estaba en 18,90. En el caso del besugo, el salto ha sido de los 49,80 euros a los 59,90.

Entre los que más se han encarecido en las últimas semanas están la lubina salvaje, un 49% (de 22 euros a 32,80) y el rape, un 40,32% (de 24,80 euros a 34,80). Aunque los monarcas supremos entre el marisco son el camarón y el percebe, no se queda atrás el langostino extra de Sanlúcar, que ha visto disparado su valor en el mostrador de López de 40 euros el kilo a 68,90. Poco que ver con un más módico langostino de Ecuador, que se ha encarecido desde comienzos de diciembre un 7,43% (de 14,80 euros a 15,90).

«Hasta finales de semana no nos ha entrado percebe de Galicia, el viernes tuvimos los primeros, bastante pequeños, a 48 euros el kilo, y el sábado, ejemplares más hermosos, estaban ya en casi 140. Dependemos de lo que el mar nos quiera dar y la situación ha sido tan grave que de forma excepcional les han dejado mariscar en fin de semana», cuenta José Luis López.

El contrapunto lo ponen las carnes, que se han mantenido. El ternasco de Aragón se podía encontrar esta semana en la carnicería de Ángel Puig del Mercado Central a 12,99 euros el kilo de delantero. Mientras, por el lechal había que desembolsar 15,99 euros el kilo y el cochinillo, que se vende sobre todo por encargo, picaba 80 euros la pieza. «Los precios son los mismos que hace tres años. Según qué partes, como las paletillas, las trabajamos con mucha previsión y la competencia es muy grande», señala este carnicero.

De la misma opinión es José Carlos Gran, presidente de la Asociación de Detallistas del Mercado Central. En su negocio el capón (de Poleñino, como todas las aves que ofrece) vuelve a valer 15 euros el kilo, y la pularda, la pintada y el pato, 8,90 euros. «El pollo normal está incluso más barato que hace unas semanas, pero en estas aves típicamente navideñas el coste no ha variado nada. Lo que sí se ha notado es una mayor preferencia por el pato», apunta Gran.

El cardo vuelve al redil

Del cardo solo nos acordamos cuando llega la Navidad. Y eso que el presidente de la Asociación de Hortelanos de Zaragoza, Manuel Calle, lamenta que «cada vez se consume menos, la gente ya no sabe ni cómo se limpia» y solo los más fieles a esta verdura fresca no caen en la tentación de adquirirla enlatada. El año pasado, la grave sequía prácticamente erradicó el preciado cardo blanco de Muel de los menús navideños. Todo lo contrario se vive estos día, cuando se puede adquirir por 1,38 euros el kilo, muy lejos de los 2,50 que alcanzó en 2017, y puede seguir a la baja.

Otro detalle revelador de la bonanza del tiempo es que las consabidas uvas blancas para acompañar las 12 campanadas de Nochevieja de la variedad aledo, cultivadas en el valle de Vinalopó (Alicante), ya se pueden ver en las barquillas marcadas a 2,79 euros. El año pasado por estas mimas fechas todavía no habían hecho su aparición.

Aunque los españoles afrontan estos gastos navideños con más optimismo que sus socios europeos, también lo hacen con más cautela que el año pasado ante los augurios de una amenazante desaceleración económica. Así, al menos, se desprende del informe de consumo navideño que cada año publica la consultora Deloitte. Sin embargo, inmerso en el trasiego del Mercado Central de la capital aragonesa, Gran confía en que las ventas se puedan elevar entre un 6% y un 8% en esta campaña que comenzó con el Black Friday y a la que todavía le falta la recta final.