cataluña

Torra se resiste a adelantar las elecciones tras dos años como presidente de la Generalitat

Esquerra presiona al dirigente catalán para no dejar la decisión de la cita con las urnas en manos del Tribunal Supremo.

Barcelona, 9 may. (COLPISA, Cristian Reino)
Consell Executiu extraordinario
El presidente catalán, Quim Torra.
Generalitat de Catalunya

ERC ha reabierto el melón electoral en Cataluña, días antes de que Quim Torra cumpla el próximo 14 de mayo dos años desde que fue investido presidente de la Generalitat. Accedió al cargo de forma accidental, con fecha de caducidad y actuando casi de delegado de Carles Puigdemont. Pero le ha cogido el pulso al puesto, hasta el punto que no hace mucho reconoció que se siente «muy a gusto». El jefe del Ejecutivo catalán afirmó que no sabe cuándo serán los comicios catalanes porque en estos momentos «todos los esfuerzos y las energías están centrados en la lucha contra la epidemia».

 Torra se ha puesto al frente de la gestión de la pandemia, enfrentándose a los consejeros de ERC e incluso a los de JxCat y se propone liderar la fase posterior a la pandemia, la de la reconstrucción, que el dirigente nacionalista prefiere calificar como de «construcción disruptiva», para no volver a la situación anterior. Hasta ha anunciado que presentará un nuevo plan de gobierno, como si empezara de nuevo la legislatura, porque el proyecto que defendió tras su investidura, que abogaba por hacer efectiva la república, ha quedado superado por la crisis sanitaria. Todo ello sin tener en cuenta que puede ser inhabilitado en cualquier momento, en cuanto el Tribunal Supremo resuelva el recurso contra la condena por desobediencia dictada por el TSJC por no retirar los lazos amarillos.

Antes del verano

El consejero de Interior, Miquel Buch, situó la sentencia del Supremo en el segundo semestre del año, mientras que en el entorno de Pere Aragonès (ERC) no descartan una resolución antes del verano. De ahí el aviso que lanzó Oriol Junqueras el jueves a través de RNE en el que instó al president a pactar el calendario electoral. «No podemos dejar en manos del Supremo la decisión de la fecha de las elecciones», apuntan fuentes de la Vicepresidencia de la Generalitat.

En JxCat en cambio no quieren oír de elecciones. Hay que estar centrados en la pandemia, afirman los consejeros postconvergentes. Tratan de trasladar una imagen de seriedad. Y de paso intentar retratar a quienes en estos momentos se salen del guión y ya están «preocupados en ganar las elecciones», tal y como apuntó Miquel Buch. Aunque también es verdad que JxCat no tiene candidato en estos momentos (Torra ha dejado claro que no repite) y sigue sin cerrar la refundación del espacio de centro derecha soberanista.

En ERC temen que además Torra quiera jugar la baza de la victimización como principal reclamo electoral si el Supremo le condena. Los republicanos, por su parte, tienen más prisa. Su baza era presentar a Pere Aragonès como un dirigente de perfil más moderado, buen gestor y que había sido capaz de reconducir la cuestión catalana consiguiendo sentar en una mesa de negociación al Gobierno central.

Sin embargo, la pandemia ha truncado los planes de Esquerra. La mesa de diálogo está en suspenso, y lo seguirá estando si se consolida el acercamiento de Ciudadanos al Gobierno, y además pintan bastos para los responsables económicos de los gobiernos. ERC, como titular de las áreas más afectadas por la crisis sanitaria (Economía, Salud y Trabajo) no quiere llegar a las elecciones tras haber tenido que meter la tijera. Si hay que hacerlo, que sea después de pasar por las urnas.

En este contexto, JxCat y ERC llevan semanas/meses marcándose en corto. Esa pugna ha llegado esta semana al Congreso, a la votación de la prórroga del estado de alarma. JxCat explota la idea de que ERC es responsable de haber investido y de dar estabilidad al Gobierno central. Hasta se acusa a los republicanos desde la órbita postconvergente de haber dejado de ser independentistas.

El portavoz de ERC fue muy duro con el Gobierno, los republicanos votaron en contra de la prórroga y Junqueras amenazó con hacer saltar por los aires la legislatura: pusieron en marcha su estrategia para dar un aviso al Gobierno, marcar territorio y para que no les acusen en Cataluña de seguidismo a uno de los Ejecutivos que registra una de las peores cifras en la lucha contra la pandemia. Sánchez tiene que «decidir si se lanza a los brazos de Cs o si quiere mantener las mayorías de la investidura», avisó el líder de ERC. El objetivo, apuntan en el entorno de Aragonès, es que la mesa de diálogo vuelva a reunirse antes del verano. Como aperitivo de la larga precampaña electoral.

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