El día en que Albert Einstein estuvo en Zaragoza: una estancia llena de anécdotas

El famoso autor de la teoría de la relatividad visitó la capital aragonesa del 12 al 14 de marzo  de 1923, invitado por la Universidad de Zaragoza. Su estancia coincidió con su 44 cumpleaños.

El día en que Albert Einstein estuvo en Zaragoza.
El día en que Albert Einstein estuvo en Zaragoza.

Una de las visitas más ilustres y recordadas que ha recibido Zaragoza a lo largo de la historia fue la de Albert Einstein en 1923. El famoso autor de la teoría de la relatividad, que apenas dos años antes había inscrito su nombre en la lista de ganadores del Premio Nobel de Física, estuvo en la capital aragonesa los días 12, 13 y 14 de marzo de 1923 a iniciativa de la Universidad para impartir unas conferencias.

La visita, enmarcada en una gira científica por las dos principales localidades del país, estuvo llena de curiosidades y anécdotas y supuso todo un acontecimiento en la ciudad.

Así lo contó HERALDO en sus páginas: “Llegó en tren rápido de Madrid, acompañado de su distinguida señora. Al descender del convoy, fueron recibidos por los presentes”, entre los que se encontraban “significadas personalidades de la intelectualidad zaragozana”, el cónsul de Alemania y el alcalde de la ciudad. “Tras las presentaciones de rigor, los distinguidos viajeros marcharon al hotel en que se hospedan acompañados por algunas personalidades de la localidad. El profesor Einstein estuvo descansando hasta la hora de trasladarse a la Facultad de Medicina para dar su anunciada conferencia.

Uno de los artículos publicados en HERALDO tras la visita del científico.
Uno de los artículos publicados en HERALDO tras la visita del científico.

A las seis de la tarde, el Salón de Actos de la Facultad de Medicina se hallaba completamente lleno de personalidades de toda clase y condición social”. Minutos después, entró recibido entre aplausos. “En francés, sencillo, claro, comenzó el conferenciante su labor, explicando desde el porqué el nombre de su famosa teoría de la relatividad hasta los fundamentos de ella, con toda clase de detalle y ayudado por dibujos y algunas fórmulas en el encerado. El numeroso público escuchó con gran atención la conferencia del sabio profesor y lo aclamó al final”. Al día siguiente tuvo lugar en el mismo lugar una segunda conferencia con una asistencia algo menor pero idéntico entusiasmo.

Durante su estancia, el científico pudo callejear por la ciudad y visitar la basílica del Pilar y su relicario, la Lonja -de la que salió entusiasmado- y la Aljafería. Grata fue también su impresión de las huertas que entonces rodeaban el término municipal.

Además, el día de su marcha coincidió con su 44 cumpleaños. Tal y como relata nuestro compañero Mariano García, ”la noche anterior a abandonar la ciudad, el cónsul alemán en Zaragoza, Gustavo Freudenthal, que también era fotógrafo de HERALDO, le invitó a cenar a su vivienda en el Coso y le organizó una pequeña fiesta. Einstein no se separaba de su violín cuando viajaba, y ofreció un pequeño concierto a los postres, acompañado de una joven pianista zaragozana, Trinidad Castillo. Y sería posible incluso que Einstein tocara ese piano”. Dicho piano se puso a la venta hace unos años en El Desván de Indi, una tienda de antigüedades de Zaragoza.

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