Un yanqui enamorado de España y de estos pueblos de Aragón
Nick O'Brien, un americano enamorado de nuestro país, lleva seis años viviendo en la capital y en sus redes sociales ha compartido un listado de sus 20 pueblos aragoneses favoritos.
NOTICIA
Que los aragoneses sepan que su comunidad es un diamante en bruto es muy relevante, pero que gente de fuera, y ya no solo turistas nacionales, sino también internacionales, elogie Aragón como si fuera su lugar de origen es de agradecer. En todo el territorio podemos disfrutar de auténticas joyas naturales y arquitectónicas verdaderamente sorprendentes. Y de esto se hacen eco tanto revistas tan prestigiosas como 'National Geographic' como periódicos de gran relevancia como 'Le Monde' o 'The Telegraph'. Al igual que lo hacen blogueros viajeros que documentan sus periplos y recomiendan a sus lectores sus lugares favoritos.
Es el caso de Nick O’Brien, un joven estadounidense que lleva casi siete años residiendo en Madrid y que se ha enamorado hasta las trancas de España. Tanto es así que su cuenta de X (antes Twitter) parece un templo donde venera nuestro país, ya que en su propio usuario se dedica a repasar las maravillas de nuestro país y entre ellas está Zaragoza y 20 pueblos de Aragón.
Los 20 pueblos más encantadores de Aragón
En su 'hilo' de X, Nick O’Brien hace una recopilación de los pueblos y pequeñas ciudades más encantadores de España, que los considera, también, los más bonitos del mundo. Hace una selección de cada Comunidad Autónoma, y en Aragón ha destacado nueve de Huesca, cinco de Zaragoza y seis de Teruel.
2. Aragón (Aragon)
— Nick O'Brien (@NickLovesSpain) January 2, 2024
- Echo
- Albarracín
- Aínsa
- Calaceite
- Lanuza
- Roda de Isábena
- Alquézar
- Torla-Ordesa
- Benasque
- Loarre
- Sallent de Gállego
- Alhama de Aragón
- Sos del Rey Católico
- Valderrobres
- Rubielos de Mora
- Cantavieja
- Mirambel
- Anento
- Moros
- Ansó… pic.twitter.com/fLeTwxfnRL
- Hecho. Destacan sus calles empedradas, los tejados y las típicas chimeneas de sus casas, así como las portaladas y los escudos. Sin duda, el principal atractivo de este pueblo es el gran bosque de hayas y abetos que conforma la exuberante Selva de Oza; su Museo de Arte Contemporáneo y, un Museo Etnológico que está instalado dentro de una típica casa chesa, Casa Mazo. Este municipio de la provincia de Huesca se encuentra a las puertas del Parque Natural de los Valles Occidentales y, muy cerca, un gran número de monumentos megalíticos del Valle de Hecho, por lo que está garantizado disfrutar de la naturaleza.
- Albarracín. Este tesoro de Aragón, uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Teruel y de España, destaca por su uniformidad de colores en toda la localidad: los tonos rojizos son su característica más llamativa. Cuenta con un castillo también conocido como Alcázar; la plaza Mayor, con el Ayuntamiento; la catedral, las iglesias de Santiago y Santa María, y un entorno natural precioso, ya que se puede dar un agradable paseo junto al río Guadalaviar.
- Aínsa. Es uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Huesca y el más bonito de España. Esta villa esconde gran cantidad de puntos interesantes: su Plaza Mayor; su casco histórico de la época medieval, lleno de calles empedradas y estrechas; el castillo-fortaleza o las increíbles vistas del Pirineo. Aquí confluyen los ríos Ara y Cinca, bajo la imponente Peña Montañesa. El entorno natural en el que se encuentra es clave en su belleza, así como su actividad turística, con una variada oferta de deportes de aventura.
- Calaceite. Este pueblo es una de las joyas del Matarraña. Sus empinadas calles y la iglesia de la Asunción son dos de las razones más claras para acercarse a verlo, que nos regala preciosas postales y espectaculares atardeceres: una razón de mucho peso para visitar Calaceite. Pero también merece la pena visitar los palacios solariegos y casas nobles, así como los poblados ibéricos de San Antonio, Tossal Redó o Els Castellans.
