coronavirus
¿Cuánto tardan en conocerse los resultados de las pruebas de detección del coronavirus?
Del análisis de las muestras al aviso a las personas hay una diferencia temporal manifiesta en las pruebas de detección del coronavirus.
Detectar con la máxima precocidad posible los casos de coronavirus en pacientes con síntomas o asintomáticos es una de las claves para evitar la expansión de la enfermedad. De acuerdo a la estrategia de detección precoz, vigilancia y control de la enfermedad del Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, es necesario realizar una prueba de detección dentro de las primeras 24 horas a todas aquellas personas sospechosas de haberse infectado y con inicios sintomatológicos.
En este proceso de frenar el avance de la pandemia, se están encontrando dificultades en el aviso rápido sobre su situación a los pacientes o personas sospechosas de sufrir la covid-19, con el objetivo de limitar su movilidad y relación social o laboral, entre otras obligaciones que deben acatar las personas que conocen su afección o están esperando los resultados de las pruebas de detección. La duración de los análisis de estas pruebas de detección y su posterior llamada al paciente son muy diferentes, siendo óbice en muchos casos la saturación de los hospitales y centros de salud donde se practica.
Pruebas PCR
El PCR nasofaríngeo es la prueba de detección masiva más practicada a nivel internacional. Además, también están irrumpiendo en el mercado las pruebas PCR de saliva, con las mismas características de temporalidad en los resultados que la anterior. La función del PCR es detectar la molécula ARN del SARS CoV-2 en el tracto respiratorio para discernir entre casos positivos y negativos.
Este análisis de laboratorio tiene una duración de varias horas, entre cuatro y cinco en la mayoría de casos, hasta tener un resultado concluyente. Sin embargo, como mínimo, el paciente analizado tarda entre 24 y 48 horas en ser alertado sobre su situación. Debido a la ya nombrada saturación en los establecimientos sanitarios de Atención Primaria y en los propios laboratorios médicos, este aviso ha llegado a tardar hasta una semana en algunos casos.
Test rápido de antígenos
Como su propio nombre advierte, esta prueba se realiza para conocer con rapidez su resultado. En la muestra nasal o de saliva se reconoce la existencia de la proteína de la covid-19 y a los diez o quince minutos ya se sabe si el caso es positivo o negativo. La persona sometida a dicha prueba también conoce los resultados al instante, en un plazo de unos 20 minutos. Por su instantaneidad, esta prueba supone un avance en la desaturación de la atención primaria en la realización de las pruebas de detección. Su gran ventaja, además de que no es necesario la presencia de personal sanitario, es que tiene una elevada sensibilidad en los primeros días de la infección: del 100% en los primeros tres días del contagio y un 90% durante la primera semana completa. No obstante, su efectividad media ronda entre el 87% y el 95%.
Test serológico
Esta prueba detecta la existencia o no de anticuerpos generados por la afección del coronavirus al haber estado en contacto con este, indicando de este modo en qué fase de la infección se encuentra el organismo de la persona analizada. Esta muestra se realiza tomando una gota de sangre del paciente y su resultado está listo en solo diez minutos. Estos dan a conocer si la persona ha estado expuesta al virus, por lo que en caso positivo faltará por saber si dicha infección es activa o pasada. Existe la posibilidad de que el paciente esté recién contagiado (tres o cuatro primeros días de la infección) y todavía no haya desarrollado los anticuerpos, por lo que aunque los resultados dicten ser caso negativo, sí podría estar contagiado.
Test ELISA
Se trata de una prueba que detecta la cantidad exacta de anticuerpos generados contra el coronavirus. Al igual que en el test serológico, se realiza una pequeña extracción de sangre. Los resultados de esta prueba están hábiles en un plazo de entre 48 y 72 horas, y su ventaja respecto al test serológico se basa en la concreción de la fase de la enfermedad en la que se encuentra el paciente. En este sentido, su sensibilidad es de las más altas y apenas da lugar a falsos positivos.
