NARRATIVA ESPAÑOLA. OCIO Y CULTURA

Use Lahoz: "La novela es un viaje: la memoria se enciende y acude a echarte una mano"

El novelista, que se pasó parte de su niñez en Hoz de la Vieja (Teruel), publica la novela 'Verso suelto' (Destino), donde cuenta una vida de mujer.

Use Lahoz se ha zambullido en una vida de mujer, que ama a las mujeres, en cuatro períodos de su vida.
Use Lahoz se ha zambullido en una vida de mujer, que ama a las mujeres, en cuatro períodos de su vida.
Andrés Rincón

Use Lahoz es Eusebio Lahoz (Barcelona, 1976) en realidad. Ha pasado muchos veranos de su vida en Hoz de la Vieja (Teruel) y también bastantes días en Zaragoza. Tras novelas como 'Los Baldrich' o 'Jauja', publica 'Verso suelto' (Destino), la historia en cuatro tiempos de Sandra Martos, en escenarios muy distintos.

Siempre le han interesado las vidas de mujer. Y ‘Verso suelto’, su nueva novela, es casi una novela solo de mujeres.

Más que mujer u hombre, a mí me atrae cierto tipo de personaje hecho a sí mismo, que sobrevive más que vive, que se reinventa, que cambia, que se contradice, que siente, que desobedece, que repite curso, que traiciona y se arrepiente y que después de probar la vida le pide a esta más de lo que le ofrece... No obstante, es cierto que yo tengo especial admiración por mujeres emancipadas, por la relación madres e hijas, y en esta novela es uno de los temas: la relación madre-hija.

¿Qué le llevó a la historia de Sandra Martos?

Normalmente mis novelas nacen de una imagen o de una anécdota o de un recuerdo. Los escritores estamos siempre inconscientemente con el oído puesto. Decía Adam Zagajewski que los novelistas que no hablan con nadie acaban siendo poetas. Hace unos años, una amiga de París me invitó a comer y me presentó a una señora que, sin que lo esperásemos, nos contó una escena de su juventud que marcó el devenir de su vida irremediablemente. Es una escena en la que participaban dos chicas y que (sacada de contexto, novelada, transformada completamente y traspasada a nuestra época), en esencia, aparece en la novela al final de la tercera parte de esta novela. Me pregunté quiénes serían esas dos mujeres protagonistas, cuál era su pasado, cuál sería su futuro, cómo podían haber llegado hasta allí, etc. Así que ‘Verso suelto’ y Sandra nacen de una comida como otra cualquiera. Eso sí, le puedo asegurar que fue en el Chez Omar de la rue de Bretagne, en París, y en la mesa en la que estábamos...

¿Le estimuló, de algún modo, también el Me Too, la intensa vindicación feminista o quería abordar una novela de aprendizaje desde una perspectiva de mujer?

No, yo creo que ningún escritor se mueva por ese tipo de circunstancias. No era predeterminado. De hecho esta novela nace de aquel día lejano del 2015. Las novelas no se empiezan a escribir el día que escribes la primera palabra de la historia. Para un escritor resulta tentador retarse, tratar de superarse, la libertad de la ficción nos permite aproximarnos a temas que yo creo que son universales como el abandono, el amor, el dinero, la muerte, el exilio, el deseo, la deriva, etc. Para mi ha sido un placer el proceso creativo y ponerme en la piel de una mujer liberada.

Algo había entonces...

Los personajes de una novela no son solo hijos de su autor, son hijos de su tiempo, de entorno, de su origen. El personaje de Sandra me ha cautivado por la libertad con la que vive su sexualidad y, evidentemente, es un reflejo del movimiento emancipatorio que las mujeres están llevando a cabo en los últimos tiempos. Sandra se ha emancipado mentalmente a través de la cultura y de su amiga Isa, quien realmente la anima a vivir como piensa. Sandra ha nacido en Barcelona, cuna de los movimientos lgtbi+ de los setenta en España y ciudad pionera. El único punto que impide a Sandra emanciparse del todo es la dependencia económica, en este caso de su madre, causada por las desigualdades sociales cada vez más evidentes y la precarización laboral que padece en sus trabajos.

