Cómo conservar los frutos secos para que no pierdan nada de sabor ni beneficios
La mejor forma de guardar estos alimentos para conservar todas sus propiedades beneficiosas para la salud.
En España cada vez se comen más frutos secos, de hecho, la cantidad se sitúa en 3,13 kilos anuales, tal y como destaca el Informe sobre el Consumo Alimentario en España, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este incremento en el consumo se debe en parte a una mayor conciencia sobre los beneficios nutricionales de los frutos secos y su incorporación en dietas saludables. Los españoles suelen consumir una variedad de frutos secos como nueces, almendras, avellanas, pistachos, entre otros, ya sea como aperitivo, parte de recetas culinarias o incluidos en productos alimenticios procesados.
Además, los frutos secos se han vuelto populares debido a su versatilidad y su capacidad para proporcionar nutrientes esenciales como grasas saludables, proteínas, fibra, vitaminas y minerales, convirtiéndolos en un componente clave de una alimentación equilibrada.
No obstante, todas estas propiedades se pueden perder si no conservamos de manera correcta los frutos secos. Por eso, hay que prestar especial interés a cómo almacenar estos alimentos para conservar sus beneficios.
Cómo guardar los frutos secos en casa para que conserven sus propiedades
Mucha gente no lo sabe, pero lo mejor es guardar los frutos secos en la nevera para que conserven todas sus propiedades, aunque también se pueden dejar fuera si los guardamos en recipientes cerrados.
Y es que, almacenar adecuadamente los frutos secos es esencial para preservar su frescura, sabor y nutrientes es importante, así que destacamos algunos trucos para su conservación.
- Recipiente adecuado. Guarda los frutos secos en recipientes herméticos y opacos para protegerlos de la luz, el aire y la humedad. Los tarros de vidrio, recipientes herméticos o bolsas con cierre hermético son excelentes opciones.
- Lugar fresco y oscuro. Almacénalos en un lugar fresco y oscuro, como una despensa o armario, lejos de la luz solar directa. Uno de los motivos por los que guardar los frutos secos en la nevera es una gran opción. La exposición al calor y la luz puede acelerar el proceso de oxidación y disminuir la frescura de los frutos secos.
- Evitar la humedad. Los frutos secos son propensos a absorber olores y humedad. Por eso, es importante mantenerlos alejados de ambientes húmedos para prevenir el desarrollo de moho. Si vives en un lugar con alta humedad, considera utilizar sobres absorbentes de humedad.
- Congelación opcional. Si no vas a consumir los frutos secos de inmediato, considera almacenarlos en el congelador para prolongar su vida útil. Colócalos en bolsas con cierre hermético o en recipientes antes de congelarlos y asegúrate de descongelarlos completamente antes de su uso.
- Etiquetado y fecha. Es una buena práctica etiquetar los recipientes con la fecha de compra o caducidad para mantener un control sobre su frescura.
- Consumo en un plazo razonable. Aunque los frutos secos tienen una larga vida útil, es recomendable consumirlos dentro de un tiempo razonable para disfrutar de sus propiedades nutricionales al máximo.
