Tercer Milenio

En colaboración con ITA

PCR, test de antígenos, test de anticuerpos

Covid-19: la falsa seguridad de un resultado negativo en un test

Los test son esenciales para diagnosticar, pero un resultado negativo en una PCR o un test de antígenos no es un seguro para reunirse sin medidas de protección o abrazar en Navidad. No siempre significa que la persona no está infectada, sino que, en ese momento, el test no ha podido detectar la presencia del virus.

Las PCR y los test de antígenos requieren toma de muestra nasofaríngea; mientras que los anticuerpos se analizan en sangre.
Las PCR y los test de antígenos requieren toma de muestra nasofaríngea; mientras que los anticuerpos se analizan en sangre.
Marta Pérez / Efe

"Test, test, test". Era el mensaje que lanzaba, ya en marzo, la Organización Mundial de la Salud, porque detectar los casos de covid-19 para aislarlos y frenar la transmisión de una enfermedad que contagian también personas asintomáticas era y es esencial. 

Tenemos pruebas de diagnóstico como las PCR y los test de antígenos, que detectan partes del virus SARS-CoV-2, y también pruebas de anticuerpos que detectan el efecto que produjo el virus a su paso: las moléculas que las personas producen cuando han sido infectadas. Es difícil conseguir rapidez sin perder algo de sensibilidad y cada prueba es útil en una ventana temporal determinada. ¿Qué información aportan y cuándo y en qué casos está indicada cada prueba? La confusión puede hacer que un resultado negativo cree una falsa seguridad y, a continuación, propicie una situación de riesgo para quienes le rodean.

El resultado de un test no predice el futuro: si una persona recibe un resultado negativo en la prueba de la PCR y esa misma tarde se va a merendar con un amigo asintomático pero transmisor de la enfermedad, al día siguiente podría dar positivo

Además, aunque resulte obvio, el resultado de un test no predice el futuro: si una persona recibe un resultado negativo en la prueba de la PCR y esa misma tarde se va a merendar con un amigo asintomático pero transmisor de la enfermedad, al día siguiente podría dar positivo.

La PCR y el test de antígenos detectan el virus; el test de anticuerpos, la respuesta inmunológica de la persona

Sí es sí

Identificar la presencia del coronavirus SARS-CoV-2 en nuestro organismo no es tan sencillo como se cree. Tanto los diagnósticos mediante PCR –que no son PCR de las sencillas, sino las más sofisticadas RT-qPCR– como los test de antígenos, más rápidos y económicos, detectan diferentes moléculas del virus. Las PCR detectan el material genético del SARS-CoV-2, mientras que los test de antígenos detectan proteínas de su superficie. Ambos requieren la toma de muestra nasofaríngea.

Un diagnóstico positivo en la PCR o el test de antígenos indica que esa persona está realmente infectada por el SARS-CoV-2

Ambos métodos son muy específicos porque los genes que detecta la PCR y los antígenos/proteínas del virus que detecta el test de antígenos únicamente están presentes en el SARS-CoV-2 y no en otros virus conocidos. Esto significa que un diagnóstico positivo en la PCR o el test de antígenos indica que esa persona está realmente infectada por el SARS-CoV-2. Existe la posibilidad de que se den falsos positivos (resultado positivo en el test pero en realidad la persona no está infectada), pero son rarísimos y con frecuencia atribuibles a errores técnicos durante la manipulación de las muestras.

En cuanto a la sensibilidad de estos dos métodos, la PCR es algo más sensible y además puede detectar la presencia del virus en una ventana de tiempo considerablemente más grande que el test de antígenos. 

En algunos casos, el resultado negativo del test de antígenos puede dar una falsa sensación de confianza y podría contribuir a la transmisión del coronavirus

Esto implica que, para ser eficaz, el test de antígenos ha de realizarse en un periodo más corto desde el inicio de los síntomas y produce más falsos negativos que una PCR. Es decir, si a una persona le realizan el test de antígenos y resulta ser negativa, no necesariamente significa que no está infectada, sino que en ese momento el test no ha podido detectar la presencia de las proteínas del virus. Seguramente si a esa persona le realizaran simultáneamente una PCR el resultado sería positivo. Por ello, en algunos casos, el resultado negativo del test de antígenos puede dar una falsa sensación de confianza y podría contribuir a la transmisión del coronavirus.

Cómo interpretar los resultados

Un resultado positivo en estas pruebas significa que esa persona, en ese momento, está infectada y puede contagiar a otras personas. Puede que sea sintomática, presintomática o asintomática, pero en cualquier caso debe aislarse y rastrear sus contactos estrechos para que guarden cuarentena también.