"El personaje de Sandra me ha cautivado por la libertad con la que vive su sexualidad y, evidentemente, es un reflejo del movimiento emancipatorio que las mujeres están llevando a cabo en los últimos tiempos"

En cualquier caso, este asunto se ha multiplicado en los últimos tiempos en la literatura y en el cine, tan importante en la novela.

‘La vida de Adele’ o ‘Brokeback Mountain’, por poner dos ejemplos más o menos recientes y muy fáciles de identificar, tratan temas similares a los de esta novela y están por encima de las identidades sexuales de sus creadores. Si en mi novela ‘Jauja’ el teatro de Chejov era el culpable de la trama, en esta ocasión el cine ha sido el motor de la trama: Sandra ve la vida a través del cine (estudia cine y acaba trabajando en un cine) y esas dos películas que en la película no se nombran han sido muy importantes, sin duda.

¿Existe algún límite o constricción para un autor como usted? ¿Hay algo, como narrador, que le incomode?

Quizás me incomoda la insatisfacción que produce a ratos la escritura, pero a fin de cuentas esa insatisfacción el motor de la creatividad. En realidad, suelo disfrutar del proceso creativo, escribir es eso, pactar con la incertidumbre y las dudas y corregir y desechar. Se escribe para seguir siendo niño, para seguir sintiéndote libre, para buscar eso que llamamos rentabilidad emocional...

Portada de la novela de Use Lahoz.
Portada de la novela de Use Lahoz.
Archivo Destino.

La novela abarca casi 30 años. Desde 1992 a 2019. Y hay un hecho clave en la niñez. ¿Somos un poco prisioneros del pasado, irrumpe de pronto con consecuencias u obsesiones impredecibles?

A ver, después de la infancia todo es exilio. Me acuerdo de María Casares, la gran figura de exilio de la que se habla tanto por su relación con Albert Camus, que decía que el peor destierro que vivió fue el hecho de que la arrancaran de su Galicia natal para ir Madrid con siete u ocho años... mucho peor que el exilio que la llevó a Paris sola con su madre, que ya pudo vivirse como “aventura”. En mis novelas, el peso de la infancia suele ser un tema recurrente como tantos otros (la lucha de clases, la amistad, la supervivencia...).. el pasado también, obviamente, porque cuesta mucho separar lo que hacemos de lo que somos y porque a mi edad el pasado es mucho más impredecible que el futuro, encuentro más sorpresas en él de las que me encontraré en el futuro si todo sigue más o menos su curso. Además yo soy un escritor que lo confío casi todo a la memoria.

"Suelo disfrutar del proceso creativo, escribir es eso, pactar con la incertidumbre y las dudas y corregir y desechar. Se escribe para seguir siendo niño, para seguir sintiéndote libre, para buscar eso que llamamos rentabilidad emocional"

¿De qué manera?

Cuando escribes una novela, que es otro viaje, la memoria se enciende y acude a echarte una mano y te va regalando comportamientos humanos, escenas, territorios y paisajes de los que si no te pusieras a escribir no te acordarías.

¿En qué medida quería contar cómo se forma, cómo evoluciona y cómo ama una mujer?

Yo intento mediante la ficción aproximarme a temas universales como el abandono, la deriva, el dinero, el desamor, los vaivenes de la amistad etc... en este caso me he centrado en un personajes femenino por casualidad y por atrevimiento. Yo me siento libre al escribir, la libertad creativa es un regalo, ¿qué tiene en su mano un escritor de ficción? ¿Qué es lo único innegociable? Puedes cambiar de estilo, de aproximación, de estructura, de argumentos, pero no puedes renunciar al privilegio del pacto ficcional, ese que te permite cambiar de piel, de género, de especie, viajar en la máquina del tiempo o adentrarte en un agujero de gusano.

¿Cómo define a Sandra Martos, que vive varias relaciones con Lorena, con Isa, con Ximena...? ¿Es una joven que se busca a sí misma o que busca a las otras para encontrarse?

La novela está estructurada en cuatro partes que se corresponden con cuatro momentos vitales en la vida de Sandra: Adolescencia, primera juventud, segunda juventud y supuesta madurez. Sandra es un personaje que necesita de otras personas para completarse. Siente necesidad de hallar referentes fuera de casa. ‘Verso suelto’ parte de la vulnerabilidad de un personaje femenino que en la adolescencia debe enfrentarse a conflictos internos, como su atracción por otras chicas, y familiares, como la separación de sus padres y los aprietos económicos. Me gusta Sandra porque es una protagonista que cree que no está destinada a serlo, alguien convencida de que ser ese verso suelto, ese espíritu libre al que alude el título, podrá facilitarle el camino siempre y cuando le acompañe el arte, para ella una auténtica barrera de contención.

