El 25 aniversario de la victoria de Aznar pilla al PP soltando amarras del pasado

A punto de decir adiós a su sede histórica en la calle Génova, una vía para intentar atajar las acusaciones de corrupción, el PP no va a celebrar este aniversario, más allá de sentar a su actual líder con el expresidente en una charla organizada este martes por la Universidad Francisco de Vitoria.

José María Aznar y su mujer, Ana Botella, saludan a los simpatizantes del PP tras su victoria en las generales del 3 de marzo de 1996.
Desde la izquierda, Rajoy, Álvarez Cascos, Aznar, Botella y Rato, el día de la victoria del PP en las generales del 3 de marzo de 1996.
Óscar Moreno/EFE

Este miércoles, 3 de marzo, se cumplen 25 años desde que el expresidente José María Aznar logró la primera victoria electoral del PP, una efeméride que coge a los de Pablo Casado soltando amarras con el pasado y con el centroderecha roto en tres.

A punto de decir adiós a su sede histórica en la calle Génova, una vía para poner punto y aparte a las acusaciones de corrupción, el PP no va a celebrar este aniversario, más allá de sentar a su actual líder con el expresidente en una charla organizada este martes por la Universidad Francisco de Vitoria.

Con cinco millones de votantes, cuatro menos de los que dieron su primera victoria a Aznar, dos adversarios en su propio campo -Vox y Ciudadanos- y desbancado del poder tras una moción de censura, el PP no está en su "mejor hora".

Es la expresión que usó este domingo Aznar en la entrevista que le hizo Jordi Évole en La Sexta, donde se desvinculó de los problemas que sufre el actual PP, porque al marcharse dejó "un partido y un espacio electoral totalmente unido".

También se apartó de las acusaciones de corrupción, aunque el extesorero de su partido Luis Bárcenas sitúa el origen de la caja B en tiempos de Alianza Popular.

Nunca recibió un sobresueldo, de haber sabido que existían lo hubiese corregido, y solo pone la mano en el fuego por él, afirmó.

Aznar aseguró además que desde 2004 le piden a diario que vuelva a la política, aunque cree que ahora debe aportar con sus "reflexiones".

Sin embargo, no dejó consejos concretos a Pablo Casado, quien fue su jefe de gabinete, más allá de señalar que los partidos, pese a tener puntos altos y bajos, siguen. Además, censuró a Vox por populista y minimizó el impacto de dejar la sede de la calle Génova, a su juicio una simple mudanza.

Preocupación por el desplome en Cataluña

En 'El Mundo', José María Aznar expresó su preocupación por el desplome en Cataluña, donde el PP ha cosechado el peor resultado de su historia y ha sido adelantado por Vox -un sorpaso al que Casado resta importancia- y reclamó una "contestación firme y convincente a la pregunta de dónde está el PP".

Los de Casado han preferido no debatir sus puntos de vista y se han limitado a señalar que, con él al frente, trabajan en la reunificación del centroderecha y en forjar una "alternativa sensata, moderada" al "sanchismo".

El PP apela al electorado del centro derecha y busca erigirse como un partido de Estado tras haber marcado distancias con Vox, una estrategia en la que se enmarca el pacto con el Gobierno para la renovación de Radio Televisión Española (RTVE).

También ha decidido recuperar sus buenas relaciones con el PNV, con una llamada de Casado a Andoni Ortuzar, el presidente de los nacionalistas vascos, que apoyaron a Mariano Rajoy en su última legislatura hasta que dieron sus votos a la moción de censura que lo sacó de Moncloa tras la sentencia de Gürtel.

Un giro al centro para el que Casado cuenta, salvo sorpresas, con dos años sin elecciones en el horizonte.

Siguen las acusaciones de corrupción

Entre tanto, los populares siguen viendo cómo los nombres de su pasado siguen relacionados con la corrupción; Bárcenas apunta ahora a la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre y este lunes se ha conocido un nuevo procesamiento contra Rodrigo Rato, artífice de la política económica de Aznar, por su etapa en Bankia.

La línea del roja del PP es con su pasado "malo" y "oscuro", no con "el mejor pasado", aclaró el pasado sábado el vicesecretario de Política Territorial del PP, Antonio González Terol, después de que el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo señalase a los suyos que "del pasado no se reniega, se aprende".

El mejor PP está representado por el presidente fundador, Manuel Fraga; por los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy; y "tantos" exministros que "gestionaron bien, decentemente", señaló Terol.

Sin embargo, el líder del PP ha optado por la discreción ante una efeméride que subraya que hace 25 años la derecha ganó al estar unida y que no reeditará su victoria con su actual división, un problema que los populares reconocen y califican como el "paraíso soñado" del PSOE y Podemos.

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