Estos son los alimentos con microorganismos vivos que debes comer para adelgazar y encontrarte mejor

Las personas que siguen este patrón alimenticio cada día controlan mejor su peso y el funcionamiento general de su organismo.

Yogur con fresas y moras
Yogur con fresas y moras
Pixabay

Pasar de la sospecha a la certeza y de la intuición a la comprobación es una de las máximas que rigen la vida de los científicos. Cuando se trata de probar una teoría a partir de indicios más o menos fiables y las mediciones la ratifican, ya se puede hablar de una verdad científica; si esto ocurre con un asunto relacionado con la salud, la relevancia es aún mayor. Por eso es importante afirmar que las personas que consumen más microorganismos vivos al día tienen menos peso y gozan de mejor salud en general. 

Esto es lo que ha concluido un grupo de científicos dirigido por la Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos (ISAPP, por sus siglas en inglés). En el estudio se explica que los microorganismos vivos seguros se encuentran en una gran variedad de alimentos que consumimos a diario, desde el yogur y otros alimentos fermentados hasta las frutas y verduras crudas.

Es importante aclarar términos. Los prebióticos son fibras vegetales especializadas que actúan como fertilizantes y estimulan el crecimiento de bacterias sanas en el intestino; los probióticos, por su parte, son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar la microbiota normal del cuerpo, siendo la microbiota la comunidad de microorganismos vivos residentes en un nicho ecológico determinado

A pesar de la idea generalizada de que estas mezclas de microorganismos vivos contribuyen a la salud, hasta ahora se carecía de pruebas convincentes que relacionaran su presencia regular en la dieta con beneficios para la salud.

La investigación no se centró sólo en los probióticos, sino en todos los microorganismos de los alimentos, incluidos los microorganismos ambientales asociados a las frutas y verduras crudas, así como las bacterias lácticas asociadas a los alimentos fermentados.

"Los alimentos con altos niveles de microorganismos (alimentos fermentados, verduras crudas y frutas) son partes nutricionalmente valiosas de una dieta sana y diversa. Estos mismos alimentos podrían estar proporcionando un beneficio adicional para la salud, hasta ahora no reconocido, debido a los propios microorganismos vivos que entran en el intestino e interactúan con el microbioma del huésped, el sistema inmunitario e incluso el sistema nervioso entérico", ha destacado el doctor Colin Hill, coautor del estudio y profesor del University College Cork (Irlanda).

Esta investigación, publicada en la revista científica 'Journal of Nutrition', clasificó más de 9.000 alimentos incluidos en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Estados Unidos en tres categorías, en función de su abundancia de microorganismos vivos; a continuación, utilizó la ingesta de alimentos declarada por los participantes para cuantificar los alimentos que consumían y que contenían niveles medios o altos de microorganismos. Después, determinaron cómo se correlacionaban estas ingestas con diversos marcadores de salud, como la presión arterial y el peso.

Los científicos descubrieron que un mayor consumo de microorganismos vivos en la dieta estaba relacionado con múltiples mediciones de una mejor salud: presión arterial más favorable, mejor glucosa e insulina en sangre, menor inflamación, así como menor perímetro de cintura e índice de masa corporal. Se estableció así que quienes consumían mayores cantidades de microorganismos vivos en la dieta mostraban beneficios tangibles, aunque modestos, para la salud.

Aunque el enfoque científico no permitió a los investigadores concluir que los microorganismos vivos de la dieta causaran directamente los beneficios para la salud, los resultados son coherentes con argumentos plausibles de que la exposición dietética a ellos podría beneficiar en general a la salud, aumentando la diversidad de microorganismos en el intestino o favoreciendo la función inmunitaria.

En el último siglo, la reducción de la cantidad de alimentos fermentados en la dieta y el aumento del consumo de alimentos procesados han provocado una reducción drástica del número de microorganismos que la mayoría de la gente consume a diario.

Sin embargo, esta tendencia puede estar invirtiéndose, ya que los datos dietéticos utilizados en el estudio mostraron que los adultos estadounidenses han aumentado gradualmente su consumo de microorganismos vivos durante el periodo de estudio, que abarca 18 años. Esto puede ser un buen augurio para la salud de la población.

"Aunque las asociaciones dosis-respuesta que encontramos fueron relativamente modestas, es notable que estos beneficios estimados se aplicaron a varios resultados de salud plausibles e importantes y fueron robustos al ajuste de los factores de confusión disponibles, incluyendo el índice de masa corporal", ha detallado Dan Tancredi, coautor principal del estudio y profesor de la Universidad de California - Davis (Estados Unidos).

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