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En selectividad,"una nota sí me define. Una décima me amarga la vida"

Selectividad 2019 (Evau): un monólogo en clave de humor de Juan Amodeo que aborda en cuatro minutos qué supone esta etapa formativa para los estudiantes se ha hecho viral en la red.

Un símil del póster de Los Vengadores con estudiantes de segundo de Bachillerato.
Un símil del póster de Los Vengadores con estudiantes de segundo de Bachillerato.
B. Trébol

A menos que hayas llegado a la cuna con la vocación en las venas, si elegir a los 16 qué rama formativa estudiar te resultó difícil, todavía queda algo más complicado: decidir la carrera que quieres estudiar. Porque en ese momento parece que debes definir qué será de ti, a nivel profesional, el resto de tu vida. 

Todo el Bachillerato, en especial el segundo año, está enfocado hacia la prueba que regulará el acceso de los estudiantes a la universidad: la selectividad (Evau). Y esa es si no la palabra más escuchada durante los dos años que dura esta etapa formativa, una de las que más lo hacen. De hecho, un estudiante contó durante todo este curso la cantidad de veces que los profesores pronunciaban la temida palabra (selectividad, PAU, Evau...) y fue anotándolas en su cuaderno. ¿El resultado? 1.702 veces, una foto conmemorativa cada 500 y 17.129 'likes' en Twitter.

Pero la tensión no termina ahí. Incluso si tiene claro lo que quieres estudiar, superar el reto se complica. Debes enfrentarte a esta prueba de acceso basada principalmente en la memorización del temario de un curso, cuyos resultados determinarán que el alumno pueda o no entrar a la carrera deseada en función de su nota final (que media con la obtenida durante los dos años de Bachillerato), y de en qué posición quede una vez colocadas las de todos los estudiantes en una lista ordenadas progresivamente. Un hecho complicado para quienes aspiren a carreras con una nota de corte alta ya que, por mucho que obtenga una buena calificación, si por delante tiene un número suficiente de estudiantes con unas décimas más como para llenar todas las plazas que oferta una carrera, se quedará fuera. 

Todo ello ha supuesto que el 10 se haya quedado obsoleto: "Los grados tienen notas de acceso cada vez más altas" y, aunque la vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza, Ángela Alcalá, afirmó que "los estudiantes de Aragón son muy buenos” y que la mayoría, aproximadamente el 70%, estudia la carrera que ha elegido en primera opción, los nervios ante la incertidumbre son difíciles de calmar.

Precisamente sobre esto versa un monólogo de Juan Amodeo que se ha hecho viral estos días en las redes y en el que, entre chistes, destapa lo que muchos piensan: "una nota sí me define. Una décima me amarga la vida".

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