Turrones, polvorones, mazapanes, chocolate, alguna copa… Cuando la Navidad termina, llega el momento de decir adiós a toda la comida que no hemos sido capaces de evadir durante las fiestas. Después de tantos excesos, casi todos nos enfrentamos a la temida cuesta de enero con unos cuantos kilos de más. Cumplir los propósitos de Año Nuevo es difícil, porque nuestro cuerpo se ha acostumbrado a la insalubre rutina navideña. Si necesitas un empujón para recuperarte de las Navidades y volver a la vida sana, te vendrá bien llevar a cabo estos consejos:

-Depurarse:

Es, seguramente, el paso más importante de todos: limpiar el organismo por dentro. Al depurar tu cuerpo, eliminarás todas las toxinas acumuladas en las fiestas, que podrían hacerte enfermar, sentir cansancio o afectar a tu piel. Para hacerlo es fundamental beber, al menos, dos litros diarios de agua. También debes evitar el alcohol y la cafeína, mientras que las infusiones, como el té verde, se convertirán en tus mejores aliadas. En cuanto a tu alimentación, abusa de la fruta y la verdura, evita alimentos ultraprocesados y reduce tu ingesta de azúcares refinados. Si disminuyes drásticamente las cantidades de comida o te sometes a ayunos esporádicos, tu cuerpo no lo entenderá, sobre todo después de haberse acostumbrado a comer tanto durante la Navidad. Por eso, los hábitos se deben cambiar poco a poco, empezando por evitar las comidas de las que más se abusa en estas fechas.

-Volver a la rutina de sueño:

Recuperar las horas de sueño perdidas durante las fiestas es primordial para restablecer el equilibrio del organismo. Pero, para lograrlo, tendrás que descansar entre seis y ocho horas. Aunque algunas personas pueden dormir menos que otras, todo cerebro necesita un descanso obligatorio de seis horas como mínimo.

-Hacer ejercicio:

Por muy tópico que parezca, llevar una vida activa es fundamental para cuidar nuestra salud. Realizar actividad física reduce el riesgo de padecer enfermedades, ayuda a controlar el sobrepeso, fortalece los huesos y los músculos, aumenta nuestra autoestima y nos proporciona bienestar psicológico. Normalmente, las personas que siguen una rutina de ejercicios determinada suelen abandonarla en Navidad, por lo que les conviene recuperarla después. Pero, si perteneces al grupo de los que tampoco hacían ejercicio antes de estas fechas, enero es un buen mes para que comiences a hacerlo. Además, después de tantas comidas copiosas, es la mejor opción para dejar atrás los kilos ganados durante estos días.

-Recuperar horarios:

Intenta seguir una rutina de horarios, sobre todo en tus hábitos alimenticios. De esta forma, activarás tu metabolismo, evitarás picar entre horas y llegarás a las comidas principales con menos hambre. Estar más de tres horas sin comer puede provocar ansiedad, porque en ese periodo de tiempo se produce un descenso del azúcar que suele desembocar en hambre. También puedes planificar tus menús semanales para asegurarte de que estás llevando una dieta variada y equilibrada.

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