DÍA MUNDIAL DEL LIBRO INFANTIL. OCIO Y CULTURA

Pepe Serrano: "Los niños buscan historias que les despierten la imaginación y la risa"

El escritor y profesor publica 'Despistado' (Anaya), con ilustraciones de Álvaro Ortiz y explica su oficio, sus lecturas y sus pasiones literarias

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Pepe Serrano, retratado en Siresa (Huesca), busca la calidad, el ingenio y el humor.
Eva Navarro Brun.

¿Cuál es el primer libro, o los primeros libros, que le cambiaron la vida?

‘Loco por el fútbol’ de Colin McNaughton. Es la historia de un oso que se muda de casa y para hacer nuevos amigos se pone a jugar al fútbol con unos animales de su barrio. Deporte, por cierto, en el que es malísimo. Leí ese libro docenas y docenas de veces durante el primer curso de la entonces Educación General Básica (EGB) y al final de curso lo sortearon, y adivina a quién le tocó.

Afortunado. ¿Y el que le reveló los poderes de la literatura?

‘El barón rampante’ de Italo Calvino. Recuerdo pasar cada página con la boca abierta. Nunca pensé que de un hecho tan simple, que un niño se suba a un árbol, pudiese alguien sacar un libro de casi 300 páginas, con ese nivel de imaginación, ternura, exquisitez…

¿Qué libros le acompañan siempre, o casi siempre?

Suelo releer a menudo tres libros: ‘Budapest’ de Chico Buarque; ‘Solaris’ de Stanislaw Lem; y la antología poética de Karmelo C. Iribarren.

¿Qué busca en la literatura infantil, en la que escribe y en la que lee?

Busco tanto la creatividad y la imaginación en la historia como la calidad en la forma de contársela al lector.

¿El inicio que más le conmovió o le conmueve?

El comienzo de ‘El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes’ de Tatiana Tibuleac. Es brutal.

"En la literatura que escribo busco tanto la creatividad y la imaginación en la historia como la calidad en la forma de contársela al lector"

¿Qué encuentra en los álbumes ilustrados y cuáles serían algunos de sus favoritos?

Un álbum ilustrado me atrapa cuando está equilibrado el texto con la ilustración; cuando se ve que tanto escritor como ilustrador han disfrutado del trabajo del otro. Mis favoritos, hay tantos… ‘Un poco perdido’ de Chris Haughton, ‘Atrapados’ de Oliver Jeffers, ‘Señoras y señores’ de Triunfo Arciniegas y Laura Stagno, ‘El mejor libro para aprender a dibujar una vaca’ de Hélène Rice y Ronan Badel, ‘Los zapatos de Fred Astaire y otras historias’ de Edu Flores…

¿Quiénes son los autores de la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) que más le interesan?

Salvando mis clásicos favoritos: Gianni Rodari, Roald Dahl, Jurg Schubiger, Gloria Fuertes… Me encanta cómo escriben Begoña Oro, David Lozano…, por citar algunos de la tierra. Y por supuesto, mi predilección absoluta por Daniel Nesquens.

Ha trabajado con muchos ilustradores. ¿Qué vínculos establece con ellos, qué les pide?

En muchos casos tengo vínculos de amistad sincera: David Guirao, Alberto Gamón, Álvaro Ortiz, Elisa Arguilé (bueno, no he trabajado con ella, todavía)… He tenido mucha suerte porque no solamente son fabulosos profesionales sino unas personas increíbles y generosas. Solo les pido que disfruten del texto, que se diviertan, como hice yo escribiéndolo.

¿Los tres últimos libros, más o menos recientes que le hayan conmovido?

‘Hamnet’ de Maggie O’Farrell; ‘Lejos del bosque’ de Chris Offutt; y ‘Da igual. Los veinticinco cuentos despiadados’ de Agota Kristof.

¿Colecciona algún autor, es fetichista?

Soy enormemente fetichista. Puedo comprar un libro solamente porque me guste la portada, el título, el diseño, la ilustración… Y sí, soy coleccionista: tengo la casa llena de libros y llena de cómics. De Juan José Millás lo tengo todo, de sus libros, digo. Aunque no me importaría tener también su ingenio y su talento.

¿Cuál es el libro (o libros) de su biblioteca que tiene una historia especial, singular o emotiva?

