gastronomía

El brindis de Einstein con cava en Zaragoza

En 1923, el científico celebró su 44 cumpleaños en el Casino Mercantil de Zaragoza

Foto de Einstein en Heraldo
Foto de Einstein en Heraldo
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"A la una fue obsequiado por la Universidad y la Academia de Ciencias, con un banquete en el Casino Mercantil". Esto relata la crónica de HERALDO sobre la visita de Albert Einstein a Zaragoza, de la que estos días se cumplen 100 años. El físico alemán disfrutó de las viandas junto a "unos sesenta comensales", entre autoridades, profesores universitarios y su esposa Elsa.

Ese día no solo se brindó por el viaje de Einstein a tierras aragonesas, sino también por su cumpleaños: el 14 de marzo de 1923 cumplió 44 años. De hecho, el proyecto ‘Einstein, 50 horas en Zaragoza. Centenario de una visita’ revela que invitó a cava a los presentes al término del festín por tan señalada fecha.

No se conoce el menú con el que se agasajó a Einstein, pero la elección del lugar no tuvo que ser casual, dada su fama. "El Centro Mercantil sirvió un menú exquisito, con la esplendidez y buen gusto que es proverbial en la casa", se lee en notas de sociedad de esa época.

Además de esta fiesta, comió en casa del cónsul alemán, aunque tampoco se tiene constancia de los platos. Sin embargo, en su estancia en España también visitó Madrid y Barcelona. Precisamente en este último destino se le honró con una cena que jugaba con nombres de científicos o teorías, que los investigadores Emma Sallent y Antoni Roca recogen en el artículo 'La cena relativista de Barcelona'.

Probó los canelones a la Fizeau, langostinos y mejillones a la Gauss con salsa mayonesa en el perihelio o habas a la Lorentz trasformadas a la catalana. Degustó faisán plateado a la Minkowski en cuatro dimensiones y un hombre platónico según Diógenes con salsa a la Michelson, que en realidad era pollo. Se remató con "enquesadas" como postre. No faltó un "Jerez inercial", "champagne Codorniu relativista que reflecta la luz", "vinos gravitatorios" y una "manzana con efecto Doppler. Tratándose de la parte de líquidos todo apunta a que sería sidra.

Para conmemorar este hecho, Caja Rural de Aragón y HERALDO han organizado una cena con la colaboración de la Universidad de Zaragoza, que será servida por El Cachirulo el próximo lunes en el antiguo Casino Mercantil.

Una copa de cava Gran Ducay abrirá la velada. El menú constará de tres platos que se han inspirado en las comidas que se servían en la época en este ‘restaurant’ zaragozano, tal y como apuntan desde el comité científico de la efeméride. Habrá un consomé con picadillo de huevo duro y jamón, bacalao a la vizcaína y una pierna de cordero al aroma del ajo tostado. Una torrija con helado de vainilla hará las delicias de los más lamineros.

Todo ello regado con vinos de la denominación de origen del Somontano. Por un lado, el blanco Sommos Roble Chardonnay, un monovarietal amarillo pálido con ciertos reflejos verdosos. Por otra parte, las copas se teñirán de un violeta con Sommos Roble, un ‘coupage’ de cabernet y merlot que llega a la nariz como una mezcla de frutas rojas y negras.

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