Solo uno de cada tres menores acosados recibió ayuda de su colegio

El 20% de los estudiantes españoles confiesa haber sufrido 'bullying', en su mayoría insultos y exclusiones, pero también agresiones.

El juego es gratuito y ya puede descargarse para Windows y Linux.
El juego es gratuito y ya puede descargarse para Windows y Linux.
Pixabay

España tiene un notable problema de acoso escolar y los colegios e institutos, en cuyas instalaciones y clases ocurre la gran mayoría de casos de 'bullying', no hacen ni mucho menos lo necesario para prevenirlo o atajarlo. Esta es la principal conclusión a la que llega el estudio 'Percepción de la sociedad española sobre el bullying', un trabajo elaborado con las opiniones de alumnos de 5 a 18 años, de sus profesores y sus padres, el primero de su tipo tras el inicio de la pandemia.

Que la dimensión del problema es importante lo deja claro que uno de cada diez niños preguntados, el 20%, confesó ante sus padres que ha sido o es víctima de acoso en su colegio. Pero, quizá, lo que más llama la atención de sus respuestas es que solo uno de cada tres chicos víctimas de 'bullying' considera que ha recibido apoyo de su centro de estudios, de la dirección o los profesores. Los respaldos les llegaron, a la mayoría, de padres y amigos, y solo en un 46% de profesores.

La percepción de las víctimas no parece muy descaminada si se tiene en cuenta que hasta el 73% de sus padres, pero también el 54% de sus profesores, considera que la falta de ayuda se debe, entre otras razones, a que las direcciones de las escuelas tratan de ocultar los episodios de acoso para evitar una imagen negativa del centro, según el trabajo realizado por la organización Educar es todo, una asociación que reúne a 59.000 padres y madres, y por la firma Totto.

Pero la ocultación solo es una de las deficiencias. Hasta la mitad de los estudiantes denuncia que su colegio no está preparado para hacer frente a los casos de acoso y que, prueba de ello, es que cuando se producen nunca se solucionan rápidamente. De nuevo, su visión coincide con la de los docentes. Más del 70% de los maestros confiesa que ni ellos ni el centro en el que trabajan están bien preparados para enfrentar este grave problema y hasta el 40% reconoce que en su colegio no hay coordinación entre dirección, profesores y familias para enfrentar el 'bullying'.

Los profesores, casi la mitad de los cuales admite conocer la existencia de casos de acoso escolar, hasta el punto de que el 15% los tiene en su propia clase, son bastante críticos con su labor, pero también con la del resto de colectivos cuya implicación es indispensable para poner fin a estos dramas. Uno de cada ocho docentes demanda una colaboración más activa de las instituciones, del centro educativo y también de los alumnos, factor clave este último para terminar con los ataques y persecuciones de compañeros.

Y es que la inmensa mayoría de los profesores (80%) piensa que los estudiantes no los respetan y que al enorme desgaste de autoridad contribuye de manera decisiva la actitud de los padres. Los docentes recomiendan para atajar esta lacra una educación más cívica, la implantación de herramientas preventivas en cada centro, y la apuesta por el diálogo como solución. Menos del 4% apunta al castigo como herramienta válida.

"Abrir los ojos"

Leo Farache, director de Educar es todo, enfatiza la necesidad de "abrir los ojos" y dar una respuesta rápida a los niños, "que suelen llevar ya tiempo sufriendo el problema cuando este llega al conocimiento de padres, profesores o del centro". "Normalmente nuestro 'me acabo de enterar' es su 'ya no puedo más'», avisa. Carmen Cabestany, presidenta de la asociación No al Acoso Escolar (Nace), que respaldó la radiografía del problema, defiende que «no hay una solución al 'bullying' sin solidaridad y unión entre los padres".

El 'bullying' es un problema que "preocupa muchísimo", según sus propias palabras, a seis de cada diez chicos en edad escolar. El 20% de ellos ha sido en alguna ocasión víctima de insultos o motes en su colegio o instituto, pero, entre las víctimas confesas, el 43% también ha sufrido exclusión social y hasta un 34% agresiones de diversa gravedad. Las cifras las corroboran los padres, pues tres de cada diez señalan que han conocido alguna situación de acoso en el centro de sus hijos. La autonomía en la que más escolares narran insultos y ataques es en el País Vasco, con el 33%, trece puntos por encima de la media, y la que menos, Castilla y León, con el 14%, seis por debajo.

El 16% de los acosados dijo ser víctima del 'ciberbullying'. La persecución le llegó a través del móvil. La práctica totalidad de los padres ve en la generalización del uso del 'smartphone' un riesgo, pues opina que la conexión temprana a internet y a las redes sociales ha agravado el acoso. De hecho, nueve de cada diez progenitores y profesores dicen que en los últimos meses, con motivo de la pandemia y los confinamientos, buena parte del acoso tomó forma digital.

Los alumnos son conscientes de su importancia a la hora de frenar a los acosadores en la escuela. El 90% dice estar dispuesto a actuar y a informar a los adultos si sabe de alguna víctima, pero su buena voluntad se contradice con la confesión de que casi un 40% de ellos ha presenciado acosos en los que nadie, ni él tampoco, hizo nada al respecto.

Entre los elementos que los padres deberían tener en cuenta para identificar situaciones de acoso en sus hijos están los episodios prolongados de tristeza y la persistencia de los niños en buscar excusas para no ir al colegio, según avisan los propios afectados.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión