gastronomía

Algunos bares de Zaragoza que han ganado un premio por sus torreznos

La vinculación de la capital aragonesa con Soria es fuerte, por lo que es fácil encontrar esta propuesta gastronómica en las barras zaragozanas.

Torreznos.
Torreznos.
K.U.

El plazo para inscribirse en la nueva edición del concurso del "mejor torrezno del mundo" está abierta. Se celebra de forma paralela en varias ciudades y pueblos de España. Zaragoza, hogar de miles de sorianos, no podía ser menos. La gran final de este certamen se celebrará el día 25 de febrero en la sede del Centro Soriano, en la calle de los Cereros. Aquellos que lo deseen se pueden apuntar antes del 23 de febrero, ya sea en la categoría de profesionales o como aficionados.  

En las calles de la capital aragonesa no es difícil encontrar bares que ofrezcan en sus barras torreznos sorianos, en parte, por esa relación que existe con la ciudad castellana. De hecho, algunos establecimientos tienen el título de ser la representación zaragozana en El Burgo de Osma, donde se celebra la final de este concurso. Estos solo son seis ejemplos que, o bien ha sido premiados o bien han participado en el certamen.

El año pasado, el mejor torrezno de la ciudad lo preparó Café Chicago, en la calle de Batalla de Bailén del barrio de La Almozara. El jurado destacó de su propuesta el predomino de dorados en la grasa y en la corteza y el tamaño de las burbujas. Su tamaño es considerable y se sirve troceado con pan con tomate en una bandeja alargada.

El Centro Soriano de Zaragoza también es un lugar donde comer torreznos de premio. Este lugar es el punto de encuentro para muchos sorianos que residen en la capital aragonesa.

En la calle del Refugio, en el Casco Histórico, está Casa Amador. Los viernes es día de torreznos y también es un bar que ha dejado su huella en el certamen del "mejor torrezno del mundo" en alguna edición.

Con un nombre muy soriano, El Picadillo es un clásico de Zaragoza. En una de las esquinas de la plaza del Justicia, en la calle de la Manifestación, es lugar de parroquianos que acuden a probar los torreznos. Además, este bar es lugar de celebración para los aficionados del Numancia.

Luis Vicente no es soriano, pero no hay que convencerle mucho para que haga torreznos. Lo demuestra en la piel de profesor, pero también como chef de El Escondite, en el paseo de los Rosales, en Miraflores.

Po último, La Ternasca, en la calle de los Estébanes, en pleno Tubo, es otro de los bares que han participado en el concurso del Centro Soriano. En su caso, es un bar enfocado en la cocina aragonesa, donde se cocina ternasco de maneras innovadoras. Desde el año pasado, luce un solete Repsol.

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