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Grande, robusto y, sobre todo, seguro
El Hyundai Santa Fe fue el primer SUV del fabricante coreano y hoy icono de la marca. Mide 4,7 metros de longitud y ofrece siete plazas y mucho espacio interior, con acabados de calidad.
Grande, con hasta siete plazas, potente y, sobre todo, seguro. Fue en el año 2001 el primer SUV de Hyundai, un pionero en el segmento de los todocaminos que se ha convertido con el paso del tiempo en un icono del fabricante coreano. El Santa Fe es el modelo tope de gama de la familia SUV de Hyundai, que completan el Kona y el Tucson, recientemente renovado.
Con la última evolución, el Santa Fe, que compite en la calle con modelos como los Kia Sorento, Nissan X-Trail, Peugeot 5008, Seat Tarraco o Skoda Kodiaq, entre otros, está ahora más cerca de modelos de calidad ‘prémium’ como el Volvo XC60 y el Audi Q5.
Exteriormente, con 4,7 metros de longitud, muestra una apariencia estética poderosa y atlética. Es ancho y fuerte y visualmente su frontal ofrece un aspecto robusto, con unos llamativos faros y la parrilla hexagonal en cascada característica de la marca.
En el interior, los acabados y los materiales utilizados son de calidad, con plásticos blandos y una habitabilidad enorme. Con capacidad para 7 plazas, la tercera fila de asientos está oculta bajo el piso del maletero, disponible siempre para cualquier necesidad. El volumen del maletero registra una capacidad de 470 litros.
El Santa Fe dispone de un avanzado sistema de tracción total capaz de aprovechar al máximo el reparto de par, de acuerdo a la adherencia del neumático y a la velocidad del vehículo. Todo ello permite que se pueda circular en cualquier tipo de situación, ya sea sobre nieve, sobre carreteras resbaladizas o en condiciones normales de uso, mejorando al mismo tiempo la estabilidad en el paso por curva.
En cuanto a sus propulsores, el Santa Fe ofrece la posibilidad de elegir entre dos diésel y uno de gasolina. El motor diésel 2.0 CRDi está disponible con 150 CV (110 kW) -desde 36.800 euros. Disponible con tracción delantera, el consumo de combustible es de 5,6-5,7L l/100km. Éste se podrá asociar a un cambio manual, de seis velocidades. El segundo es el 2.2 CRDi (42.000 euros), que entrega 200 CV (147 kW) y mejora entre un 3% y un 4% la eficiencia de consumo de combustible con respecto a la anterior versión. Esta mecánica puede ir asociada a un sistema de tracción delantera o a las cuatro ruedas y, también, a un cambio manual de seis relaciones o a uno automático de ocho marchas completamente nuevo. Por su parte, el motor de gasolina, de 2,4 litros, ofrece 185 CV (136 kW) -50.000 euros-.Presenta un consumo medio de 9,4 l/100km.
La gama de motores del Hyundai Santa Fe se ampliará en 2021 con versiones híbrida e híbrida enchufable.
Hyundai presume de ser una marca que cuida a sus clientes ofreciendo un vehículo con importantes y novedosos sistemas de seguridad, como, por ejemplo, la alerta de ocupantes traseros que utiliza un sensor para detectar el movimiento de niños o mascotas en el asiento trasero y avisar al conductor cuando abandonan el coche.
Otro sistema de seguridad es el asistente de prevención de colisiones de tráfico trasero, que explora un área de 180 grados detrás del vehículo, advirtiendo al conductor y activando los frenos si es necesario para evitar las colisiones.
Además, por primera vez en un Hyundai, el Santa Fe de cuarta generación cuenta con Head-Up display que proyecta información relevante en el parabrisas para mantener la vista en la carretera.
Su innovación estrella en el ámbito de la seguridad es el monitor de punto muerto, que muestra al conductor visión lateral de las zonas no visibles (hacia la izquierda y hacia la derecha) del SUV en la pantalla del cuadro de instrumentos. Las cámaras comienzan a proyectar imagen en la pantalla al activar el intermitente para ayudar al conductor a cambiar de carril con total seguridad.
El sistema utiliza monitores de visión angular en ambos lados para capturar las zonas que no pueden ser vistas por un espejo convencional o retrovisor lateral. La tecnología también mejora la visibilidad en condiciones de conducción difíciles como la oscuridad o la lluvia.
