Un paseo por el conjunto histórico de Barbastro: qué ver, qué hacer y dónde comer

La Catedral, la iglesia de San Francisco, el Museo Diocesano o la plaza del Mercado son algunos de los principales enclaves turísticos.

Monasterio de Nuestra Señora del Pueyo, a tres kilómetros de Barbastro
Monasterio de Nuestra Señora del Pueyo, a tres kilómetros de Barbastro
Ayto. Barbastro

La Catedral, la iglesia de San Francisco, el Museo Diocesano o la plaza del Mercado son algunos de los principales enclaves turísticos de Barbastro. Es capital de comarca y la tercera localidad más poblada de Huesca, con más de 16.900 habitantes. Se sitúa en la confluencia de los ríos Cinca y Vero y la cultura del vino está presente en cada esquina.

Quizás la ciudad no sea uno de los destinos más turísticos de Aragón, pero Barbastro cuenta con una serie de puntos de interés que merece la pena conocer. Pasar un día o dos en la localidad puede ser el complemento perfecto a unas vacaciones de turismo activo en la Sierra de Guara.

Museos, conjuntos religiosos y casas señoriales

Los principales monumentos y enclaves turísticos de Barbastro se sitúan en su casco antiguo. En él se encuentra la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, declarada Monumento Nacional y lugar ineludible en esta ruta. Su construcción data de la primera mitad del siglo XVI y es de estilo gótico con influencia renacentista. En la misma plaza se sitúa el Palacio Episcopal y, separada del templo, la torre-campanario.

Siguiendo con los espacios religiosos, la Iglesia de San Francisco se levanta a orillas del río Vero y destaca por sus grandes dimensiones. Su origen data del siglo XIII pero el complejo, tal y como se conserva hoy, es fruto de reformas posteriores, llevadas a cabo durante los siglos XVI y XVII.

Si se llega desde Huesca, antes de acceder al casco urbano de Barbastro, merece la pena hacer una parada en el Santuario del Pueyo. También conocido como Monasterio de Nuestra Señora del Pueyo, está a tres kilómetros de la ciudad y se sitúa en lo alto de una colina. Desde allí, la panorámica de todo el Somontano y de los Pirineos centrales y orientales es digna de contemplar.

En cuanto a museos, Barbastro cuenta con varios espacios expositivos para visitar. Uno de ellos es el Museo Diocesano, que se encuentra dentro del Palacio Episcopal. De visita obligada, alberga una importante colección de obras de arte religioso, tanto pintura y escultura como elementos de orfebrería y tejidos. Su exposición permanente la componen más de 300 piezas de la Corona de Aragón y también acoge muestras temporales.

Museo Diocesano de Barbastro
Museo Diocesano de Barbastro
Laura Uranga

Si se habla de Barbastro, el vino no puede faltar. Es la cuna de la Denominación de Origen y, como no podía ser de otra forma, cuenta con un museo dedicado a este caldo de los dioses. Su nombre oficial es Museo de la Ruta del Vino Somontano y es el lugar perfecto para conocer la historia de la D.O. Somontano. Junto con la parte expositiva, se realizan catas, se ofrecen conferencias y se pueden hacer otras actividades vinculadas con el vino.

Aunque no es un museo como tal, la Casa-Palacio de los Argensola es uno de los edificios más emblemáticos de Barbastro y, de vez en cuando, acoge exposiciones en su interior. Este edificio, situado en pleno casco histórico de la ciudad, se ha ganado el sobrenombre de palacio por sus dimensiones y presencia. En realidad es una casa señorial, que fue residencia de los hermanos Argensola, afamados escritores del Siglo de Oro Español, y también del general Ricardos. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil del Renacimiento aragonés y actualmente es la Casa de Cultura, con biblioteca y sala de exposiciones, y la Escuela de Música y Danza.

Además de visitar estos puntos clave de Barbastro, recorrer las calles y plazas de la localidad es ya todo un plan en sí. La plaza de la Constitución, donde se sitúa el Ayuntamiento; la del Mercado, donde se puede ver la casa natal de San José María Escrivá de Balaguer; y todo el entorno de la Catedral puede ser un buen itinerario.

La Oficina de Turismo, situada en El Moliné, es el punto de partida de esta ruta que discurre por el casco antiguo y llega también al Pozo de Hielo, en el barrio de San Juan. El itinerario tiene una duración de una hora y media aproximada y pasa por la calle de Argensola, la plaza del Mercado y la de la Constitución, el entorno de la Catedral y el Museo Diocesano, la plaza de la Candelera y el barrio del Entremuro y La Peñeta, así como por el paseo del Coso o la calle San Ramón, entre otros puntos.

Mención especial merece el paseo del Vero. Recorrer la orilla del río es un plan para no perderse en Barbastro. La historia de la localidad ha estado siempre marcada por este río junto al que, en la Edad Media, surgió una de las villas más importantes de la Corona de Aragón. A su paso por Barbastro, junto a la Iglesia de San Francisco, varios puentes cruzan el Vero en una zona reformada, perfecta para pasear. En la orilla del centro histórico, destacan las llamativas casas con fachadas pintadas de colores.

Ribera del Vero
Ribera del Vero
Turismo de Aragón

Gastronomía y buenos vinos

En Barbastro, la vinculación con el vino no es algo solo económico y comercial, sino que también forma parte de la cultura e historia de un pueblo. Por eso, en la localidad, la vida social está relacionada en buena medida con el vino. Así, entre los planes que uno puede hacer cuando visita Barbastro no puede faltar tomarse una tapa y un vino en cualquier bar del paseo del Coso o visitar una de las bodegas de la Denominación de Origen.

De la mano con el vino, de la gastronomía de Barbastro destacan restaurantes como El Trasiego (en el complejo de San Julián), el Vicctoria Gastrobar o el Vinobar (ambos en el Coso), o La bodega del Vero, un establecimiento gourmet en la calle Romero. Para el postre y la sobremesa, se puede beber una horchata en la plaza del Mercado, comer alguno de los dulces de la pastelería Iris o tomar una copa en La viuda de Vargas, a orillas del Vero.

Si la visita a Barbastro es con niños, un buen plan puede ser visitar el Núcleo Zoológico Iris donde los más pequeños podrán convivir con animales y plantas, dirigidos por guías en actividades educativas. Pavos reales, caballos, cervatillos, ovejas, gallinas o jabalíes son algunas de las especies que habitan en este espacio situado en la avenida Pirineo de Barbastro y al que solo se puede acudir con cita previa.

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