Pero también hay falsos negativos, es decir, personas infectadas que dan resultados negativos en la PCR. Especialmente si la prueba se realiza antes de los cinco días desde el contagio, cuando el virus aún está creando copias de sí mismo en nuestro cuerpo, pero esas copias no son suficientes para detectarlas mediante PCR. Algunos estudios apuntan que, en asintomáticos, estas pruebas no son capaces de excluir la infección.

Velocidad y precio

La PCR es más costosa que el test de antígenos, ya que implica la purificación del material genético del virus y su posterior determinación en unos equipos especializados. Los resultados de la PCR se consiguen en tres o cuatro horas. Lo que ocurre a nivel hospitalario es que se reciben miles muestras para procesar, y esto crea un cuello de botella que hace que los resultados se entreguen en 24 horas o más. 

Los test de antígenos son más rápidos (15 o 20 minutos) y económicos porque habitualmente vienen en formato de tiras inmunocromatográficas similares a las de los test de embarazo.

Una persona que acabe de infectarse dará negativo en el test de anticuerpos

Los test de anticuerpos o serológicos no tienen nada que ver con los test de antígenos o con las PCR, ya que aquí lo que se determina es la respuesta inmunológica de la persona infectada. Tras infectarnos con el SARS-CoV-2 (o con cualquier agente infeccioso), nuestro cuerpo pone en marcha varios mecanismos, entre ellos la producción de anticuerpos contra el virus. Esos anticuerpos son los que se determinan en estos test.

El test de anticuerpos puede ser de dos tipos. El formato ‘rápido’ (similar a los test de embarazo) requiere una pequeña punción en un dedo para extraer una sola gota de sangre; mientras el formato serológico requiere extraer unos pocos mililitros de sangre mediante punción en vena (como para un análisis). Este último formato se realiza en centros especializados y tiene una sensibilidad mayor que el formato rápido, aunque obviamente tarda más tiempo. Además, dado que las personas producimos más de un tipo de anticuerpos, en el diagnóstico del SARS-CoV-2 podemos detectar inmunoglobulinas M (IgM) o IgG, que son indicativos de una infección reciente o tardía, respectivamente

Los test de anticuerpos producen resultados fiables tras más de una semana después de la infección porque el cuerpo humano tarda un tiempo en generar anticuerpos contra el virus

Los test de anticuerpos son menos sensibles que las PCR y que los test de antígenos, por lo que producen más falsos negativos, sobre todo dependiendo de cuándo se realizan. El cuerpo humano tarda un tiempo en generar anticuerpos contra el virus, por lo que un test de anticuerpos no va a ser fiable inmediatamente después de infectarnos. En general, los test de anticuerpos producen resultados fiables tras más de una semana después de la infección. 

Dar negativo en un test de anticuerpos no implica siempre que esa persona no se ha infectado con el virus

También hay que tener en cuenta que dar negativo no implica siempre que esa persona no se ha infectado con el virus, pues los anticuerpos no son la única respuesta inmunológica que desencadena el cuerpo frente al virus. Cada vez se está dando más importancia a la llamada inmunidad celular, que no está basada en anticuerpos, sino en diferentes grupos celulares que no se detectan en estos test.

Los test de anticuerpos son muy útiles para determinar tanto la seroprevalencia de una población (cómo avanza la inmunidad de grupo, como en el estudio Ene-Covid) como para medir la respuesta inmunológica a lo largo del tiempo. Precisamente, uno de los parámetros que determinan la efectividad de las vacunas es el nivel de anticuerpos neutralizantes contra el virus que provocan y cuánto dura esa respuesta. La inmensa mayoría de las vacunas en desarrollo buscan producir anticuerpos contra la proteína 'spike' del SARS-CoV-2, pero hemos de tener en cuenta que este virus posee muchas otras proteínas en su estructura. Por ello, otras estrategias de vacunación como las basadas en virus enteros inactivados podrían producir un repertorio de anticuerpos mucho más variado. Las actuales fases clínicas desvelarán esta incógnita.

La duración de la inmunidad que proporciona haber pasado la covid es otra de las incógnitas, ya que llevamos algo menos de un año conviviendo con este nuevo virus. Por eso, dar positivo en un test de anticuerpos no es un pasaporte de inmunidad, al menos de momento.

Jesús Gonzalo Asensio Grupo de Genética de Micobacterias de la Universidad de Zaragoza

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