"Valdecádiar, ese pueblo imaginario tan parecido a La Hoz de la Vieja (Teruel), es el pueblo de mi vida porque sin ese sol de mi infancia en los veranos yo no sería escritor"

La novela, por decirlo así, también es un canto al poder y la presencia de la cultura...

Hay quien dice que los libros nos cambian la vida, yo creo que no es para tanto, que los libros abren las puertas del conocimiento, ayudan a ver la vida desde otra perspectiva y a mirarla con otros ojos. Puede ser. Pro quien realmente nos transforma son las amistades, los profesores, las personas que se cruzan en nuestro camino y nos enriquecen con sus conocimientos.

Retrato de archivo de Use Lahoz, cuando iniciaba su carrera literaria.
Retrato de archivo de Use Lahoz, cuando iniciaba su carrera literaria.
José Miguel Marco.

Ya que el cine es tan capital, ¿qué le da a su protagonista?

Sandra encuentra en el cine compañía, refugio, comprensión, salvación, personajes con los que empatizar y a los que querer y formas de vida que ella quisiera experimentar. No por casualidad la película favorita de su amiga y mentora Isa será ‘Las amargas lágrimas de Petra Von Kant’, de Fassbinder, personajes que viven con extrema intensidad las relaciones afectivas, la tentación de la dominación, el dilema que tan bien dibujó el dramaturgo noruego Henrik Ibsen en ‘Casa de muñecas’ entre el anillo y la maleta y lo que simbolizan como metáfora de vida. El cine es, por tanto, uno de los temas de la novela, la posibilidad de deserción (de los problemas) y de aprendizaje y, al mismo tiempo, de transgresión. Sandra descubrirá que vale la pena invertir tiempo en vivir otras vidas, en aprender comportamientos humanos y dilemas morales en la gran pantalla. Sandra, como su idolatrada ‘Gertrud’, la película de Carl Theodor Dreyer, podrá decir aquello de que ha sufrido, se ha equivocado, ha fracasado... pero ha amado.

"‘Verso suelto’ parte de la vulnerabilidad de un personaje femenino que en la adolescencia debe enfrentarse a conflictos internos, como su atracción por otras chicas, y familiares, como la separación de sus padres y los aprietos económicos"

¿Cómo se afronta una historia lésbica como esta? ¿Se ha sentido un intruso en algún instante?

Hay cuatro escenas de sexo en 500 páginas y ninguna entra en los detalles más allá de la previa. Sandra tiene más o menos mi edad y aunque yo no haya pasado por los aprietos que ella pasa y nuestras vidas hayan sido muy diferentes, nos entendemos, no me cuesta ponerme en su piel. Por otro lado, yo creo que la literatura es el arte de saber callar a tiempo. No es necesario ser explícito y mucho menos en descripciones de escenas de sexo más allá de los prolegómenos. No obstante, en esta novela, el deseo es uno de sus leitmotivs, es una historia de ‘amour fou’.

Sale Zaragoza en la novela, como en otras salía Teruel. ¿Cómo le ha marcado Hoz de la Vieja, sobre todo, pero también Zaragoza, donde ha vivido a menudo sobre todo con amigos vinculados al teatro?

Para mi, Valdecádiar, ese pueblo imaginario tan parecido a La Hoz de la Vieja (Teruel), es el pueblo de mi vida porque sin ese sol de mi infancia en los veranos yo no sería escritor. Fue una escuela igual que luego lo fue París (que lo sigue siendo) o lo fue Montevideo o La Habana o Padua o Córcega, etc... He tenido la suerte de vivir en muchos lugares periodos muy largos, y teniendo en cuenta que las armas de un escritor son la experiencia (la memoria), la constancia y la imaginación, todos ellos han sido fundamentales en mi formación. Los comportamientos humanos que yo conocí de niño son para mí inolvidables y determinantes para enriquecer mi memoria y mi imaginario.

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