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El lince, las brujas y el ibón: propuestas del valle de Tena
Las excursiones sencillas del valle de Tena pueden ser opciones para hacer en familia, ya sea en el sombrío bosque Betato o ante la curiosidad del arco de Piedrafita.
Se llama Bubal y es un pequeño lince boreal que crece sano y fuerte en el Pirineo oscense. Este felino, que todavía no se conoce si es macho o hembra, vino al mundo hace unas semanas en Lacuniacha, el Parque Faunístico de los Pirineos ubicado en Piedrafita de Jaca. Bubal es uno de los atractivos de este verano, al que se suman las crías de otras especies, como los cérvidos, que también abrieron sus ojos por primera vez en los últimos meses, según informan desde el complejo.
Este bioparque acoge en sus 30 hectáreas de extensión una representación de especies de flora y fauna vinculadas con el paraje donde se encuentra, porque vivieron en el pasado o en la actualidad. Más de un centenar de animales, de unas 15 especies diferentes, viven en este paraje. Se trata de ejemplares que nacieron en cautividad, fueron rescatados de lugares donde no recibían los cuidados necesarios o provienen de centros de recuperación, explica Lacuniacha. Sarrios, ciervos, bisontes, lobos, muflones, gamos, zorros o renos son algunas de las especies. También osos o caballos de Przewalski.
La visita al Parque Faunístico de los Pirineos es una propuesta familiar. Cada día, sin interrupciones en todo el verano, abre sus puertas a las 11.00 y cierra a las 19.00. Aunque no sea un trayecto complicado, ya que es apto para todas las edades, se recomienda recorrer sus senderos con un calzado adecuado, con botas de montaña o deportivas.
Flora, fuana y geología. Un ejemplo del patrimonio geológico del valle lo encontramos en el arco de Piedrafita. Esta formación, hija de la erosión diferencial, llama la atención tanto como el paisaje que le abraza. De hecho, desde la Asociación Turística Valle de Tena resaltan la belleza del paseo que se descubre de camino al que algunos consideran un "monumento" geológico. La cercanía con el ibón de Piedrafita permite hacer la excursión en el día, no obstante, es aconsejable que si se realiza con niños es mejor que tengan cierta experiencia caminando, ya que el trayecto hasta el arco es más largo.
Se llega a través del ibón, según explica la entidad turística. Este lago de origen glaciar es uno de los 70 que se encuentran en el valle de Tena -200 en todo el Pirineo- y el camino hasta llegar a él es ameno y sencillo. Con salida del aparcamiento de Lacuniacha, se estima que la excursión hasta el ibón es de unas dos horas y cuarto -unos 45 minutos más si se opta por llegar hasta el arco-.
Sin embargo, también existe la opción de descubrir el paraje de La Partacua sobre ruedas, en un trenecito. El tren parte de Tramacastilla de Tena y recorre Sandiniés, el ibón, el barranco y la rinconada de Plana Mayor, Peña Telera, el Bosque Pino Rojo y Haya o el barranco Gorgol, entre otros enclaves. A través de audios enseña parte del patrimonio cultural y natural de la zona, como las historias del bosque Betato.
Este bosque fue durante años un lugar prohibido, un hayedo vetado -al parecer, de ahí el origen del nombre- donde las brujas realizaban sus aquelarres. En esas reuniones nocturnas, tal vez alrededor del fuego, surgía la magia más temida en siglos pasados.
En la actualidad la estela de los conjuros se ha convertido en leyendas y mitos que todavía corren bajo la sombra de sus hayas. Este bosque es una de la opciones más recurrentes en las planificaciones de los visitantes del valle de Tena. Sombrío, mágico y también accesible para toda la familia. "Es uno de los caminos más demandados y famosos en parte porque es sencilla, idónea para todas las edades", asienten desde la asociación de turismo de la zona.
