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¿Qué pasó con la pizarra de Zaragoza en la que Albert Einstein escribió sus fórmulas?

El realizador José Manuel Herráiz crea el proyecto 'El Documentalista' y le dedica al científico un cortometraje acerca de este misterio del franquismo.

Albert Einstein en Estados Unidos en 1921. El año en que se recibió el Premio Nobel de Física.
Albert Einstein en Estados Unidos en 1921. El año en que se recibió el Premio Nobel de Física.
F. Schmutzer.

Se ha recordado en varias ocasiones que Albert Einstein (Ulm, Alemania, 1879- Princeton, Estados Unidos, 1955), Premio Nobel de Física de 1921, estuvo 50 horas en Zaragoza, que pronunció dos conferencias y que fue agasajado con una estupenda comida en el Casino Mercantil, actual Fundación Caja Rural de Aragón, que celebrará la efemérides el 13 de marzo con una representación de Los Navegantes. 

El cineasta José Manuel Herráiz, conocido por sus trabajos sobre Agustín Sanz, Joseph Nebra o Bartolomé Bermejo, así como por sus colaboraciones con Isabel Soria, acaba de publicar en Youtube un cortometraje: ‘La pizarra de Einstein. ¿Misterio resuelto?’, que supone además la creación de un proyecto nuevo, llamado ‘El Documentalista’, donde él irá contando en piezas breves, en torno a las doce minutos, historias singulares. Y la primera intenta resolver algunas claves del enigma que envuelve a la pizarra en la que Albert Einstein escribió sus fórmulas en el Aula Magna del Paraninfo los días 12 y 13 de marzo de 1923.

“Esta es una historia que me ha fascinado desde siempre, y creo que no se ajusta a lo que se había dicho de todo. Leyendo por aquí y por allá he visto que Albert Einstein cayó en desgracia, que su Teoría de la Relatividad fue refutada por un aragonés de Paniza, Julio Palacios, entre otros, y que el entusiasmo inicial se tornó otra cosa: olvido, crítica y abierta descalificación”, dice el zaragozano José Manuel Herráiz.

Albert Einstein vino a Zaragoza un poco por azar cuando iba a la Residencia de Estudiantes. “El químico Antonio de Gregorio Rocasolano y algún otro compañero se enteraron de que iba en el tren que viajaba de Barcelona a Madrid. Subieron al compartimiento, lo saludaron y lo convencieron”, dice. Albert Einstein entonces era como una estrella de rock: era Premio Nobel de Física por la Teoría de la Relatividad, tocaba el violín, se había casado con su prima Elsa y suscitaba atracción allá donde iba.

“Al parecer pidió que le instalasen una pizarra en el Aula Magna del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. Decía que se explicaba mejor con sus fórmulas. Las del primer día se borraron y las del segundo se dejaron”. El rector Ricardo Royo Villanova dijo que guardarían el encerado móvil y sus fórmulas para los estudiantes del futuro. “En Oxford, hacia 1931, Einstein ofreció una charla semejante y allí sí almacenaron sus fórmulas escritas con tiza. Se conservan en el Museo de Historia de la Ciencia de Oxford, que recibe 125.000 visitas al año. Y todos quieren ver antes que nada las formulaciones de Albert Einstein. Es como una pieza de arte contemporáneo”, señala Herráiz.

José Manuel Herráiz: "Leyendo por aquí y por allá he visto que Albert Einstein cayó en desgracia, que su Teoría de la Relatividad fue refutada por un aragonés de Paniza, Julio Palacios, entre otros, y que el entusiasmo inicial se tornó otra cosa: olvido, crítica y abierta descalificación"
Albert Einstein con su segunda esposa, su prima Elsa, con la que vino a Zaragoza en 1923.
Albert Einstein con su segunda esposa, su prima Elsa, con la que vino a Zaragoza en 1923.
LOC

Al principio, en un momento en que España tenía grandes científicos y se hacía sentir su huella en Europa (el caso de Santiago Ramón y Cajal era todo un paradigma; llegaron a conocerse), el sabio alemán fue acogido con calor por una Universidad que tenía grandes científicos. Poco a poco, con el paso de los años, parece que su popularidad se esfumó. Y aún se agravó. “Era judío y cuando se fue de Alemania por temor a Hitler, el Gobierno de la II República le ofreció un puesto en Madrid, que no aceptó. Y el 18 de julio de 1936, Ricardo Royo Villanova, el hombre que lo había elogiado, firmó un artículo en la revista ‘El siglo médico’ donde lo cuestionaba abiertamente. El científico y rector que velaba por su posteridad en Zaragoza le dio la espalda, y al final de su texto evocaba la idea de Dios”. Einstein aún cayó más en desgracia cuando mandó una telegrama a la embajada española de Washington, en 1937, poniéndose del lado del Gobierno constitucional.

“No es fácil saber qué pasó con la pizarra. Se pensó que durante algún tiempo se había conservado en algún sótano oculto. No consta en ningún lugar que se haya conservado ni que se haya destruido. Me encantaría que apareciera, pero teniendo en cuenta como se posicionó el franquismo contra la ciencia y los científicos, pensemos en Miguel Antonio Catalán, que dio su nombre a un cráter en la luna, no sería descabellado pensar que se borró o se destruyó”, apunta Herráiz, que ha manejado mucha información y ha seguido los trabajos de Javier Turrión, y añade que quizá Catalán pudiera ser otro reportaje para ‘El Documentalista’. “Su historia es especialmente grave y dramática. No le permitieron trabajar hasta mediados los años 40. Felizmente ahora es recordado en la Residencia de Estudiantes”, dice.

“Me encantaría que la pizarra estuviera en un algún lugar y que la pudiésemos depositar en el Museo de Ciencias Naturales del Paraninfo. ¿Se lo imagina? Sería un gran acontecimiento para Zaragoza”. Puesto a soñar, Herráiz va más allá: “Qué bonito sería que los descendientes de Royo Villanova encontrasen en algún lugar esa pizarra o en algún rincón inexplorado de la facultad”. En realidad, parece más fácil pensar que si se llegó a conservar algunos años, por la brutal polaridad política que se vivía en España, alguien pensó que “aquel hombre no tenía sitio en el franquismo. Como les pasó a tantos y tantos otros. La historia de la ciencia española y el exilio es otra novela u otra película fascinante”.

Retrato del realizador y productor zaragozano José Manuel Herráiz.
Retrato del realizador y productor zaragozano José Manuel Herráiz.
A. C. /Heraldo.
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