gastronomía
El restaurante La Huerta mira al campo y a Las Fuentes desde el tercer cinturón
El establecimiento, que acaba de abrir tras una amplia reforma en Zaragoza, se centra en la elaboración de productos a la brasa.
La Huerta Verde y Brasa acaba de abrir sus puertas en el tercer cinturón a su paso por el barrio de Las Fuentes de Zaragoza. Está en la frontera de la ciudad consolidada. Si miras hacia el este solo ves huerta y campo, y si lo haces hacia el oeste enseguida se adivina la cercana presencia de la avenida Compromiso de Caspe.
José Antonio Díaz, propietario de la taberna Monumental 1808, se ha embarcado en este proyecto, que para él atesora un alto valor sentimental. Su familia tiene algunas propiedades en los alrededores, en una huerta de Las Fuentes que ha perdido protagonismo en las últimas décadas, pero que José Antonio asocia a recuerdos de la infancia y la adolescencia.
Esta motivación personal le ha llevado a tomarse el proyecto muy en serio, y aunque todavía faltan detalles por pulir, el espacio apunta buenas maneras tras la reforma emprendida.
Su gran atractivo es la versatilidad. Si la climatología lo permite, se puede comer y cenar al aire libre en el porche o bajo la gran carpa beduina fija que se ha instalado a prueba del cierzo más beligerante. También hay una amplia zona verde y un pequeño parque infantil para que los más pequeños se desahoguen.
El interior del local se ha reformado por completo, con la madera y los motivos vegetales como grandes protagonistas. El espacio de cafetería y de comedor para el menú del día es amplio y acogedor. Además, La Huerta cuenta con varios salones para organizar eventos como pequeñas bodas, comuniones, actividades de empresas, cumpleaños…
A la mesa, todos estos detalles se acompañan del protagonismo que tienen el verde y la brasa. El verde, por la presencia de productos vegetales como alcachofas, puerros, tomates, pimientos o judías verdes que aparecen en el menú del día y en la carta. Y la brasa, porque es la principal herramienta de cocina.
Se enciende a mediodía y con ella se maneja el cocinero Marcos Alcubierre subiendo y bajando la parrilla en función de la potencia del fuego. Hay dos cartas, de día y de noche. La primera, pensada para darle mucha vida a pescados y carnes a la brasa. Rodaballo, calamar, lubina salvaje, chuletón, parrillada de embutidos, costillas de ternasco… son algunos de los productos a los que se les saca más partido.
En cuanto a los entrantes, recuerdan a los del Monumental, pero en bastantes ha dejado Marcos Alcubierre algunos detalles de cocinero inquieto. Por ejemplo, en el punto ahumado de la ensaladilla o en las alcachofas fritas a las que ha incorporado una crema de setas en la base, huevo a baja temperatura y sal de jamón. También es muy llamativa la anchoa salmuera con pan de cristal, tartar de tomate, parmesano y aceite de trufa.
Por la noche se mantienen las raciones y ganan protagonismo bocadillos, hamburguesas, tostadas y postres caseros como la tarta de queso cremosa, el tiramisú o el coulant de chocolate.
Pocos o ningún sitio hay en la ciudad consolidada que ofrezca las posibilidades y los espacios que tiene La Huerta. Además, la comunicación por el tercer cinturón es cómoda y se aparca sin problemas, así que su propietario espera que mucha gente se acerque también entre semana a probar el menú del día.
El precio se ha ajustado bastante (15 euros) y todos los días hay dos o tres recetas elaboradas a la brasa (dorada, costillas de ternasco, churrasco con chimichurri…). El fin de semana también hay un menú (25 euros). Se ofrecen tres entrantes a compartir y para el plato principal, carne o pescado a la brasa.
