Bolonia 11, un todoterreno del desayuno a la cena
El cocinero Ismael Herrero plasma en este proyecto su cocina tradicional y de producto de temporada.
El restaurante Bolonia 11 es el proyecto que acaba de emprender en solitario el cocinero Ismael Herrero después de ejercer durante bastantes años en Azarina Fussión. No se ha complicado mucho a la hora de elegir el nombre: la calle y el número donde se ubica.
Lo que de verdad importa en Bolonia 11 es lo que sale de la cocina y aguarda al cliente en la vitrina de la barra, en las mesas altas del picoteo informal o en comedor para degustar sin prisas los menús y la carta.
Cocina tradicional, productos de temporada y mucho cariño. Sobre esta base asienta Ismael Herrero su propuesta. Además, cubriendo todos los momentos gastronómicos del día, desde el desayuno hasta la cena. En este sentido, el local es polivalente y en él conviven sin estridencias los espacios de cafetería, vermuteo, menú y carta.
El surtido de tapas es amplio. En la barra se mezclan croquetas, ensaladilla, tacos y gildas con propuestas más elaboradas como la brocheta de salmón ahumado con alga wakame y pipeta de soja.
El menú Bolonia (18,95, de lunes a viernes; 29,95, fin de semana) responde al perfil reseñado de cocina tradicional y producto de temporada. No suele faltar un potaje y la presencia de platos de cuchara se incrementará cuando llegue el otoño. Mero en adobo, jarrete de pavo guisado o lenguado en salsa de cava son algunas de las recetas que se pueden encontrar a diario.
De la excelencia del producto hay buena muestra en la carta alrededor de pescados como rodaballo elaborado sencillamente al Orio con la compañía de unas crudités de verduras, o atún rojo Balfegó que se ofrece al wok y con pisto de verduras.
Entre los productos de temporada, una mención especial merecen las setas y la trufa negra. Todavía tardarán unas semanas en llegar a Bolonia 11 (las colmenillas están en la carta todo el año) y en ellos va a poner el foco Ismael Herrero.
El establecimiento tiene una terraza interior, en una zona de paso peatonal, para la que se ha diseñado un pica-pica de tardeo. Pan bao, gyozas, huevos rotos o calamares invitan a una degustación informal.