- Lanuza. Situado en el corazón del Valle de Tena, en los Pirineos, justo donde se embalsan las aguas del río Gállego, este precioso pueblo de piedra y pizarra de tan solo 43 habitantes es conocido por haber sido cuna de nueve justicias de Aragón, entre ellos Juan V de Lanuza. Entre sus atractivos destacan el Embarcadero Suscalar, donde se pueden practicar deportes al aire libre; la cascada natural de O Saldo de Escarrilla, el tren turístico del Valle de Tena o la Estación de Panticosa, rodeada de algunas de las cumbres más altas de los Pirineos.
- Roda de Isábena. Es el más pequeño de España con catedral, la de San Vicente. Este pequeño pueblo está situado en lo alto, y combina la belleza de sus calles con la de miradores en cada rincón. Uno de sus mayores atractivos son los paseos por los puentes medievales del río Isábena, como el románico del siglo XII, bajo la mirada del macizo del Turbón, así como visitar el palacio fortificado del Prior.
- Alquézar. Es la joya de la sierra de Guara y la caracterizan, sobre todo, tres atractivos principales: su Colegiata de Santa María la Mayor, del siglo XVI; el antiguo alcázar del siglo IX; y las pasarelas sobre el río Vero por el barranco de la Fuente. El casco urbano con la piedra a la vista y su amplia oferta gastronómica no hacen otra cosa que aumentar las ganas de visitarlo.
- Torla-Ordesa. Este pueblo de la provincia de Huesca es una joya natural de Aragón, ya que se trata de la puerta de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el Pirineo aragonés. Además de infinidad de rutas senderistas como la que lleva hasta la cascada de la Cola de Caballo, Torla también cuenta con enclaves turísticos destacados, como la iglesia de San Salvador, el Museo Etnológico o los caseríos más antiguos de la localidad.
- Benasque. Esta villa ribagorzana es el centro neurálgico del valle que lleva su nombre, el central de los tres que conforman el Parque Natural Posets-Maladeta. Su variada oferta la convierte en uno de los destinos turísticos más importantes de Aragón. Además de un precioso casco urbano con unas evocadoras calles empedradas, se pueden encontrar espectaculares construcciones como el Palacio de los Condes de Ribagorza o su iglesia parroquial de Santa María. El impresionante entorno en el que se ubica hace del Valle de Benasque un lugar ideal para la práctica de múltiples actividades deportivas tanto en verano como en invierno.
- Loarre. Esta noble villa de Huesca se extiende a los pies de su majestuoso castillo, el más importante de Aragón y una de las mejores fortalezas medievales de Europa. Pero cuenta con otros atractivos, como el antiguo ayuntamiento de estilo renacentista, que actualmente acoge una de las Hospederías de Aragón, y la iglesia de San Esteban, dotada de una singular torre, que guarda las reliquias de San Demetrio.
- Sallent de Gállego. Entre los interesantes monumentos que encontramos en este municipio está la iglesia de estilo gótico del siglo XVI y el puente medieval. Además, sus calles y rincones nos permiten dar un agradable paseo en un paisaje y entorno extraordinarios gracias a las muchas excursiones que podemos hacer también a picos e ibones cercanos. A pie por el sendero GR-11, se puede llegar desde Sallent hasta el Balneario de Panticosa, así como hay un sendero que parte desde el pueblo y da la vuelta al monte Pacino.
- Alhama de Aragón. Esta localidad de Zaragoza es conocida por sus aguas termales y por contar con un balneario con la piscina termal más grande de Europa, pero no es lo único interesante de Alhama. Merece la pena pasear por sus calles estrechas y sinuosas y descubrir la torre de una antigua fortaleza que todavía se conserva en lo alto de la localidad. Además, también hay pervivencias mudéjares en las yeserías de la iglesia parroquial de la Natividad de la Santísima Virgen.
- Sos del Rey Católico. Este municipio de la Comarca de las Cinco Villas, en la provincia de Zaragoza, conserva uno de los mejores conjuntos medievales de Aragón. Es la cuna del Rey Fernando El Católico y está declarado Conjunto Histórico-Artístico. Entre sus enclaves turísticos de obligada visita se encuentra la judería, con sus calles estrechas; la torre del homenaje de su castillo del siglo XII, que se alza en lo más alto, la plaza Mayor, la lonja, la casa consistorial y grandes casas nobiliarias.