‘El Señor de los anillos’. Mis padres me lo regalaron cuando era adolescente, antes de que existieran las películas de Peter Jackson, así que tuve que imaginarlo todo yo… Qué gozada. Y el poemario ‘Amor, rebeldía, libertad y sangre’ de Manolo Chinato, que me regalaron para un aniversario.

¿Hay una cita o un fragmento de un libro que le defina o que le guste especialmente?

Me encantan las citas, tengo libretas llenas. Para definirme, tal vez alguna de estas: «Hay dos momentos importantes en la vida: cuando descubres que no eres como los demás y cuando descubres que no eres tan distinto como creías» de Jon Bilbao. «Definitivamente, estoy mal equipada para afrontar la realidad» de María Gainza. «Yo viéndome, estoy sin mí, me conozco y no soy yo» de Fernando Pessoa.

"Me encanta cómo escriben Begoña Oro, David Lozano…, por citar algunos de la tierra. Y por supuesto, mi predilección absoluta por Daniel Nesquens"

Es profesor. ¿Qué sucede en sus clases, cómo transmite a los niños los cuentos, qué les gusta?

Intento despertar el gusto por la lectura, por las historias bien contadas. Hacemos proyectos de lectura temáticos: piratas, el espacio, detectives… También les propongo ejercicios de escritura creativa para que busquen las palabras adecuadas, el tono, la forma… Les gusta entender lo que leen, sentirse protagonistas, buscan historias que les despierten la imaginación o la sonrisa.

¿Qué importancia tiene el humor para el niño?

Creo que es vital, más aún en estos tiempos duros, poder sacar una sonrisa que salve el día. Además, a pesar de tener que andar con mascarillas todo el tiempo, no se ha podido acabar con las sonrisas porque cuando un niño se ríe a gusto, se le nota especialmente en los ojos.

¿En qué consiste leer?

Un amigo mío dice que en ir pasando páginas. Leer es hacer algo que ninguna especie animal ni vegetal en el mundo puede hacer, es lo que nos distingue y convierte en seres humanos, eso les digo yo a mis alumnas y alumnos.

¿Qué ha querido hacer con ‘Despistado’ (Anaya), ilustrado por Álvaro Ortiz?

Lo que pretendo siempre con cada libro es intentar escribir mejor. Además me apetecía salir de mi zona de confort y escribir sobre temas más emocionales, esbozar sin forzar ese comienzo de ‘la enfermedad del olvido’ y por último hacer un homenaje a mis abuelos a los que tuve la suerte de disfrutar durante bastantes años.

¿Cómo es ese terrible mal de la desmemoria? ¿Y cómo se cuenta con serenidad?

Creo que es una de las enfermedades más duras y crueles que existen. De alguna manera te roba la identidad, la tuya para los demás y la de los demás para ti. La memoria es lo que somos, aunque afortunadamente siempre viviremos también en la memoria de los que nos quieren. Yo he intentado expresar que a pesar del olvido hay cosas que no se pueden olvidar, aunque se olviden, porque otros las recordarán siempre por nosotros.

Hoy es el Día Mundial del Libro Infantil (LIJ). ¿Para qué sirve?

Sobre todo sirve para visibilizar la enorme importancia que tiene que un niño o una niña viva y crezca rodeada de buenas historias.

"Es vital, más aún en estos tiempos duros, poder sacar una sonrisa que salve el día. Además, a pesar de tener que andar con mascarillas todo el tiempo, no se ha podido acabar con las sonrisas porque cuando un niño se ríe a gusto, se le nota especialmente en los ojos"

¿Cuál es el momento de la LIJ en Aragón? ¿Qué le gusta, qué le emociona, qué le incomoda?

La verdad es que lleva años a un nivel altísimo, tanto en lo referente a escritores, ilustradores, editoriales, como a librerías, bibliotecas… En esta tierra hay gente que es referente nacional, premios nacionales, autores a los que se estudia en másters de lectura y de escritura. Y eso no es nada fácil de lograr. Me emociona formar parte, a mi modesta manera, de este colectivo de monstruos literarios. Me incomoda y me disgusta que no haya un día del libro infantil cada mes. Propongo que el día 2 de cada mes sea día del libro infantil. O por lo menos un día del libro por estación: el día del libro de invierno, de otoño…

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