- Valderrobres. Es uno de los pueblos más bonitos de España y está coronado por un enorme e imponente castillo, cuyas vistas de la localidad son preciosas. Es ideal para visitar en esta época, ya que se puede hacer trekking por sus inmediaciones, así como tomar espectaculares panorámicas desde la zona, especialmente al atardecer. Forma parte de la conocida como 'Toscana española', la Comarca del Matarraña, en la provincia de Teruel.
- Rubielos de Mora. Es conocido como el 'Pórtico de Aragón' por su ubicación estratégica, ya que se trata del gran mirador natural sobre el altiplano de Teruel, y su valor cultural y económico. Cuenta con gran cantidad de casas solariegas y pequeños palacios, así como con otros lugares de notable interés turístico: el antiguo convento de los Carmelitas Calzados, la ex Colegiata renacentista de Santa María la Mayor y los portales torreados de San Antonio y del Carmen.
- Cantavieja. Entre los atractivos turísticos de este pueblo de la provincia de Teruel destacan la Plaza Porticada y la solemne iglesia de la Asunción. En el interior de su Torre se puede contemplar una de las escuelas más antiguas que se conservan en Aragón, que data de 1918. Merece la pena visitar la magnífica iglesia gótica levantina, cuyo interior alberga uno de los más preciados tesoros de la localidad: su sepulcro de Alabastro. Y pasear por cualquiera de sus senderos te trasladará a lugares sorprendentes como el Mirador de la Tarayuela, La fuente de la Faldrija o las orillas del río Cantavieja.
- Mirambel. En el Maestrazgo turolense se esconde una joya medieval que encandila a visitantes, vecinos y artistas, y que te transporta al pasado. Sus calles esconden innumerables rincones preciosos entre las que se descubren monumentos de particular belleza como el Portal de las Monjas, el convento de las Agustinas Ermitañas, la Iglesia Parroquial de Santa Margarita y su bonito campanario, la ermita-santuario de San Martín y los restos del castillo de la Orden del Temple.
- Anento. Este pequeño municipio de carácter medieval, y de unos 100 habitantes censados, es un ejemplo de este resurgir de las cenizas: ha pasado de ser una aldea abandonada a convertirse en uno de los pueblos más bonitos de España. Entre sus reclamos turísticos encontramos el castillo medieval del siglo XIV y el retablo mayor de estilo gótico del siglo XV, uno de los más grandes y mejor conservados de la antigua Corona de Aragón. Además, cuenta con un entorno natural único, el manantial Aguallueve, uno de los parajes más frecuentados por los visitantes y una joya de Aragón.
- Moros. Esta pintoresca localidad se ubica en el valle del río Manubles, en la Comarca de Calatayud, y en cuyo casco urbano se respira paz y silencio. Aquí descubrimos la Iglesia de Santa Eulalia, del siglo XV, con su imponente torre y ábside mudéjares; y los restos del castillo musulmán del siglo IX en lo alto de un cerro el pueblo. En las afueras se hallan otros rincones de interés como el azud que discurre junto al río, construido en el siglo XVII, y la Ermita de la Virgen de la Vega, del siglo XVIII. Los senderos del valle del Manubles nos llevan miradores como el de San Blas, carrascas centenarias e impresionantes paredes verticales como los mallos de Las Cálcamas.
- Ansó. Es un pequeño pueblo medieval del Pirineo aragonés está declarado Conjunto Histórico-Artístico que forma parte de la asociación ‘Los pueblos más bonitos de España’. Su belleza reside en sus calles y conjunto histórico, enclavados en la naturaleza rocosa de la montaña. Entre sus intereses turísticos encontramos el Torreón Medieval y la monumental iglesia de San Pedro, austero ejemplo del gótico de transición, señalizado por su bonito campanario. Así como en su entorno se ubica la Selva de Oza, con el refugio Gabardito.
Amor por Zaragoza, una ciudad infravalorada
A pesar de ser la quinta ciudad de España en población, Nick O'Brien afirma que Zaragoza está infravalorada en general, y califica a la ciudad de tesoro oculto. El Palacio de la Aljafería, el Patio de la Infanta, la Antigua Facultad de Medicina (Paraninfo), el Palacio de Larrinaga, el Puente de Piedra o las Murallas Romanas han conquistado el corazón de este estadounidense enamorado de la capital aragonesa.
Destaca, además, lugares religiosos como la Cartuja de Aula Dei, la Basílica del Pilar o la Seo. Toda una declaración de amor hacia nuestra comunidad y la ciudad en particular.
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